Las noches desde que partiste.

IX

Mi hermana me ha obligado a salir de casa y debo admitir que fue divertido.

Comimos en el jardín de su casa, rodeado de todos sus amigos. Todos ellos eran muy agradables y una chica, una de las pocas presentes, pareció interesarse en mí.

Era muy amable, dulce y hasta puedo atreverme a decir que era linda, pero tenía un gran defecto, no era tú. Sus mejillas rosas y ojos verdes no eran ni lo más cercano a lo hermoso que tu rostro me resultaba, además , ella no irradiaba esa aura que tú tenías.
El tiempo en el que vivimos juntos solías tener esa aura de energía positiva, siempre estuvo ahí [a pesar de todo], sólo que después del quinto año viviendo juntos comenzó a volverse un poco hostil.

Pudimos casarnos y ser felices, pero creo que a pesar de tener todos los motivos y razones, no lo hicimos porque visualizamos que esto pasaría y eso no aterraba, creo que aún nos da miedo saber que esto es verdaderamente el fin de nosotros.
Salimos tres años y un poco antes de que cumpliéramos cuatro años de novios nos mudamos a vivir juntos. Nuestra relación tenía diez años y, a pesar de todo ese tiempo nunca alcancé a conocerte completamente aunque me hubiera gustado.
No alcancé a convencerte de casarnos y no entiendo porqué, no sé porqué te asusta tanto el compromiso.

Creo que nunca nadie te llegó a conocer y comprender por cómo eres realmente, porqué actúas y piensas así.
Nadie jamás te comprenderá, ni mi hermana, ni yo o si quiera tu madre. Tienes tanto para mostrar con cada persona, que eso nos impide entender quién es realmente Rin Kagamine.