Capítulo 26

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Estaba pensando en una respuesta cuando sentí la mano de Liam acariciar mi muslo.

-No me duele que tengas novia. -me las arreglé para decir. - Antes siento lastima por ella, por la forma en la que la engañas.

Su mano cálida y suave subió por mi muslo hasta llegar a la tela de mi braga. Comenzó a acariciarme lentamente por encima de ella.

-Deberías irte. -susurré.

-Ah, ¿sí? -me miró a los ojos.
Por todos los cielos. Siempre se veía condenadamente sensual. Fuera como fuera en la forma en la que estuviera.

Era inevitable resistirme a sus encantos así estuviera molesta con él. Simplemente, tenía un extraño efecto sobre mí. La excitación me invadía.

-Sí. -fingí no tener interés.

-¿No te gusta lo que estoy haciendo? - él seguía tocando arriba y abajo por encima de la tela.

-Hmmm. -sin tener conciencia de mis actos, mordí mi labio inferior.
Liam sonrió.

-Te gusta. -afirmó, movió mi braga hacia un lado para tocar mi intimidad directamente.

-De...Detente. -supliqué, conteniendo un gemido.

Su dedo comenzó a masajear mi clítoris lentamente, mientras él repartía besos en mi cuello. Cerré los ojos y eché mi cabeza hacia atrás, golpeando la pared con ella. Uno de sus dedos bajó un poco más y fue introduciéndose lentamente dentro de mí. Empuñé mis labios para no gemir.

-No puedo controlar la excitación que me haces sentir. -volvió a lamer mi cuello.
Gemí levemente.

Comenzó a mover su dedo rápidamente dentro de mí, hacia que me arqueara de placer.

Se sentía tan bien.
-Estás tan estrecha. -mordió el lóbulo de mi oreja. -Eso se siente maravilloso.

- Liam -cerré los ojos.

Sus dedos me hicieron llegar al orgasmo. Sentía el calor acumulado en mi vientre y una presión en mi zona intima. Sacó sus dedos y se los llevó a la boca.

-Usted sabe exquisito, Señorita Walker. -susurró.

Mis mejillas se pusieron rojas.
Se inclinó y presionó sus labios contra los míos. Me agarró de la nuca e hizo presión para profundizar el beso. Su lengua jugueteaba dentro de mi boca. Sus manos rodearon mi cuerpo y me presionó contra él. Comenzó a frotarse contra mí de arriba abajo en movimientos lentos. Estaba quedándome sin aliento. Me costaba respirar.

- Liam -detuve en beso y solté un suspiro.

-Mierda. -espetó, y se alejó un poco.
Le miré confundida. Se quitó la correa y bajó sus pantalones. También bajó su bóxer y al final me miró.

-Me debes una mamada, Nena. -susurró provocadoramente.

Tragué saliva y asentí. Me sentía como una sumisa. Podría obedecer cualquiera de sus órdenes, sin importar lo que fuese, Haría lo que me pidiera. Era algo extraño, pero esa sensación dominaba mi cuerpo.

Me acerqué a él, y me arrodillé. Tiré mi cabello hacia atrás y le miré a los ojos, ojos que mostraban deseo y lujuria.

Miré su pene, estaba completamente duro. Levanté mi mano y comencé a masajearlo de arriba abajo. Él soltó el primer suspiró. Acerqué mis labios a su puntica y comencé a dejar pequeños besos alrededor de esta. Alcé la mirada y vi él que me observaba. Se relamió los labios y llevó su mano a mi cabeza para acariciar mi cabello. Pasé mi lengua lentamente por su glande, y luego lo succioné.

-Por dios. -soltó él.

Abrí la boca y deslicé mis labios por su longitud. Comencé a succionar y a pasar mi lengua lentamente por su dureza. Él cerró los ojos y echó la cabeza para atrás. Seguí succionándolo de abajo hacia arriba, cada vez más rápido.

-Quédate quieta. -escuché que dijo.
Le miré estática, sin sacar su pene de mi boca y esperé a que su respiración se tranquilizara un poco.

-Quiero follarte la boquita. - su voz era tan excitante. -Quédate quieta. -repitió.

Comenzó a moverse rápidamente. Yo solo le miraba fijamente. No puedo describir la expresión que tenía en su rostro. Era glorioso, excitante, se veía jodidamente sensual. Siguió aumentando su ritmo, sus gemidos eran sexys y varoniles.

-Voy a...Voy a venirme... -avisó, con los ojos cerrados y la voz entrecortada.
Deslicé mis labios hacia afuera, y llevé mi mano a su longitud para retomar las caricias. Se desvaneció al segundo. Solté un gemido y me levanté. Me acerqué a él y sin aviso, comencé a besarlo frenéticamente. Él correspondió a mi beso.

-Hmmm, nena eres la mejor. -dijo entre beso y beso.

Mis mejillas se tornaron rojas.
Su celular comenzó a sonar, interrumpiendo el beso. Maldije para mis adentros. Se inclinó y buscó dentro de su pantalón. Sacó su celular y contestó.

-Hola....-apoyó el teléfono contra su hombro y comenzó a ponerse el pantalón. -.... Vale, te recojo enseguida....Yo también te amo. -colgó.
Todos mis ánimos se fueron abajo.

-Tengo que irme. -dijo sin dar importancia.

Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora