Instituto zodiacal.

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Tauro

¡Wow! ¡Wow! Y más ¡Wow! Ha cambiado, y pensar que la vería un poco mas ¿niña?, pero aún viéndola con el look de "ruda" era adorable ¿qué no se daba cuenta que para mis ojos seguía siendo la misma? Y ese pelo rosa, le queda como a ninguna otra chica le quedaría, le queda hermoso. Aún sigue siendo la pequeña pez, aún sigue siendo mi pequeña pez. No he podido parar de pensar en ella desde ayer y aún aquí parado en la entrada del instituto sigo pensado en una ridícula pero bonita romántica sentimental.

Recuerda que tienes novia y esa es Capri.

¿Eh? ¡Ah si! Capricornio, ¿como fue que termine siendo su novio? Bueno, lo importante es que ella es mi chica y es la más perfecta de todo el universo, que bien se sintió pensar eso. No tengo ojos para otras chicas y menos para esa ridícula sentimental.
Sino me equivoco creo que tengo que esperar a Capri aquí en la entrada del instituto.
Mientras me comía un paquete de galletas de chispas de chocolate, pasan dos gemelos por mi lado, vaya que se notaba que eran amargados, ¿qué acaso esos no son los escorpiones? Decidí acercármeles un poco para reconocerlos y vaya que si eran ellos, mientras masticaba algo de mi galleta decidí hablarles.

-Pero miren quienes están aquí, si son los escorpiones, cierto?-digo tratando de sonreír pero en eso se me salen las migajas de las galletas, Tauro pasando vergüenzas desde su existencia, normal.

-Estúpido, nada más sirves para comer.-murmura Escorpio fulminándome con su mirada, mientras Escorpio-mujer solo me miraba atentamente, bueno, al menos esta es más agradable.

-¿Puedes cedernos el paso, Tauro?-suelta Escorpio-mujer con una risa burlona.

-¿Eh? Oh! Claro, por supuesto par de amargados...-murmuré lo último para mí mismo, estoy seguro que si hubiesen escuchado, no habría más Tauro que comiera todo lo que se encontrará.

Les cedí el paso, pero Escorpio, ¡vaya, hombre! Ya veo porque a Piscis le da algo de miedo, aunque Escorpio siempre anda sin querer asustarla, ¿es como si él la quisiera? ¿Él querer a alguien? Ja! Es Escorpio y las chicas como Piscis solo pondrían su mundo en patas arribas. Además a Piscis no le gusta, ¿cierto? Tal vez sí pero eso no me importa. ¿Verdad? La comida es mucho mejor que el corazón de una pez que no le encuentra sentido a su vida.
Me encogí de hombros aparte de no estar hablando con nadie.

-¿Tauro me escuchas, cariño?-una voz me hizo salir de mis pensamientos, cuando me di cuenta de que ahí estaba mi novia, Capricornio.

-¡Claro, Capri!-le sonreí algo ¿confundido? Cuando y cómo llegó tan rápido la Capricornio esta.

-A ver, ¿qué dije?-me miró con una cara de pocos amigos. Ya la cague, siempre que no la escuchaba terminaba en discusiones con ella, y eso, nada más llevamos 2 semanas de ser novios, no es mucho, pero es agradable estar con ella.

-Que amas a este glotón ¿cierto?-le dije mostrándole mis dos pulgares hacia arriba con una sonrisa de idiota.

Eso eres. Un idiota.

-Shh, cállate.-¿soy yo? O simplemente acabo de decir eso así de repente para callar a mí subconsciencia lo cual es estúpido.

-Tauro ¿tienes problemas? ¿Qué te drogas?-me mira Capricornio con el ceño fruncido.

-Pues comida, obvio.