Capítulo 15.
“Buena paliza”.
Narra Harry.
Sentí que ____________ entró, cerré los ojos y fingí estar dormido. Me dolía el cuerpo entero luego de la paliza que me otorgó su novio, o más bien, ex novio anoche, todo lo que me dijo, sé que le romperá el corazón a ____________ y es muy probable que tal vez se suicide, lo peor de todo es lo que me pidió, yo no lo puedo hacer, se equivocó de persona, _____________ jamás se enamoraría de mí.
-Flashback.-
-Enamórala, yo sé que puedes, no le hagas daño, ella no lo merece. –me pidió, sus amigos estaban a unos metros de nosotros y eran muy intimidantes.-
-Estás loco. –traté de irme, pero él me detuvo.-
-Me voy lejos, me iré a Australia, no quiero que ella me vea morir, que vea como mi cabello se cae, ni muchos menos que sufra por mí, soy una de las pocas personas que le importan sus sentimientos, sé que sufrirá con mi partida pero puedes llegar tú y reconstruir su corazón poco a poco, yo sé que en el fondo, ella te quiere. –yo rodé los ojos.-
-No, ella me odia, yo la odio y así todo bien.
-Harry, ¿No tienes sentimientos? ¿nada te importa acaso? –preguntó impasible-
-¡Joder! Claro que tengo, pero hacía ella no, absolutamente nada. –me crucé de brazos.-
-Harry… por favor hazlo, imagina que ella es una persona la cual realmente te interesa. –rodé los ojos-
-Intentaré. –dije al fin.- Pero no prometo nada. –iba a irme, pero él nuevamente me detuvo.-
-Ah, sí amigo, antes de que te vayas yo… -pausó y me lanzó un gran puñetazo en el rostro, dejándome en el suelo, traté de levantarme pero llegaron sus amigos y comenzaron a darme la paliza de mi vida.-
-Fin del flashback-
-No sé por qué estoy aquí. –murmuró, cubriéndose el rostro con amabas manos.- tú me odias Harry… -murmuró, oh no, yo no lo hago ¿o sí? ¡Mi cabeza está echa un lío! Uno de los puros.- Cada vez estoy más loca, ahora hablo sola. –Eso me causó gracia y solté una risita, ¡Maldita sea! Ella lo notó.-Idiota. –me dijo y abrí los ojos.-
-Tonta. –le dije divertido.-
-Cabrón.
-Tú no pasas ni un día sin decirme una mala palabra, jovencita.
-¡Ah! ¿Es qué ahora soy yo, señor Styles? –preguntó con gracia-
-Nunca dejarás de ser tonta. –afirmé negando con la cabeza-
-Mhmm… ¿Gracias?
-¡No! No deberías agradecerme. –reí.-
-¡Aguarda! Dentro de lo que cabe no estás siendo nada malhumorado, ¿pasa algo? –preguntó dudosa.-
-¡Sí! Tal vez tu novio me golpeó y no tengo fuerzas para tirarte mierda. –ella puso los ojos en blanco.- ¿Me estás poniendo los ojos en blanco, hija de puta? ¡Es de mala educación!
-¡Decir malas palabras igual! Así que no te creas de las altas curnías (1) –me dijo-
-Callate, sería mejor.
-Oh, genial, ¡volviste Hernán! -Celebró.-
-¿¡Hernán!? –pregunté exaltado, con rostro extrañado-
-Sí, así sería tu nombre en español, Hernán. –puse los ojos en blanco, que tonta.-
-No me gusta. –dije.-
-Vale, no me importa… -pausó.- tus heridas en el brazo están feas –tomó mi brazo suavemente y una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo entero, su toque era tan suave, nadie me tocaba, a nadie dejaba, ni siquiera a Zayn, pero ahora era distinto, necesitaba que alguien se preocupara por mis heridas y su toque era suave.- James, estuvo mal. –“JAMES, JAMES, JAMES” ese nombre retumbó en mi cerebro, ¿Cómo le diría? A diario le hago sentir mal, pero ahora, era distinto, rompería su corazón –Pero se supone que luego debería arreglarlo— la miré por un rato, rozaba sus dedos con mis heridas, sus ojos cada vez estaban con más ojeras, pero ella se me hacía linda como sea, menos cuando lloraba, oh, como lo detestaba, dios. Era tan delgada y creo que había perdido unos kilos más, ¿Cuánto medirá? 1, 70 tal vez, ¿y el peso?-
-¿Cuánto pesas? –le pregunté, ella me miró y se encogió de hombre.- ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al médico?
-Hace dos meses, dónde tu madre. –respondió.-
-¿Te pesó? –ella asintió.- ¿Cuánto era?
-¿Por qué quieres saber?
-Cada vez creo que adelgazas más, ¿te midió y pesó? –volví a preguntar, ella asintió nuevamente.—
-Uno setenta y uno. –me dijo su altura.- y…
-¿Y…?
-y el peso no lo recuerdo. –mentía, lo sé.-
-Oh, vamos, sólo quiero saber.
-¿Cuarenta y siete? No recuerdo, tal vez menos. –fruncí el ceño, ¿era raquítica, tal vez? .-
-¿Cuándo fue tu última comida? Digo, desayuno, almuerzo o cena, que día también. –puso los ojos en blanco y miró hacia abajo.-
-Un par de semanas –abrí mis ojos de par en par.- y fue el almuerzo, James me obligó, pero no duró mucho en mi estómago. –negué con desaprobación.-
-Ten. –saqué el chocolate que me había traído Gemma, lo había dejado bajo la almohada.- Come. –ella negó.-Hazlo. –ordené, tomó dudosa la barra y lo abrió torpemente.- Odio ver cómo te destruyes. –una lágrima cayó por su mejilla y mientras comía la barra de chocolate lloraba en silencio, no sé porque me dolía tanto verla así.- No llores, odio ver cuando lloras, es frustrante, te ves tan débil _____________. –limpió sus lágrimas y murmuró un; “lo siento”.- Quiero dormir. –le dije, ella se levantó de la silla en dónde estaba, me senté en la camilla, tomó su bolso y dio media vuelta para irse, la tomé del brazo y la acerqué a mi, besé sus labios torpemente, se sentía raro, ella tardó unos segundos en responder, pero lo hizo, se movía al ritmo de mis labios, ¿QUÉ ESTABA HACIENDO? No podía estar haciéndole caso a James, que zopenco haría eso, no, tal vez no le estaba haciendo caso, tal vez, en realidad quería besarla y no me disgustaba para nada, me separé un poco de ella, el aire me faltaba, a los segundos sentí una mano caer fuertemente en mi mejilla, ¡Que cachetada!—
-¡Idiota!, Tengo novio, dios mío. -dijo exaltada y se fue, casi corriendo, sonreí, sabía que no saldría sin un golpe.-
-Qué asco. –murmuré limpiándome la boca.-
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Altas curnías(1): Alta sociedad, clase alta.
¡HARRY IDIOTA! Muchos kisses.
