Capítulo 16.
“Finalmente adiós”.
Escucha: http://www.youtube.com/watch?v=jzyLb44Nj7M (Sí se detiene, escúchala nuevamente y sí quieres puedes ver su hermoso significado )
Narras tú.
Salí del hospital, furiosa, furiosísima, ¡estúpido Harry! ¿qué se creía? ¿qué podía llegar y besarme, que diría que todo el tiempo estuve enamorada de él y que lo vuelva a besar? ¡No! Dios mío, James si se entera, lo golpeará más fuerte, por eso, es mejor dejarlo en secreto.
Tomé un taxi que me llevó rápidamente a mi departamento, subí y no había nadie, pasé directamente a la habitación de Ariadna, la mía me daba depresión, me sentía estúpida ahí, todos mis secretos y memorias, mis heridas, mi sangre corriendo por mi piel, ese era el cuarto del terror, no una habitación de una chica normal de 17 años.
Harry se apoderó completamente de mi mente, ¿qué mierda le pasaba? Se supone que me odia, ¿por qué me besó? Mi __________ interna está furiosa, sobre todo ahora que comienza a reflexionar… sólo fue un beso, eso no significa nada para mí.
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Un trueno me despertó, lo peor de todo es que ni siquiera sé cuándo me dormí, estaba en la cama de Ariadna y escuchaba voces de la cocina, debía ser mi madre que había llegado del trabajo con Ari, sentí mi celular vibrar y no le hice caso, de seguro era Sid, ese idiota o tal vez Tony y hay un 0,1% de probabilidades que sea Cassandra, mi querida hermanita…
No les hice caso, no estaba de humor de hablar con alguien, a menos que sea mi novio... ¿Dónde estará? Tomé el celular, teniendo esperanzas de que fuera él, en menos de 5 segundos comenzó a sonar nuevamente, puse los ojos en blanco y contesté.
-Sí eres Harry, no quiero hablar contigo. –Contesté de mala gana, escuché unos sollozos de la otra línea.- ¿Bueno?
-¿_______________? –escuché a penas.-
-Con ella. –respondí.- ¿Se puede saber quién es?
-Phoebe. –¿PHOEBE? ¿Conozco a alguien con aquel particular nombre? Comencé a hacer memoria, pero no venía nada.- La hermana de James…
-Oh, ¡claro! –recordé- ¿Te pasó algo, cariño?
-Pasa de todo… -dijo llorando.- James… él acaba de morir. –soltó de pronto.-
Fue tan de pronto que no alcancé a reaccionar, no me di cuenta que comencé a llorar tan radicalmente, mi sistema nervioso, cardiaco y estomacal se contrajo, mi mundo se acabó en ese segundo, en el que pronunció “Él acaba de morir”. No se alcanzó a despedir de mi, “Lo que más me da miedo, es morir sin despedirme de ti” recordé sus palabras, luego mis regaños de que no dijera semejantes cosas, que a él le quedaba mucho, pero no, estaba equivocada él ya no estaba, él se había ido, él me había dejado, cerré mis ojos, estos dolían, no sé como pude soltar tantas lágrimas en uno o dos minutos, mis manos temblaban, lo que quedaba de mi corazón igual, mi novio, mi amigo, mi héroe, mi compañero, él ya no está.
-Sé que estás triste, créeme que lo sé, que estás llorando más de lo que todo lo que has llorado en tu vida, estamos en el servicio medico legal, con su cuerpo… -entonces cortó.-
Me levanté de la cama y me coloqué los zapatos, mi corazón no latía, mi pulso se detuvo, pero mis lágrimas, mis lágrimas aumentaban cada vez más, todo el dolor y sufrimiento que estaba llevando era inaudito, nadie merece esto, nadie merece sufrir de la manera que he sufrido yo, ¿por qué me dan algo y me lo arrebatan tan bruscamente? Yo lo quería, yo lo amaba, él era la única persona en el mundo a la cual quería de verdad, él único que se fijó en mí de esa manera, traté de respirar con normalidad, pero no, no me salía, corrí a mi cuarto a buscar un chaleco, al entrar vi una gran caja en la cama, con una carta arriba, tomé el chaleco y seguido la carta, lo otro podía esperar, guardé el sobre en mi bolso y salí corriendo de mi hogar, no sé como lograba ver las cosas, mis ojos estaban inundados.
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-¿Dónde está? –pregunté al llegar, estaba muy agitada, muy cansada tuve que correr para llegar, no habían taxis debido a la lluvia y truenos, mi ropa estaba empapada y yo tiritaba, no sé si era el frío o todos mis sentimientos acumulados, el dolor que sentía ahora, era nuevo, no era el de siempre al hacerme heridas, este era peor.-
-___________, ¿te sientes bien? –preguntó, al parecer, la madre de James.—
-No, para nada, no sé cómo he afrontado esto sin gritar y lanzar llantos desconsoladores, lo único que quiero hacer es eso, quiero desahogarme, tengo tanto dolor en mi cuerpo que necesita salir, vine a ver a su hijo, una última vez, una despedida. –limpié mis lágrimas, o traté, la señora me abrazó y lloró, tanto dolor, en tan poco tiempo.-
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“Jamás fui bueno haciendo cartas, en el colegio a la hora de dar el examen de estructura de una carta creo que era más el trabajo de mis compañeros que mío, ya sabes, nunca fui un alumno destacado o importante, hasta que crecí, creo que mi apariencia cambió… ¿ves? No soy nada bueno, yo no escribo esto para hablarte de mí apariencia física ________________, eso es lo que menos me interesa de mí.
Te extrañaré, mucho. Tanto que ni sabes, ¿por qué caí tan enamorado de ti? Jamás pensé enamorarme tanto de alguien, en tan poco tiempo, te conté secretos, sólo a ti, sólo tú sabes de mi vida personal y espero que eso quede hasta que muera, sé que no es mucho, sé que mi enfermedad probablemente me acorte los años de mi vida y… sé que me queda poco, día a día siento cómo mi cabello se va cayendo, mis uñas están de un color extrañamente morado y sí me tocas muy fuerte un moretón no tarda en salir, me sangra la nariz cada hora y eso no es bueno, estoy perdiendo mucha sangre, no quiero que me veas así de débil, así de estúpido. Pensé que era fuerte, enserio lo hacía, sobreviví a peleas pandilleras nada tranquilas, me apuñalaron en la espalda, me partieron la nariz y me rompieron una pierna, ¿y no resisto a esto? A una estúpida enfermedad. No quiero que llores por mí, no quiero que me veas a diario y notes como mi piel palidece, mis ojos se oscurecen y mi cabello se cae. Decidí irme, a otro país, a luchar contra este virus solo, sé que puedo. No quiero depender de ti, que me veas calvo, ¡no!, tienes demasiados problemas para sobrellevar el mío, no quiero darte preocupaciones.
Me voy lejos, no te diré dónde, nadie sabe, ni mi familia, ¿puedes visitar de vez en cuando a mi madre y decirle que estoy bien? Que no se preocupe, que la quiero, a Phoebe igual y al bebé, ¿lo recuerdas? Es adorable, cuando lo cargaste, enserio pensé que algún día serás una perfecta madre mi amor, aunque no sea mío, ¿algún día nos volveremos a ver? Eso es lo que más quiero, una vez sano, te compraré flores de tu color favorito, rojo, no creas que me olvidé, yo no olvido nada importante, no te olvidaré a ti. Hay muchas probabilidades de que nos volveremos a ver, pero también tengo muchas posibilidades de morir, sí alguna vez lo hago, serás la primera en enterarte, le hablaré a mis amigos de ti a diario, le recordaré cada anécdota que vivimos, hasta que ellos se las aprendan de memoria, le describiré como eres, lo perfecto que es tu rostro y tu personalidad, porque créeme amor, eres perfecta. Jamás me cayeron tus amigos nuevos te han hecho tomar un muy mal camino, horrible, pero yo no quiero ponerte limites, soy tu novio, no tu jefe. ¿Cuándo llegue nuevamente, te podría abrazar y besar? Estaré contando los días, horas y minutos que esto implica, no pasará ni un segundo en el que no piense en ti, te quiero mucho. Hice esta carta en vez de una despedida, porque sé que no me habrías dejado ir, me hubieras dicho; “No lo hagas, James, no quiero perderte” y como tengo la enfermedad de __________ aguda me hubiera quedado, es cómo un hechizo, no lo sé. Te diré esto en la carta, Te amo, te amo, te amo con tanta pureza, mis palabras son sinceras, las palabras se las lleva el viento pero estas no, son permanentes, te lo juro, no miraré a nadie más, veré día a día cada foto de nosotros juntos y pondré retratos de nosotros en mi nuevo hogar, cada vez que llegue en el trabajo los miraré y diré: “Hola cariño, fue un día duro, estoy cansado” con el deseo de que me respondas, pero sé que no podrá ser así, no. No necesité sexo para saber que me amas, o saber que yo te amo, no quería presionarte. Te dejé una caja, hay varias grabadoras dentro, día a día me grababa diciendo cosas estúpidas y quiero que las oigas, quiero que rías y llores escuchándolas, escucha cada una, a veces te grababa a ti a escondidas, te dejé un retrato, está debajo de todo es grande y me gustaría que estuviera en tu cuarto, Hay muchas más cosas mías y de nosotros que me gustaría que conserves, yo me llevo muchas.
No te auto lastimes, no llores por esto, llora de alegría, piensa en nuestros recuerdos y en lo hermosa que era nuestra relación, no dejes que te lleven abajo, porque si te tratan de tirar al suelo eso sólo significa que estás por encima de ellos.
Te quiero cómo se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás. Siempre pensaré en ti, te escribiré una carta día a día, no las recibirás pero sí te vuelvo a ver, te las entregaré y las podrás leer, te escribiré una canción aunque sea pésimo, me tatuaré tu nombre, quiero vivir contigo lo que queda de mi vida aunque no estés aquí. TE AMO, hoy y siempre, de aquí a la luna. Siempre en mi mente, princesa, te amo incondicionalmente amiga, compañera, novia, mujer de mi vida.
Finalmente adiós.
-James”.
Mis lágrimas no cesaban, mi corazón retomó su pulso, más rápido de lo normal, estaba tan herida, James no tuvo velorio, lo enterraron directamente, su madre tiene otras creencias, aunque yo le fui a dejar flores antes que todos al cementerio, Ariadna acariciaba mi cabello mientras lloraba con la cabeza en sus muslos.
-Él me amaba, yo lo amaba. –le dije-
-Lo sé, cariño, tranquila ¿sí? Él está en un lugar mejor.
-Él quería vivir, pero no alcanzó, él quería recomenzar su vida.
-Shh… -trató de calmarme- ¿abriste aquella gran caja? –preguntó y yo negué.- deberías.
-Me duele todo lo que tenga que ver con él, luego lo haré Ari.
-Él te quería tanto, aparte era muy guapo. –comencé a llorar nuevamente.-
-Es mi príncipe azul, mi primer y único príncipe azul.
-Dios hace las cosas por algo –Soltó, yo asentí aun llorando.- Esto te duele mucho, sólo pasó ayer ¿crees que lo superarás? Sé que lo harás, tal vez demores pero lo harás.
-No, Ariadna. –alcancé a decir.- Este es el mejor regalo de navidad. –comenté sarcástica mientras lloraba, sólo dos semanas.- Las conspiraciones se han unido para hacer que lleve una vida de mierda, ¿qué crees? Lo han logrado. –respiré hondo.- me falta todo, mi corazón se lo llevaron.
-La vida se destruye en un segundo y se reconstruye en años. –comentó.
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Hermosa carta :’( *matan12* ah.
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