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Al entrar a la cabaña Valentina vio muchos perros acostados en la alfombra, todos dormidos. Y en una esquina de la cabaña una cuna. A Valentina le importaron más los perros, pues se los quería llevar.
-Vamos malditos perros, vengan.
Los perros despertaron, le comenzaron a gruñir y acorralar en la esquina donde se encontraba la cuna.
-Tranquilos, lindos perritos.
Valentina estaba segura de que la morderían a ella y a Andy. Pero, por suerte, se escuchó un ruido afuera de la cabaña y los perros salieron a ver qué era. Todos salieron menos uno, un cachorro recién nacido dormido. Valentina no le quedó de otra más que adoptar al cachorro. También se dio cuenta de la cuna, y dentro de ella, había una bebé güerita.
A Valentina le pareció extraño ver a un bebé abandonado en medio de la nada, sobre todo en el Polo Norte. No le quedó de otra más que adoptar también a la niña.
Andy quiso llevarse cargando al cachorro mientras encontraban a alguien quien los pudiera llevar de nuevo a México.
Mientras caminaban Valentina pensaba un nombre para ponerle a la niña. Ella también despertó.
-Que tal Clotilde- le dijo Valentina a la bebé. La niña hizo muecas.
-Mmm, ¿Teresa?- la niña volvió a hacer muecas.
-¡Ya se! Aneliz- la niña río mientras aplaudía con sus pequeñas manitas.
-Pues Aneliz será- le dijo Valentina.
(...)
Valentina deseaba otra hija, pero no quería volver a casarse, pues su corazón le pertenecía a Fernando. La única opción que le quedaba era la adopción. Valentina localizó un DIF cerca de su casa y fue hacia allá.
Revisó cada uno de los perfiles de las niñas en adopción. La que le gustó más fue el de una pequeña niña llamada Evelyn. Hizo el papeleo para la adopción y la llevó a su casa.
Cuando entró el perro llegó a saludarla y al ver una persona desconocida comenzó a ladrar. 
-¡Andy calla a tu perro!- le gritó Valentina.
-Se llama Joshua Firulais, mamá.
-Bueno calla a Joshua. Y te presento a tu nueva hermanita: Evelyn.
-Hola.
Evelyn se escondió detrás de la pierna de Valentina y la saludó. Lo que Valentina no se imaginaba era que la familia iba a crecer exageradamente en un futuro.

La familia disfuncionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora