XI

216 47 10
                                    

Ahora salgo más de casa, he dejado de pensar en ti, sólo un poco, tal vez un 0.005% del día.

Han pasado siete meses desde que te fuiste. He dejado el cigarro y creo que tú igual, porque ahora, cuando te veo en algún lugar ya no tienes ese cigarro, ni el olor a nicotina. Todos esos malos vicios se han acabado.

En una ocasión te encontré con tu hermana en el supermercado, compraban sus víveres para hacer aquella pasta que te quedaba exquisita.

Cuando nos miramos, sé que sentimos esa chispa, esa llama de amor.

Lo sé porque no apartaste la mirada o parpadeaste. Me miraste seria por unos segundos y tus ojos poco a poco se cristalizaron hasta derramar una lágrima. Avanzaste un par de pasos y yo te imité, pero, nos detuvimos, ¿por qué hicimos eso?

Juro que quise correr y besarte, quise abrazarte y decirte que aunque parecía mejorar, dentro de mí seguía roto, porque tú habías destruido todo en mi interior, porque de la misma manera en que un tornado arrasaste con todo lo que tenía.

No sé porqué me sentí tan bien cuando sonreíste mientras llorabas, no sé porqué no reaccioné e hice todo aquello que había imaginado que haría si me pasaba eso, no sé porque ni siquiera pensé.

"Aún te amo." Fue lo único que susurré, fue lo único que pude hacer o decir.

Tu sonrisa se quebró un poco y otra lágrima rodó por toda tu mejilla. Creo haber leído un "yo igual", y lo creo con un 46% de mi ser, aunque no sé si fue eso, no sé si eso fue real y si soy sincero, desde que te fuiste, ya no sé en qué debería creer.

Las noches desde que partiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora