Un ángel en mi pequeño infierno | #ColorsAwards2017

Capítulo 19

Narra Emma

Don't Look Down retumba en mis oídos gracias a mis nuevos audífonos. Cuando Matt me los puso el sábado después de hacer que cerrara mis ojos me hizo sentir cómo si me transportara a otro mundo, la canción que sonaba fué una excelente elección: Reality  de Lost Frequencies.

Hubo una pequeña reunión de amigos, no sé cómo consiguieron que el director, Jamie y algunos otros compañeros del club vinieran a casa. Obviamente los chicos también estuvieron conmigo; Mattew y mamá se encargaron de la comida y las bebidas, y Abraham, Emily y Val animaron la reunión un rato.

Al llegar la tartde, todos se marcharon, a excepción de Matt, que después de un rato tomó las llaves del auto y cuando llegó a la puerta me dijo: "Ven, te debo una sorpresa." Mamá me alentó a que lo siguiera, y fué ahí donde hicimos un pequeño recorrido a una montaña cercana al pueblo.

Fué sensacional. Aún no saco de mi cabeza haber visto el increíble atardecer mientras experimentaba mi primera vez en parapente con el Sr. Hobbies Ocultos. Las fotografías fueron geniales y el momento con el  "Chico de  libro" sin duda inolvidable.

—¡Hey!—escucho a lo lejos una voz y un dedo que toca mi hombro, me quito los audífonos y miro quién está detrás.

—Hola Jamie.—Esperaba a cualquier persona menos a ella, sólo nos vemos en el club.

—Ahhh hola Emma, es que... el director quedó encantado con las fotografías que tomó tu chico y me pidió que lo buscara para contratarlo cómo fotógrafo oficial.

—Oh, ¿por qué me buscaste a mí? Él no tendría problema, creo.

Se pone la mano en el cuello y vuelve a intimidarse un poco.

—Lo busqué por mi cuenta, pero no lo encuentro.

—Si quieres le diré cuando lo vea. — le sonrío con ternura y se relaja un poco.

— Muchas gracias Emma, te veré en las clases.

—No es nada Jamie, igual.— Cuando se gira se tropieza con Matt, quien se dirigía a la mesa, levanta su cabeza para poder verlo, y cuando lo hace, se pone de todos los colores.

—Lo siento.— dice Mattew — No te ví.

Jamie no dice nada, pero me mira y sale rápidamente de la cafetería. Mattew me mira confundido y se sienta.

—Creo que le gustas Williams.— empiezo a reírme y Matt se remueve el cabello, no sabe qué decir.

—¿Cómo lo sabes?— pregunta inquieto.

—¿Experiencia?—frunce su ceño—Se le nota, le gustas.

—Okay... ¿cómo estás?—apoya la cabeza sobre su mano y me mira con dulzura.

—Más que bien, supongo que debes estar igual.— digo mientras muerdo una papa frita.

—¿Por qué lo dices?, y cómo no estarlo si estoy contigo.— Tonto...

—Porque el director te quiere contratar como el fotógrafo oficial del club. Además, vamos a participar en los regionales de teatro. ¿Aceptas?— me mira sorprendido.

—¿Dónde tengo qué firmar?

***

—Recuérdame nunca sentarme delante de parejas enamoradas.— Mattew sonríe y pone su brazo rodeando mis hombros.

—Así seremos nosotros, no te quejes. — agarra mi mejilla con dulzura.

—Pareces a mi tía cuando llega a visitarnos. — respondo tratando de ocultar mi vergüenza. Es cierto, debería tratar de acostumbrarme.

Estábamos comiendo en el centro comercial que por alguna u otra razón está llena de "enamorados", las mesas están llenas de ellos, parecen una plaga interminable. Puede que me guste Mattew, pero no soy muy fanática a los clichés del romanticismo; aunque creo que soy la protagonista de un libro, y conozco a un chico fantástico, tan semejante a mi fantasía del día en que me sacaron de clase.

Pensándolo bien, no me arrepiento de que me sacara la maestra; técnicamente así fué posible conocer al ángel en medio de todos esos demonios.

—He hablado tanto de tí en casa... — dice  Matt— que mamá y papá quieren conocerte, así que planearon una cena para conocerte.

—Pero ellos están divorciados, tu papá vive lejos de aquí, ¿cómo van a organizar una cena?— Claro, se me olvidaba la presentación de la chica a los padres del chico... ahora ¿cómo voy a escapar de eso?

—El amor y el destino hacen que todo sea posible. Sobra recordarte que eres la primera chica que entra a mi vida de ésta manera.— sólo sonrío, no sé que más hacer. Sus ojos verdes me miran con gracia, y a la vez, como si suplicaran que acepte. Mira directamente a mis ojos y cuando menos pienso, juntamos nuestros labios, con mucha dulzura y no por mucho tiempo. Se aleja y acaricia mi rostro.

—Le diré a mamá.— susurro. Mattew vuelve a sonreír y me abraza con fuerza.

—Te quiero Emma.