Me encuentro en casa con mis padres y mi hermana mayor. Ellos hablan durante la cena mientras hacen ver que no existo. Mis padres tienen una empresa entre manos por la cual tratan de tener una bonita imagen de familia feliz y bondadosa, por ello yo estoy aquí. Soy adoptada.
Termino mi cena y me llevo mis cubiertos a la cocina. Mi hermanastra entra hablando por teléfono a la vez que me hace una señal de que ponga también sus cubiertos dentro del friegaplatos. Pongo los ojos en blanco
- Obvio que iré Ara... ¿Sabes? La voy a coger y me lo voy a follar... -me la quedo mirando con los ojos abiertos, ella está hablando dándome la espalda como si yo no existiese- Sí, está cañón, su madre debió echar un buen polvo para que esté tan bueno. Bueno le diré a mi padre que me voy a dormir a tu casa así no debo dar explicaciones de con quién duermo... Obvio tía, dormiré con Jaguar. Bueno te dejo.
Rápidamente y sin hacer ruido me dirijo al sótano, sí, una casa de cinco habitaciones, dos plantas más un sótano y me hacen dormir en este, en un pequeño cuarto. Mi teléfono suena.
- Kat hoy hay una pelea -me dice Elizabeth emocionada.
- ¿Una pelea? -pregunto confusa.
- Sí, boxeo. Me han dicho que hay unos tíos buenísimos sobretodo un equipo de un mánager y de un atleta. Quizás pierdas allí la virginidad... -me dice ella burlona.
- No sé...
- Oh vamos, hoy pelea Jaguar.
- ¿Quién?
- Es una fiera, no ha perdido ninguna pelea y tras cada una se tira a una chica distinta que previamente escoge. A nosotras no nos tocará, pero al menos veremos a un tío sexual.
- Paso, Marta irá y no quiero problemas.
- Nena, van más de 2.000 personas, no nos la encontraremos. Por favor, ya tengo las dos entradas.
- Mis padrastros no me dejarán ir...
- Escápate.
- ¿Por dónde, por la ventana? Te recuerdo que vivo en un sótano.
- Por ello es perfecto, tienes tu cama debajo de una ventana no muy alta pero sí ancha.
- No soy tu, te recuerdo que estoy gorda.
- No, no lo estás, por ahí cabes perfectamente. Ya ha llegado el momento de divertirte.
- Está bien.
Por la ventana de mi habitación veo como Marta se va y diez minutos más tarde veo a Elizabeth haciéndome señas para que vaya. Cierro la puerta con pestillo y llave y abro la ventana. Salgo por ella, pero antes de que se cierre, pongo un lápiz para evitar que cuando vuelva no pueda entrar.
Llegamos al polígono dónde se lleva a cabo un torneo de boxeo ilegal. Hay camellos por todas partes. Yo observo todo cuanto puedo y sin darme cuenta mi brazo choca contra algo duro. Levanto la cabeza y veo a un hombre de más de metro noventa, musculado, atractivo, con un cabello castaño oscuro y con unos ojazos verdes aturdidores.
- Ve con cuidado mocosa -me dice uno de los acompañantes del adonis.
- Cállate -dice este con una voz grave y muy autoritaria -Y tú, deberías ir con más cuidado -noto como en su voz hay cierta amenaza.
- Lo siento mucho -digo antes de ir a buscar a Elizabeth.
Estamos ya en la zona del público más o menos en quinta fila, en la zona norte del cuadrilátero. He visto a Marta en la zona sur, pero ella no me ha visto a mí. La luz se apaga y entran los luchadores mientras el árbitro los anuncia.
- Con metro ochenta y siete y cien quilos tenemos en la esquina azul al Lobo Carter -grandes aplausos se oyen y vitoreos. Entra un Hombre alto moreno, musculado, con cara de mala leche. Sube al ring y levanta los brazos como símbolo de victoria y se va a la esquina sur del cuadrilátero -Y con ciento quince quilos y metro noventa y tres, tenemos en la esquina roja al campeón, al invicto e inigualable Jaguaaaaar!!!
Todo el público se viene arriba, entra un hombre con capucha roja grande y una toalla en el cuello, con un torso que hacen dos del mío, con unos abdominales increíbles, acompañado de un moreno de ojos azules tan alto como el boxeador. El atleta sube al ring y se quita la capucha mirando en mi dirección y me encuentro con la mirada penetrante de una bestia castaña y de ojos verdes.
- Dios está como un queso -me dice mi amiga, yo me la miro y río.
- Lástima que tenga malas pulgas, ¿no? -ella me mira y se ríe, yo no lo puedo evitar.
- Me encanta su tableta -dice señalándolo. Yo bajo la cabeza sonrojada.
- Y a mí sus ojos -digo en apenas un susurro inaudible.
Siento como algo me cae en la cara, lo miro y veo que es una toalla. Levanto la vista y todas las chicas de mi lado me miran con odio. ¿Y ahora que he hecho? Vuelvo a mirar la toalla y luego a mi amiga, que me sonríe.
- Menuda suerte, tu primer combate y ya te llevas un subvenir del campeón. -me dice ella.
- Tal vez pierda -le susurro yo. Veo como una chica me mira con odio y me sorprendo. Por una toalla ya me miran con odio.... -Toma -le digo a la chica.
- ¿Estás de broma? -me pregunta ella alucinada.
- Yo ni la quiero ni la necesito y tú pareces desearla con locura así que toma -ella me mira y me sonríe.
El combate ya ha empezado Jaguar bloquea dos puñetazos y lanza dos a su contrincante. Tras el primer asalto el Lobo ya no se aguanta de pie. Empieza el segundo asalto y con solo dos golpes Jaguar se proclama vencedor. Levanta los brazos y todos a mi alrededor también lo hacen, tirándome al suelo golpeándome la cabeza. Me levanto y me doy cuenta de que me sangra la cabeza. Trato de pasar entre el público en búsqueda de la salida acompañada de mi amiga.
Cuando por fin logramos salir al exterior de la nave me siento mareada.
- Kat, ¿estás bien? -me pregunta Elizabeth.
- Me siento mareada, será mejor que me vaya a casa... -digo en un susurro.
- Vamos, llamaré a un taxi.
- No tengo dinero Elizabeth. -le digo con voz cansada.
- Yo te lo pago. Y no me lo vas a devolver -añade cuando me ve abrir la boca -de todas formas, tenía pensado buscar con quien follar hasta que se me irrite el...
- Vale, llama al taxi, quiero irme a casa -digo con una sonrisa.
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El Jaguar de mi vida
RomanceKatherine es una chica de dieciséis años cuya familia no la respeta demasiado. Ella es inteligente, alta, morena, con ojos marrones, con un complejo de gordura tatuado en su interior. Ella es una chica medianamente feliz lo cual hace que vea el mund...