— Creo que deberías pensar que también es complicado para él.
Me alcanza una fuente con helado de vainilla y chispas de chocolate. Pienso en los exámenes y el estudio por unos segundos, debería revisar las copias que Connor me ha prestado. Centro la mirada en el parquet de la sala, tendría que dividir el tiempo de la semana para estudiar, por lo menos un poco más.
Arrastro los ojos hasta el tazón, podría vivir comiendo helado. Amo las chispas de chocolate.
—Me encanta este sabor—alzo las cejas y Lena rueda los ojos. Felizmente ella vivía cerca a mi casa.
—Rosie el helado te está mirando—hace un gesto con los labios, ruedo los ojos. Ella me quiere engordar, lo sé.
Doy una carcajada después de varios segundos para a continuación llevar la cuchara a los labios, por lo menos ya no sentía esa insistente angustia.
Había dejado en modo avión mi teléfono porque no quería leer su mensaje, lo cierto era que no quería saber su respuesta, no quería que su respuesta fuera una distinta a la que esperaba. Veo la televisión fingiendo escuchar lo que dicen. Tal vez debería ver que dice el mensaje, de todas formas ¿Qué podría perder?
Deslizo el dedo sobre la pantalla presionando el avión. Quiero saber que me ha escrito .
—Necesito hablar contigo porque quiero que aclaremos esto y de verdad me importas mucho.
Un mensaje de hace dos horas y un par de llamadas. A mi también me importa bastante. Siento mis ojos humedecerse, no debería sentir lo que estoy sintiendo por él. No podía enamorarme de él.
—A mi también.
Lena esta sentada a mi lado terminando su helado llevo otra cuchara de helado a mi boca consolándome.
—Estaba con mi prima.
Le respondo y veo su en línea de inmediato.
—¿Y qué pasó?
—Nada, estuvimos hablando y eso.— Sé que no debería continuar esto, algo dentro de mí me lo dice, pero no puedo pararlo, por lo menos no hasta que se vaya. Quiero seguir saliendo con él.
Lena se levanta de su asiento, coge su fuente y la lleva a cocina en rápidas zancadas. Suspiro, el helado se acaba y es hora de volver a casa.
—Rosie, ¿Terminaste?
—Sí, se podría decir que sí—observo mi fuente, sonrío levemente. Tal vez debería solo pensar en el ahora, en Nathan y yo sin preocuparme por lo que los demás digan. Pero era algo difícil no proyectarme, por lo menos así era yo, mirando siempre a un futuro próximo. Dirijo mis ojos al helado, amo las chispas de chocolate.
—Vamos te acompaño por ahí, debo sacar a Hush—Hush mueve su cola, era un beagle grande y juguetón, bastante juguetón.
Lena le pone su correa mientras yo reviso otra vez lo mensajes. Quería saber que me había respondido Nathan.
—¿Por qué me dijiste que me odiabas? — Inhalo con fuerza, me levanto, dejo mi recipiente en la cocina y sigo a Lena por la salida. No lo odiaba, pero había sido la única respuesta que salió de mi mente cuando escuché el audio.
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No te olvides de mí. (NOM)
RomanceUna historia que necesitas experimentar. Una novela inolvidable. Rosie Weston sabe lo que quiere. Ya en su penúltimo año de universidad no ha tenido ningún problema: buenos amigos, buenas notas, buena familia, buena comunidad y buenos pretendientes...