Muy pocas cosas tienen sentido mientras eres una puta, los hombres solo ven lo físico, si eres bonita o si tienes un cuerpo de diosa. Y por el contrario nosotras preferimos el dinero a una buena noche.
Así son todos los días y noches en la larga agenda de una prostituta cualquiera.
Hay momentos donde solo quisiera dormir y descansar, donde el coño me duele de tanto usarlo, donde el sudor me sabe a metal, donde el olor a sexo esta embriagando la habitación. Esos momentos donde me gustaría solo nunca haber entrado en esta vida.
Pero no siempre suele estar tan mal.
ESTÁS LEYENDO
Diario de una puta.
Fiksi RemajaTodas las noches eran las mismas. Los clientes llamaban, nos citábamos en algún motel barato, follabamos, pagaba por mis servicios, subíamos a su auto, me bajaba en alguna esquina y esperaba la llamada de algún otro necesitado. Todo era rutinario...
