El Jaguar de mi vida

Capítulo 19

Mi relación con Christian va viento en popa, me siento cuidada y mimada por él en todo momento. Hace ya dos semanas que nos reconciliamos. Mis costillas han ido mejorando y no se ha visto afectada su recuperación por mis diversos encuentros sexuales con Christian. A pesar de mi mejora él parece temer que con sus caricias o besos pueda llegar a hacerme daño y por ello, un día después de hacer el amor con Christian tras la golpiza que recibí se fue a matricular en una autoescuela para sacarse el carné de coche.

En este período de dos semanas el asunto del juicio contra mis antiguos padres parece no haber avanzado o al menos nadie me ha comentado nada. Sí que he visto varias veces al abogado representante de mis padres venir a la casa a ofrecer cierta cantidad de dinero para que se retire la denuncia que, por supuesto, hemos rechazado sin pensárnoslo dos veces. Aún y así, todos parecemos felices. Jonathan y Elionor no paran mucho en casa ya que están arreglando los papeles que conlleva mi adopción. Vino una asistenta social a verme cuando se formalizó la denuncia para confirmar que ahora me encontraba rodeada de gente que me cuidaba. No estaba a favor de ello porque Elionor es tatuadora, pero al oír a Christian decir que si era necesario secuestrarme para tenerme a su lado lo haría, se dio cuenta de que estaba en buenas manos.

He tenido varias visitas en mi cuarto, incluyendo en todas ellas a mis amigos Beth y Matt, a mi novio -me encanta como suena-, a mi jefa y a mis compañeras de trabajo. No he vuelto a saber nada de mi hermanastra ni de su familia. Sólo los he visto en televisión ya que todo esto ha causado un gran revuelo. Cuando los veo en pantalla salen o en la entrada de a oficina en el caso de Carlos y de su horrible mujer o en el instituto. Marta ya no es vista como a una amiga. Beth dice que las veces que se ha encontrado con ella en el instituto la ha visto sola en el comedor, algo inusual. Ahora sus amigas le dan la espalda supongo que por la imagen de mala persona que da ahora ella y su "perfecta familia".

A pesar de todo lo que me ha hecho esa chica ahora me da lástima verla sola y sin amigas. Supongo que lo más duro de todo debe ser tenerlo todo un día y a siguiente no tener nada. Y esto no lo digo porque haya perdido a sus amigas sino porque ahora todas las asistentas sociales que en su momento estuvieron a favor de que esa familia me adoptase están tratando de hundir toda credibilidad de estas personas. Supongo que el dicho de quien siembra lluvia recoge tormenta es cierto, o al menos en su caso.

Escondo mi rostro en el pecho de Christian que sigue dormido a mi lado tras la maravillosa noche que tuvimos ayer o esta madrugada. Su fuerte brazo derecho me tiene recostada sobre su cuerpo a la par que me abraza. Tras pensar en el cambio tan radical que ha dado mi vida en estas dos semanas los pocos rastros de sueño que aún estaban presentes en mí han desaparecido. Miro a Christian apoyándome en su pecho con un brazo. Él se remueve pero no se despierta. Cojo mi nuevo teléfono, regalo de Christian, y le hago una fotografía mientras duerme. Se ve perfectamente con mi Note 5. Guardo el teléfono rápidamente cuando veo que se remueve algo ¿incómodo? Se despierta y me mira con curiosidad.

- ¿Qué estabas haciendo? -su mirada soñolienta y su voz ronca hacen que en mi despierte el calor de la excitación.

- Na-nada -le respondo algo preocupada.

- ¿Nada, estás segura de eso? -me pregunta en la oreja, jadeo- Yo no diría que estabas haciendo nada, ¿a que no me equivoco Cachorrita?

- Y-yo... -digo alejándome un poco de él.

- ¿Por qué te alejas Cachorrita? -dice con una sonrisa lobuna. Debería llamarse Christian el Lobo Evans-Ven aquí -me coge la pierna y estira de ella poniéndome boca arriba debajo de él- Sabes que no soy una persona muy paciente así que Cachorrita, dime la verdad, ¿qué estabas haciendo antes de que me despertase? -me pregunta mientras empieza a besarme y lamerme el cuello. Noto su gran erección.