Los siguientes días me pasee por los pasillos del palacio en busca de una solución para Alma y si no era así, una explicación para el hechicero, para que nos pudiera hacer una pócima para curarla.
Se me ocurrió de una, esta idea.... Y si le digo al hechicero que necesito una poción urgentemente para una amiga que le ocurre algo terrible y no creemos que se pueda recuperarse. Pero, no sería muy creíble por lo tanto tenía que pensar en otra idea...Ajá ya lo tengo le contaré la verdad, el siempre me ha confiado sus mayores secretos( me dejaba leer las pócimas de su libro , me contaba sobre su vida y anécdotas que servían para hacer la vida mejor...)
Cuando me terminé de decidir subí a mi habitación y comprobé que no había gente trabajando por el palacio y entré en ella, una vez dentro de la habitación presioné una palanca oculta y se abrió un pasadizo a mis pies, bajé por el pequeño y resbaladizo pasadizo hasta llegar a un puerta de madera.
-TOC TOC
-¿Quién es?
- Soy Iris, necesito una cosa urgente.
-Mmm y como compruebo que es vos alteza?
-¿No le vale con mi voz?
-No, lo siento, pero no puedo dejar pasar a nadie sin comprobarlo primero.
-Pero, Magma si sabes quien soy porque no me deja pasar?-Comenzaba a enfadarse pero decidió contestar amablemente- De verdad es urgente.
-Bueno alteza -si es que es vos (pensó en su cabeza)- pase, por favor.
Mientras Iris le comentaba lo ocurrido Magma no sabia que pensar, pero tenía que ayudarla fuera como fuera.
-Entiendo...
-¿Entonces me va ayudar?
-No he llegado a decir eso pero...
-Por favor... Por favor... Por favooor.
-Bueno, veré que puedo hacer por vos alteza.
-Gracias Magma.
Y dicho eso Iris salió de la pequeña habitación del hechizero. De pronto se encontró con un joven que decía ser el ayudante de Magma, ella que no sabia si creerle o no le dijo acompáñame por aquí.
El joven llamado Tomás le siguió por el pequeño pasaje hacia el castillo. En vez de llevarlo al despacho del rey decidió llevarlo a su habitación.
-¿Me permite preguntarle por su nombre, alteza?
-Por favor no me llames alteza, me llamo Iris, ¿y usted joven, como se llama?
-Como usted diga... Iris. Yo... Me llamo... Tomás.
-Vale, Tomás acompáñame a mi habitación, aquí no se puede hablar tranquilamente siempre hay guardias patrullando.
Llegando al pasillo, Iris se asomó haber si había algún guardia en su puerta o alguna chica de la elección que pudiera verla pero para su suerte no había nadie y aunque Iris sabía que iba contra las reglas y que le gustaba cinco. Le dió un beso en la mejilla y le pregunto si le podía contar todo lo que había ocurrido hasta acabar él en el castillo.
-Bueno pues, yo soy de este pueblo, mi familia me abandonó meses atrás y como no sabia que hacer para sobrevivir decidí presentarme en palacio para preguntarle a la reina si podía ofrecerme algún trabajo para poder comer, ella me lo ofreció y yo lo acepté encantado.
A Iris le cautivaron esos ojos color miel, ya sabía suficiente de el, aunque habían cosas que desconocía y otras muchas que le parecían familiares, le dió un beso apasionado en la boca y Tomás se lo devolvió.
Estaba muy confusa, no sabia si era lo correcto, cinco era un chico que le caía muy bien pero siempre había algo que le hacía reflexionar sobre su futuro con el y nunca lo veía claro.
A Tomás comenzaba a pisarle la curiosidad por ver como sería hacer el amor por primera vez con una chica que no conoce realmente pero que le resulta muy familiar. Tomás empieza botón a botón desabrocandole la bonita blusa que llevaba puesta. Iris nunca lo había echo, igual que él por lo tanto perderían la virginidad en el mismo tiempo, asi que comenzó quitándole la chaqueta que llevaba y sacándole la camiseta de un solo estirón. Tomás iba poco a poco una vez quitada la camisa le metió la mano por debajo de la espalda y le desabrocho el sujetador, se quedó un poco parado al no saber seguir respondiendo pero se guió por su instinto que le decía que le bajara la falda de una así que eso hizo. Iris desabrocho el pantalón y se lo bajo, vió rápidamente la erección del chico y se sonrojó rápidamente. Tomás que nunca lo había sentido se sintió un poco extraño pero continuó con su tarea le bajó las bragas y se colocó encima de ella de forma estratégica, y dejo que le desvistiera del todo. Iris le metió la mano por dentro del bóxer y vio su gran miembro ponerse cada vez más duro, se los bajó y Tomás sin pensarlo cogió su miembro y se lo introdujo a la chica poco a poco para que ni ella ni el sufrieran. Una vez dentro de ella totalmente, Iris comenzó a gemir, y él aprovecho para aumentar la marcha, hasta que llegó a las embestidas contra ella.
-Tomás... Me estas haciendo daño
-Iris... Shhh.- y Tomás disminuyó un poco la marcha-.
-Dime que me quieres.
-Te quiero.
-Que nunca me abandonarás.
-Jamás. Prométeme que le diremos a tus padres sobre lo nuestro.
-Te lo prometo.
-Te quiero
-Te quiero
-Esto... ¿Tomás no te has puesto protección verdad?
-Mmm. Pues ahora que lo pienso no. Pero... ¿Continuo?
-Sigues haciéndome daño... esto se siente incómodo, baja el ritmo...
- Vale...- sacó su miembro de ella y recorrió con ligeros besos su cuerpo hasta llegar a su intimidad-
- Mmm...
- estas bien? - dijo mientras jugueteaba con su parte-
- sigue... -dijo ella entre gemidos-
Acto seguido....
....continuará