Capítulo 10.
“Eres tan cabrón”.
-¡No puedo creerlo! –dije al mirar el armario y sacar el adorable peluche de tigre.- ¡Diente de púa! –lo abracé.-
-¿Escuchaste lo que te dije, _____________? ¿aunque sea un poco?
-¡Mira Ariadna! –le mostré a mi prima mi peluche de la infancia.- ¡Lo tenía en el olvido!
-¡_____________! No me prestaste atención en lo absoluto. –dijo y abracé nuevamente el peluche.-
-¡Jamás te dejaré! –y luego de estar minutos abrazando al peluche recordé que Harry vendría en minutos, ugh, debía decirle a mamá.-
Salí del cuarto dejando a Ariadna.
-¡Gracias! –escuché su grito y reí.-
Fui al cuarto de mi madre, ella se encontraba hablando por teléfono.
-Mamá, le he dado la llave de la casa a Harry y entrará sin tocar en cualquier momento irá a mi cuarto sólo no le hagas caso. –dije y salí de la habitación.-
Caminé a mi cuarto nuevamente, había dejado a Ariadna sola y ya debería estar enojada. Antes de entrar sentí a Ariadna lanzar un grito, entré rápidamente y vi a Harry sentado en mi cama y a Ariadna horrorizada saliendo del baño.
-Buenas noches. –dijo Harry, rodeé los ojos, que fastidioso.-
-Vale, Ariadna, ya te debes ir. –la tomé del brazo.- adiós. –la saqué del cuarto y cerré la puerta.-
-¿y esto qué? –preguntó Harry viendo a diente de púa.-
-mi peluche de la infancia. –ni siquiera sé porque le dije.- bueno, hace mucho que no lo veía. –tomé el peluche.- me refugiaba en él, ¿sabes? –él rodó los ojos, QUE IDIOTA DIOS, a él no le importaba.-
-¿Sabes que no me importa en lo absoluto, verdad? –rodeé mis ojos.-
-Ya déjame. –me crucé de brazos y me senté en la cama.- tengo sueño.
-Estás loca. –rió.-
-Lo sé. –le di la espalda.- sal de mi cama, dormiré.
-El piso es comodo. –se metió dentro de mis mantas y comenzó a dormir, rodeé los ojos, las ganas de golpearlo me sobraban-
-Voy al cuarto de Ariadna. –tomé mi pijama y fui donde Ari.-
[…]
-¡Buenos días! –entré a la cocina.-
-¿Por qué Harry está acá? Y en tu cuarto, joder. –preguntó Ariadna.-
-Porque es un cabrón que siempre se sale con la suya.
-Dios santo, no puedo creer que te manipule de esa manera ¡eres tonta ___________!
-No me jodas, Ariadna. –saqué una caja de leche blanca y tomé directamente.-
-Aparte asquerosa, dios santo, ¡mujer!
-Ariadna cierra la boca. –dije y salí de la cocina con la leche en la mano, llegué a mi habitación, me senté en mi cama y sentí a Harry quejarse.-
-¿Qué hora es? –preguntó mucho más ronco de lo normal-
-Ni idea.
-ve en un reloj o algo. –me dijo, fruncí el ceño.-
-Velo tú, cabrón flojo.
Sentí como tiro de mi brazo, me lanzó en la cama y se subió a mi cintura, casi parecía que íbamos a follar, traté de quitarlo.
-No soy un cabrón. –me dijo y yo reí.-
-¡Claro que no! ¿Cómo crees? –dije sarcástica.-
-Admite que te encantaría coger conmigo, follar la noche entera, que te de… que…
-¡Cállate!, ¡cállate! –comencé a gritar.- ¡Qué asco! –puse una cara de desagrado máximo.- ¡estás loco! ¿cómo se te ocurre?
-demuéstralo. –me dijo.-
No sé que mierda, ¡que mierda!, Harry comenzó a besar suavemente mi cuello y a acariciar mi cintura mientras se acomodaba delicadamente encima de mí, comenzó a moverse al compás de sus besos y sus caricias, me sentía tan extraña, todo esto lo era, jamás lo habría imagina, ¿él gustará de mi? ¡no lo creo! Pienso que todo esto es una broma, una de mal gusto, no quiero que abuse de mi castidad, sí con alguien debería perderla es con mi novio, no con este hijo de puta que tenía encima. Pasó sus largos dedos por mi trasero, dios, ¡no más!, gemí suave y fue tan bajo que creo que con suerte lo alcanzó a escuchar. Esto no me producía excitación, me producía… ¡extrañeza! ¡asco se podría decir! Pero no podía quitarlo de encima, no sé porque. Besó mi cuello y comenzó a separar sus labios, sentí una presión, no dolió pero me produjo un placer enorme… ¡esperen! ¡un chupón! ¡era un chupón! ¡James! ¡me mataría! Traté de quitarlo de encima pero él no dejó.
