Capítulo 14

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- Te escuchamos, querido. - dijo Anne después de tomar un sorbo de la copa de vino que sostenía-

- Ya que es el primer fin de semana que pasarán nuestras invitadas aquí en Londres,  se me ocurrió la gran idea de irnos todos juntos al club que se encuentra a las afueras de la ciudad del cual somos socios y hacerlas pasar unos maravillosos y divertidos días.

- Estaríamos encantadas de acompañarlos. -respondió mi dulce mamá-

Noticia de último minuto, al parecer mi madre sabe cuales son mis puntos de vista, opiniones y sentimientos respecto a cualquier tema. No tengo ganas de saltar por toda la habitación diciendo lo mucho que ansío ir a ese lugar, porque lamentablemente, no es así. ¿Que hay de divertido estar rodeada de niños ricos y engreídos? Es como si Harry se multiplicara, ya me basta lidiar con uno.

- ¿Y tú que piensas, ____? ¿Por que tan callada? -cuestionó Des-

- ¿La verdad? Me da igual, planeaba estar encerrada en la habitación todo el día, pero si quieren hacer esto, pues no puedo objetar nada. -mentira-

- Padre, le da igual, ¿Por que mejor no la dejamos aquí? No creo que mis amistades crean que es algo más que una sirvienta. -me miró con una sonrisa de superioridad en su rostro, idiota-

- ¡Harry! ¡Tu actitud debe cambiar! -continua, Des- No puedes seguir hablando sobre ____ de esa manera. -prosigue...- En el club tu serás el encargado de guiarla, -mejor para-  presentarla a tus amigos -cállate- y pasarán todo el tiempo posible juntos. - ¡No!-

- ¡No! -gritó Harry con rapidez- No lo haré.

- Yo, personalmente me encargaré de eso. -le dedicó con una mirada fulminante-

Un gran y profundo silencio se apoderó del ambiente, solo estaban en juego nuestras miradas.

- ¿Y a qué hora partimos? ¿Cariño? –habló Anne para romper el hielo-

- Mañana, a las siete. -dijo con tranquilidad-

- ¿De la mañana? -casi me atraganto- ¿No creen que es algo temprano? -no pienso levantarme a esa hora-

- La verdad, me parece bien ____, así aprovecharemos al máximo estos dos días. -repsondió Anne ante mi comentario-

- No le hagas caos mamá, en Irlanda están acostumbrados a despertarse a la hora que les da la gana. Son vagos por naturaleza. -rió-

- ¡Un comentario más, Styles! ¡Y te juro que te clavaré este tenedor en el cuello! -cogí el cubierto y y me coloqué en modo ataque-

- Me encantaría ver eso. -retó-

- Como quieras. -hice un ademán fingiendo dirigir el tenedor hacia el lugar propuesto y como sospeché antes de estar a una distancia próxima se echó a gritar-

- ¡Mamá! ¡Me quieren matar! -me alejé lanzando una sonora carcajada-

- ¡____! ¿Estás loca? -regañó mi madre- 

- No lo iba a tocar, él exagera las cosas. -me sacó la lengua a lo que hice lo mismo-

- Será mejor que cada uno suba a su habitación, tienen maletas que hacer y quiero que descansen lo suficiente. -nos miró a ambos con seriedad-  Y no quiero protestas.

 Suspiré con pesadez y subí las escaleras a paso rápido, no tenía intenciones de cruzar palabra con el idiota de rizos, al parecer pasaremos mucho tiempo juntos en estos días, cuanto más tarde empiece la pesadilla, mejor.

Deslicé un maletín rojo por debajo de mi cama y coloqué algunos conjuntos de ropa para el club, mi cepillo de dientes, un peine, ropa interior, traje de baño, sandalias y ese tipo de cosas. La cerré y la moví a un lado de la espaciosa habitación, me vestí con mi pijama y me adentré en la cama para poder tener dulces sueños.

Sí es que no es mucho pedir.

Lo único que recuerdo es estar profundamente dormida sobre mi colchón cuando este y todo mi cuerpo se ven mojados por un líquido misterioso, oh esperen, resolví el misterio.

- ¡¿Pero que es lo que te pasa?! -me levanté  de golpe mirando a Harry con el vaso vacío entre sus manos-

- Es tarde, y no despertabas. -sonrió- Solo quería ayudar. -hizo un puchero-

- ¿Que haces en mi cuarto? -pregunté ignorando su anterior comentario-

- Te recuerdo que esta es mi casa y puedo entrar a dónde me plazca, además, si mal no recuerdo, una vez encontré a una chica dormida en mi cama. ¿La recuerdas? 

- Olvídalo. -traté de peinarme el cabello con los dedos para parecer presentable, esperen, es Harry, ¿Por que debería de hacerlo?- ¿Que hora es? -bostecé-

- Mmm. -dirgió su mirada hacia le teléfono.- Las cinco y tantos.

- ¡¿Qué?! -le di un leve golpe en la cabeza- ¿Tu eres tonto o algo? ¡Se supone que salíamos a las siete! 

- Oye, ahora que lo dices, creo que tienes razón, mi culpa.

- No sabes como me gustaría que mi puño chocara con tu cara ahora mismo. -lo coloqué listo para ser usado-

- Esta vez si quiero ver que lo intentes. -esta vez si quiero hacerlo- Vamos. 

Moví mi brazo hacia adelante esperando el impacto de mis nudillos con su mejilla, aunque, lamentablemente, no llegó. El idiota esquivó el golpe y retrocedió, dándo una mala pisada me jaló del hombro y caí encima de él.

- ¿Pero que mierda? -susurré con mi cara a centímetros de la suya-

- ¿Por qué lo hiciste?

- ¡Tú me tiraste del hombro!

- ¡Tú me querías golpear! 

- ¡Tú querías que lo intentara...! -seguirí a hablando pero su mirada verdosa descaradamente puesta sobre mis labios distrajo mi atención- ¿Se te perdió algo?

- No. -pausó- Realmente te ves... -bajó la voz-

- ¿Si...?

- Realmente te ves... horrible sin tus tres kilos de maquillaje diario. –no dudé en darle con el codo en las costillas haciendo que se retorciese de dolor debajo mío, me levanté y arreglé mi pijama-

- ¡Lárgate!

Lo eché de mi cuarto y saqué la de ropa del armario para poder cambiarme, cepillé mi cabello y me tiré algo de perfume, lavé mis dientes y me maquillé ligeramente. En tan poco tiempo se hicieron las siete.

- Hija, es hora de irnos. ¿Tienes todo listo?

- Lamentablemente sí. 

Cargué mi maleta escaleras abajo hasta el maletero de la gran limusina, poco a poco todos fuimos entrando llevándome la sorpresa de que al niño mimado se tendría que sentar a mi lado, me incomoda, si, pero más me atormenta el hecho de que todos estemos lo bastante apretados allá dentro que nuestras piernas estén literalmente juntas. Asco.

- ¿Cuantas hora demorará este trayecto? -pregunté con algo de sueño-

- Oh no te preocupes, solo unas dos horas. -respondió Anne totalmente tranquila-

- Oh si, no tengo nada de porque preocuparme. -sonreí con falsedad y traté de separar mi rodilla de la de Harry, misión imposible-


Finalmente llegamos al destino y los trabajadores del gran club de niños ricos nos ayudaron a llevar nuestras maletas hasta el lobby.

- Buenos días, nos gustarían cuatro habitaciones. -habló Des hacia el recepcionista-
 
- Cuanto lo siento señor, nos quedan tan solo tres. ¿Es mucho problema?

- No tiene de que preocuparse, deme las llave de esas. -la recepcionista realizó todos los procesos necesarios en su computadora y le entregó las llaves de las habitaciones- A ver, lo haremos de esta manera, Luisa y yo por simple lógica dormiremos en la misma habitación, ____, tú dormirás con Harry -habló con rapidez- Y tu madre dormirá en una habitación aparte. ¿Todos de acuerdo? ¡Listo!

- ¡Protesto! -dijimos Harry y yo al unísono-

- ¿Por qué debo compartir el cuarto con... esta? -me miró con desprecio-

- Porque no quiero que traigas chicas a tu cama. ¿Comprendes? No me arriesgaré entregándote una suit exclusivamente para ti.

- ¿Y yo que soy? ¿Un comodín o algo por el estilo? -contesté con indignación-

- ____, no te lo tomes a mal. -nos miró con tristeza- Vamos chicos, es la ocasión perfecta para que pasen más tiempo juntos y puedan llevarse bien.

Nos entregó la llave y caminamos hacia la supuesta habitación "303", deslicé la herramienta metálica en al cerradura y abrí la puerta. Mierda. Al parecer al recepcionista se le olvidó informar que las suits incluían una cama matrimonial. ¿Que pretenden? ¿Que durmamos juntos? ¡Jamás!

- Esto... es interesante. -dejó sus maletas en el suelo. - Lamento informarte que tendrás que dormir sobré al alfombra.

- ¿Perdón? Ese lugar te corresponde a ti.

- ¡No!

- ¿Sabes? No pienso volver a discutir contigo, iré a pasear por el club y en la noche arreglaremos el tema. ¿Entendido?

- Dormirás abajo.

Rodé los ojos y salí del lugar, caminé debajo del sol inspeccionando con la mirada cada detalle del paisaje, este lugar si que es bello.

Es de esos sitios que aunque no sepas lo que vale estar ahí, estas consciente que tendrías que vender tu riñón y la mitad de tu brazo derecho para poder pagar unas horas en aquel lugar. Así me sentía en estos momentos.

Me acerqué a la piscina y miré las ondas azules que se movían levemente por el viento, sin darme cuenta me había perdido mirándolas hasta que una voz anda familiar me sacó de mi trance.

- Hola. -giré mi cabeza y divisé el rostro de un chico realmente guapo, ojos verdes, cabello dorado y con algunas pecas-

- Hola, soy ____. ¿Das clases de natación?

- Jake, ¿Como te enteraste? ¿Por que estoy cerca de la piscina? ¿Paso muchas horas en el agua? ¿O...?

- En tu placa dice "Instructor" -lo interrumpí riéndome-

-Descuido mío. -rió-  Si quieres, puedes participar, es libre, todas las tardes a las cuatro.

- Interesante. 

- ¿Puedo contar tu presciencia?

- Haré lo posible por aparecer.

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Jake *-*

Voten y comenten, lo leo absolutamente T-O-D-O

Gracias por leer, las amo .xx

Yo también te Odio -Harry Styles-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora