Capítulo 46

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¿Cómo era capaz de decirme una cosa de semejante magnitud mientras me follaba? Tenía que estar demente.

Tal vez estaba burlándose de mí, eso era... me vio la cara de estúpida.

-Responde-ordenó, pero no dejó de embestirme, al contrario, lo hacia con más fuerza.

-Vaya... vaya momento en el... que deci... decidiste... burlarte... de mí -alcancé a decir.

-No me estoy burlando... hablo en serio -comenzó a bajarle el ritmo a sus embestidas, y yo sin llegar al orgasmo. ¡Que belleza! -Bueno... puedes tomarlo como... una pregunta -añadió.

Me quedé pensando por un momento. El seguía embistiéndome pero ahora con lentitud. Le gustaba verme sufrir, eso estaba claro.

-Bu-bueno, te diría que... -hice una pausa.

Necesitaba pensarlo bien: No podía estropearlo, eso estaba claro. Pero entonces a mi cabeza llegó una inquietud: ¿Y si sólo lo decía porque había terminado con Sophia? Eso significaba que lo que decía, lo decía por miedo a estar sólo.

¿Y sí no?

Por favor. Un día antes me había dicho nenita de mamá, tan caprichosa e inmadura. ¿Por qué habría cambiado de opinión? ¿Por qué ahora decía que estaba enamorado de mí?

Eso era... me estaba jodiendo.

De todas formas, no podía despejar mi mente. Tenía la ilusión de qué aquello que me había dicho fuera verdad. Si tal cosa era cierta, sólo significaba una cosa: Lo había logrado. Había obtenido eso que deseé por tanto tiempo.

Y entonces llegué al punto en el que debía tomar una decisión: ¿Qué iba a responderle?

-Liam... -susurré, girando un poco mi cabeza para así encontrarme con sus ojos marrones. Tan profundos como siempre. -Yo... también lo estoy -expresé temerosa por lo que podría suceder después de aquellas palabras.

-¿También estás qué? -empujó con fuerza, haciéndome expulsar un fuerte gemido.

-Liam, ¿estás de coña? -exclamé molesta.

¿Qué más quería?

Embistió mi coño duro, profundo.

-Dime... -mordió mi cuello.

-¡Joder! -cerré los ojos y me mordí los labios, en realidad no me sentía segura para decir todo lo que sentía hacia él. ¿Cómo podría? Ni siquiera yo lo aceptaba... pero al final, sentía que iba a estallar. -¡Me tienes loca! ¿Vale? No sé que mierda has hecho, pero has logrado ponerme realmente loca y... me he dado cuenta de que jamás he sentido por alguien esto que siento por ti. -apretó mi cintura con ambas manos y continúo. -Quisiera no sentirlo ¿sabes? Quisiera odiarte por todo lo que has hecho pero simplemente no puedo y es asfixiante... -sus labios en los míos detuvieron mis palabras.

Los dos terminamos acabándonos al mismo tiempo, en ningún momento dejó de besarme y sujetarme con fuerza. Se sentía tan malditamente bien.

Entonces cayó en la cama y atrajo mi cuerpo hacia el suyo, de tal modo que quedé encima de él. Tomé su rostro con ambas manos y seguí besándolo.

-Mira lo que me haces decir... -me alejé de sus labios para poder respirar.

Nos quedamos en la misma posición por unos minutos. Estábamos recuperando las fuerzas para poder entablar una platica de la cuál seguramente saldríamos discutiendo.

-Estoy tan... feliz -susurró, pasando su mano por mi espalda.

Le miré a los ojos.

-¿Feliz de haber escuchado semejantes estupideces? -hice un puchero.

Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora