Capítulo 35

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-Oh dios -susurró Liam acabándose dentro de mí. Su cuerpo cayó encima del mío, los dos estábamos completamente agotados. 

Se corrió hacia un lado y cayó a mi lado. Esperaba a que mi respiración se normalizara para hablarle. Estaba tan feliz de estar con él, aunque por otro lado el remordimiento por lo que había pasado con Harry seguía presente en mí. 

-Te quiero Liam. -le susurre, mientras lo abrazaba y escondía mi cabeza en su cuello. 

-Yo también te quiero nena. -me dio un beso en la cabeza. 

Sonreí y pasé una mano por su abdomen bien formado, sus abdominales eran perfectas y su piel tan suave. Le di un beso en el pecho y levanté la cabeza para mirarle a los ojos. Él seguía despierto. 

-¿Alguna vez te dije lo mucho que me gustas? -pregunté mordiéndome el labio. 

-Tal vez. -hizo una mueca. -Lo único que sé es que tú me encantas. Me vuelves loco. -levantó la cabeza para así estrellar sus carnosos labios contra los míos. 

Su lengua pidió la entrada y la dejé entrar, invadiendo mi boca violentamente. Este hombre no se cansaba definitivamente. Succionó mi labio inferior y se alejó para tomar respiración. 

Me corrí hacia abajo y besé su pecho. Los dos habíamos quedado con ganas de más y yo no podía negarme a darle aquello cuando yo me estaba sintiendo igual que él. Él me hacia sentir bien, como ningún otro hombre lo había hecho. Lastimosamente esa era la cruda realidad. 

Delineé su pezón con mi lengua, mientras mis manos masajeaban lentamente su intimidad. Su mano acariciaba mi brazo y fue a mi cintura. La apretó lentamente. Subí a su cuello y comencé a morderlo, definitivamente no podía saciarme de él. 

-Estás juguetona hoy ¿eh? 
Asentí y besé sus labios, eran grandes y apetitosos. 

-Bien amor. -dijo levantándose de la cama. 

Le miré atentamente mientras se colocaba en la orilla, pude observar la dureza sobresaliendo de sus muslos.
 
-Siéntate encima. -susurró, jalando mi mano. 

Hice lo que me pidió, me senté encima de él, hincada con las piernas abiertas, su dureza se introdujo en mi interior profundamente. Colocó las manos en mi cintura y se acercó a mis labios para besarme. Comencé a moverme lentamente, clavando mis uñas en su espalda musculosa. Entonces, quise tomar el control de la situación. Comencé a montarlo, haciendo movimientos frenéticos de arriba hacia abajo. El soltó mis labios para gemir. 

-Oh, joder, Nena -agarró mi cintura con más fuerza. 

-Liam -dije mientras movía cada vez más rápido mis caderas encima de Liam. 

Gemí fuertemente cuando llegué al orgasmo, Liam lo hizo al mismo tiempo, lo que lo hizo aún mejor. Lo sujeté de la nuca para besarlo nuevamente. El se levantó de la cama mientras me sostenía cargada y comenzó a caminar hacia alguna parte la cual yo no tenía idea, solo podía concentrarme en lo que estaba haciendo, besándolo. 

Las luces se prendieron y me di cuenta de que estábamos en el baño. Me condujo hacia la ducha y me bajó para luego abrir el choro de agua, gracias al cielo estaba fría. 

Cuando estuve lo suficientemente mojada, sentí sus manos en mi cintura, guiándome hacia la pared.
Es se posicionó detrás de mí y bajó las manos para abrirme las piernas Succionó mi cuello provocadoramente haciéndome sentir cosquillas en mi vientre y se introdujo nuevamente dentro de mí. Esta vez gemí aún más fuerte. 

-Ay, Liam -cerré los ojos y tiré mi cabeza hacia atrás. 

-No me pidas que pare, por que no lo haré -mordió el lóbulo de mi oreja. -No logro deshacerme de esto que siento por ti. - dijo, frotando con su pulgar contra mi clítoris. 

Alcancé los labios de él y volví a atraparlos en un beso apasionado y necesitado. Me estaba haciendo sentir jodidamente bien. 

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-No sabía que cocinaras. -susurré, secando mi cabello con la toalla mientras ingresaba a la cocina. 

Observé los platos que había en la mesa. Se veía delicioso, además con el solo olor me había dado hambre. No cabía duda de que todavía me faltaba mucho por conocer acerca de Liam. 

- Son Crepes de pollo con champiñones. -me miró y sonrió. Sirvió la gaseosa en los vasos correspondientes y puso los cubiertos a un lado. Que juicioso. -Siéntate. -pidió, apartándome una silla. 

Caminé hacia la silla y me senté, mostrándole una amplia sonrisa. Él se sentó frente a mí. Su pelo aún estaba mojado, le daba un toque sexy, sin contar el hecho de que no traía camisa. 

-Vamos a ver. -probé un poco de lo que Liam había preparado. -¡Está delicioso! -exclamé en cuanto tragué. -Wow Liam. Yo ni siquiera sé cocinar. -comenté. 
Él se rió. 

-Mi mamá me enseñó. Bueno... solo algunas cosas, no es que sea un experto. -tomó un sorbo de su bebida. -Me alegra que te haya gustado. -agregó después. 

-No me gustó, ¡Me encantó! -seguí degustando. 

Y no era mentira. Estaba exquisito. Se podría decir que quería más y ni siquiera había terminado lo que tenia en el plato. Liam se veía tan juicioso cuando comía. 

-¿Te gustó? -preguntó, tomando mi mano una vez los dos habíamos terminado. 

-Bastante. -susurré sonriente. 

-Lo hice con mucho amor para ti. -acarició los nudillos de mis dedos lentamente. 

¿Podía ser más tierno y hermoso? Definitivamente me mataba. 

-Me gustaría vivir más momentos así contigo. -expresé levantando la mirada para encontrarme con la de él. Esos ojos marrones me miraban fijamente, haciéndome estremecer. -Ósea me refiero a que me gusta estar contigo y vivir pequeñas situaciones aunque no te parezcan especiales. Para mi lo son, para mí es genial estar junto a ti aunque sea por dos segundos. Es maravilloso ver que me miras así... -suspiré. 

-Yo también lo siento así amor -sonrió sin mostrar los dientes. -Estoy completamente de acuerdo contigo. 

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Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora