VII

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Hoy había salido a intentar despejar mi mente, mientras caminaba por las calles, intenté pensar en mis errores, en mis defectos y sin quererlo, sin desearlo, pensé en ti.

Pensé en tu cabello rubio, en tus labios rosas, en tus profundos y expresivos ojos color celeste que siempre solían ver la vida con positivismo.
Conforme más pensaba en ti, más y más parecía deprimirme y me odié. No puedo asimilar el hecho de que te necesito más que al aire.

El papel ahora parece ser lo único que me escucha y conforta en todo este dolor. Nada puede ayudarme.

El amor me más resulta tóxico que las personas.

Hoy, en el desesperado intento de dejar de pensar en ti, vi una pareja y me pregunté si recuerdas eso: Las promesas de amor, la fijación de uno por el otro. Me pregunto si aún recuerdas cuando te pedí ser mi novia.

Me gusta mucho recordar cuando tú tenías veinte y yo veintiséis, me gusta repetir una y otra vez nuestro primer beso, la primer cita y la primera canción que bailamos.

¿Aún recuerdas decirme que yo era a quién querías ver al despertar? Si lo recuerdas después de tantos años, ¿por qué permitiste que esto pasara?, ¿por qué te has marchado?

Las noches desde que partiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora