Capitulo 4.

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Capítulo 4.

“Deberías sacar tu lado bueno”.

Luego de una larga discusión con el hijo de puta de Harry, me largué de la estúpida casa, Ariadna iba también muy enojada e iba adelante, entró al edificio y sentí un grito: “Rose”, me di vuelta y Harry venía corriendo, rodé mis ojos y me acerqué un poco.

-¿Qué pu*tas quieres, Styles? –Pregunté de mala gana.-
-¿Podrías salir conmigo el viernes? –Fruncí el ceño.-
-No. –me di vuelta y me dispuse a entrar al edificio, me jaló del brazo y me atrajo hacía él.-
-Mi padre murió hace cinco meses, ¿por qué crees que soy así con mi madre?, no tengo ningún amigo más que Zayn ya que nadie me da la puta confianza, mi madre no me ve con nadie más hace mucho y está pensando que soy gay. –Se cruzó de brazos.-
-Eres maricón, “gay” te queda muy chico. –Pausé.- ¿Por qué yo?
-No quiero una rubia.
-Hay más personas en el colegio. –Dije.-
-Irás de todas maneras.
-No. –Fruncí el ceño.-
-Sí.
-No.
-Sí.
-No. –volví a decir.-
-Sí. –Rodé los ojos.-
-El viernes ¿a qué hora? –sonrió-
-¿A las cuatro?
-Como sea, tú pagas y vienes por mí. –Asintió y medio sonrió, me retiré de ahí y me fui a mi hogar.-

Subí hasta mi piso y encontré a Ariadna sentada en el sofá.

-¿Desde cuando empiezas a ir al colegio?
-Próximo lunes. –sonrió.-
-Bien.

[…]

El día viernes llegó antes de lo que pensaba, salimos del colegio, Harry se comportaba igual de insoportable que siempre, no sé porque lo hacía.

Ariadna había salido con mi madre y pues yo, debía arreglarme para Salir con el cabrón de Styles.

Me puse esto: y esperé a que el timbre sonara.

Tocaron la puerta y corrí a abrir, era Harry quien vestía una camisa roja y negra, a cuadros, le sentía muy a su favor.

Sonrió y se le marcaron los hoyuelos.

-¿Qué? ¿Ya vamos?
-Te has arreglado. –Comentó- Supongo que te importa tu apariencia cuando estás conmigo. –Reí bajito y rodeé los ojos.-
-Claro, no quiero que me fastidies una hora diciéndome lo fea que me veo. –Él torció los labios y apretó el botón del ascensor, este se abrió y ambos entramos.- ¿Dónde iremos?
-Cine. –Se colocó las gafas ray-ban.-
-Oh, vale. –Pausé.- Se te ha escapado el sol. –Reí bajito, él frunció el ceño.-
-¿Por qué lo dices?
-Probablemente porque estamos en invierno y llevas tus gafas puestas, no he visto el sol salir desde hace mucho. –Me dio un pequeño empujoncito.-
-Cierra la boca.
-¡Hey! –reí.-

Llegamos abajo y comenzamos a caminar hacia el cine.


-¿Sabes que eres un bipolar, no? –Hablé para romper el hielo.-
-No soy bipolar, Rose, te sigo odiando.
-¿Por qué me odias?
-No te odio a ti… simplemente odio tu presencia. –Negué con la cabeza.- Odio lo que haces… -lo miré.- Gemma lo hacía. –Fruncí el ceño, ¿Gemma?- Mi hermana.

Guardé silencio, no quería entrometerme en su vida privada. Llegamos al cine, luego como de 30 minutos de caminar, habíamos guardado silencio, mucho, pero no era incomodo, era como si ambos supiéramos que en ese minuto se debía callar.

Vimos las películas que estaban presentando.

-¿Cuál te gustaría ver? –Me preguntó, lo miré y me encogí de hombros.-
-Tal vez… Monster University.
-¿Esos monos feos? –preguntó y yo reí.-
-¡Vamos! –Jalé su camisa como una niña de cinco años.- ¡Veámoslo Harry! –Insistí.-
-Como sea. –Rodó los ojos.-

You will never hurt me | H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora