Capítulo 10

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Salgo de la casa y llamo a Elizabeth.

- Hola Beth, voy para la pastelería ¿paso a buscarte? -pregunto.

- Vale, perfecto Matt está aquí, nos podrá llevar a las dos -me dice ella.

- Genial, nos vemos.

Llego a casa de Beth cinco minutos más tarde. Delante de la puerta principal veo el coche de Matt y el coche de los padres de Beth. Son maravillosos, ojalá tuviese yo unos padres así... Toco al timbre y Elizabeth me abre la puerta.

- Pasa, supongo que tendrás hambre -me dice- hoy hay comida para un regimiento, mamá y papá querían conocer a Matt.

- ¿Y cómo va? -me pregunta.

- Los ha cautivado -me dice con una sonrisa mientras me ayuda a quitarme la bolsa con la ropa de trabajo. Yo me río. Entramos al salón.

- Kitty -me llama la madre de Beth- Oh cariño, estás preciosa. Supongo que la bruja que tienes por madre no te ha dejado comer. Siéntate.

- No hace falta Miriam -le digo con una sonrisa- hoy no estaban en casa. Ya he comido -le miento. No he comido desde que he salido de casa de Christian. Nuestra despedida me ha quitado el hambre.

- Me alegra verte Kate -me dice Jacob, el padre de Beth- ¿Te han vuelto a levantar la mano esos desgraciados? -me pregunta preocupado.

- No, todo bien -le digo con una sonrisa algo forzada.

- La última vez no la he olvidado cariño -me dice.

"- Esto es por no tener el desayuno listo -me grita Carlos. Me pega un puñetazo en la mejilla que me hace caer al suelo. Sus golpes son constantes. Cuando por fin para, noto como me baja sangre por la mejilla- A ver si aprendes que no estás aquí para dormir tranquilamente, eres una sirvienta -tas ello me escupe."

- Yo tampoco, créeme -le digo en un susurro.

- Papá, mamá, -oigo a Beth- nosotras nos tenemos que ir a trabajar. -me asusto cuando me toca el brazo- ¿Estás bien? -me pregunta Beth -noto mi respiración agitada.

- S-sí -le digo en un susurro.

- Vamos. Adiós -se despide de sus padres.

- Adiós -me despido tras salir con Beth.

- Ha sido un placer conocerlos -dice Matt.

Al salir a la calle, los restos del recuerdo se van. Dejo de sentir los golpes que ya no están.

- ¿Te encuentras bien? -me pregunta Matthew. Me limito a asentir. Me doy cuenta de que Beth ya está en el coche. Me abre la puerta y me coge la bolsa para ponerla en el maletero.

- Gracias. -le digo en un susurro.

El viaje transcurre en silencio. Al llegar Matthew baja el pestillo de las puertas con el control del coche.

- Katherine, -se gira a verme- ¿tus padres te pegan, verdad? Es por eso que no te dejan comer dulces y cosas de estas -me dice sin andarse sin rodeos.

- Matt cariño -dice Beth- será mejor que dejes el tema.

- No, tiene que decírselo a Jaguar -me mira de nuevo- Él te ayudará, créeme.

- No -digo firme- no se lo voy a decir y mucho menos tú.

- Katherine -me dice Matthew- sé que ha sido brusco cuando te ha llevado a casa pero...

El Jaguar de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora