Capitulo 28

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Son aproximadamente las 4:00 am, cuando desperté tenía la cazadora de Santiago, el había caído en un profundo sueño al igual que yo, mire a mi alrededor y un par de personas esperaban, luego regrese mi vista a Santiago se miraba tan indefenso, tenia unas ojeras muy pronunciadas parecía no haber dormido en años, puedo notar la palidez de su piel, se ve muy agotado.

De pronto veo al Doctor que atendió a mi madre diciendo mi nombre un par de veces, Santiago cuando escucho mi nombre abrió los ojos de golpe, me puse de pie enseguida y sin decir mas me pidió que lo siguiera, Santiago tomó mi mano pareciera que no quiere  soltarme, al llegar a la habitación el doctor dijo que podíamos pasar, cuando entre mi madre me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos se empañaron y me dijo entre palabras muy bajas que apenas y lograba escuchar

Su nombre es Lucas, ven acercate...

Sus manos eran tan pequeñas, era tan frágil, tan delicado, no pude verlo sin que mis ojos se humedecieran y volví la vista a mi madre -y dije- ¡Es hermoso! Después Santiago lo cargo y pues para ser un tipo tan rudo se miraba muy feliz con lucas en brazos.

Luego de pasar un rato con ella, me pidió que me fuera a casa a descansar, le dijo muy claro a Santiago que me dejara en casa, el solo asintió y le regalo una leve sonrisa.

Cuando salimos del hospital estaba amaneciendo, yo trate de parar un taxi, pero Santiago me detuvo diciendo

—¿Oye, espera que estas haciendo?

-Pues  tratando de para un taxi

—Claro queno, no te iras en taxi, yo te llevare a tu casa esas fueron las instrucciones de tu madre

-Ya hiciste mucho por mi anoche, es más tu deberías descansar, te ves un poco cansado

De ninguna manera tu te vas conmigo

Para ser sincera, tenia un poco de miedo de que esto terminara mal, pero me dije a mi misma

 "No pienses en las cosas que pueden salir mal,piensa en las cosas buenas que sacarás de esto"

mientras pensaba, Santiago me esperaba en su ya habitual y conocida motocicletas, antes de subirme dije en tono sarcástico

-¡Con cuidado, aun le temo a las motos!

Mientras dije eso las pequeñas arrugas que se le formaban a Santiago cuando se reía fueron apoderándose del momento, hasta que las palabras de Santiago salieron de su boca como un tanto de picardía

-No olvides sujetarte de mi entonces

Esa corriente que sentía por todo el cuerpo cuando lo tenia cerca, aun seguía ahí y por mas que tratara de convencerme a mi misma de lo contrario no lo lograba, es que era tan vulnerable al estar cerca de el.

El chico de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora