Corromper a un ángel (COMPLETO)

Capítulo 16.

Cat

Después de que Darrel se fuera, salí a comprar unas bolsas de papas y algo para beber con Elisa estaba a nada de llegar y tenía muchas cosas que platicarle de estos días que no nos habíamos visto y que tampoco habíamos hablado.

Me cambie de ropa y me puse algo más cómodo para poder estar en casa. Bruno no dejaba de oler todas las esquinas y cada rincón del departamento, cómo si alguien pudiera entrar a este lugar y quisiera robarse algo, no tenía nada más de valor que mis libros y a Bruno.

Cuando estaba abriendo las bolsas de papas escuché que tocaban a la puerta, Bruno levantó sus orejas y movía su nariz de un lado al otro. Me limpie las manos y fui a la puerta, al asomarme a ver por la mirilla vi que detrás estaba Elisa, una sonrisa se dibujó en mis labios y abrí de inmediato. Se me echó a los brazos y me apretó tan fuerte que no podía respirar.

—Creo que me has extrañado —sonreí.

—No te imaginas cuanto —nos separamos y al hacerlo me mostró una botella que sostenía en una mano. El líquido era rosado y se veía rico.

—¿Qué es eso? —señalé la botella.

—No sé, ahí dice que tiene alcohol y bueno algo es algo —se encogió de hombros y pasó a mi lado —. Tienes que decirme todo lo que has hecho estos días.

Cerré la puerta y fui a la cocina por las papas y dos copas. Al regresar a la sala Elisa estaba jugando con Bruno que estaba con las patas hacia arriba mientras mi amiga le acariciaba la panza y le rascaba. Me senté a su lado dejando las dos copas encima de la mesa junto a los tazones con papas.

—¿Y qué tal Chicago? —Elisa cogió la botella y la abrió, después cogió la copa para servir del líquido y me la pasó, le entregué la otra copa y ahora se sirvió ella.

—Es muy lindo, todo ahí está lleno de vida, las personas, las calles, todo es tan...irreal —suspiré llevándome la copa a los labios.

—Pero dime más, quiero saber todos los detalles, como son los amigos de Darrel, como te trataron, todo, dime todo.

—Bueno, ellos son muy...normales.

Era obvio que no le iba a decir que Devan en realidad era un mafioso y que tenían una de las mansiones más hermosas que yo haya visto en toda mi vida, con grandes jardines y enormes extensiones de terrenos a su alrededor.

—La esposa de Devan es muy linda y su bebé es una cosita muy linda y tierna, el hermano de Devan, Declan, se portó muy bien conmigo, me trató bien y nunca fue grosero, creo que por eso Darrel se enojó con él —me quedé pensando.

—¿Darrel se enojó? —sus luceros azules se abrieron grandes.

—Sí, o eso me pareció a mí, como que no le gustó que me hablara.

—Eso quiere decir que le gustas y le importas —levantó un dedo al llevarse la copa a los labios y darle un gran sorbo —. ¿Y él te gusta a ti? —por alguna extraña razón eso me hizo sonrojar, sentía las mejillas calientes y evitaba ver a Elisa que solo buscaba mi mirada.

—Él me gusta, es muy lindo conmigo y aunque sea algo serio y misterioso me gusta —me encogí de hombros bajo la mirada curiosa de mi amiga —. No me mires de esa manera —levantó ambas manos.

—Yo no he dicho nada.

—Y no necesitas decirlo pero te conozco y sé lo que quieres decir con esa mirada —la señalé.

—Buuuueno, a mí me da gusto que te guste alguien que no sea un idiota pero quiero que tengas cuidado, Cat —cogió mi mano y le dio un apretón —. No quiero que te rompa el corazón como lo hizo el imbécil ese —escupió molesta.