LIBRO 1 | CAPÍTULO 4

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Miami, Florida, Estados Unidos

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Miami, Florida, Estados Unidos.

Atenea se remueve incómoda entre las sabanas y gira para poder abrazar a Erik. Pero no había nada ahí. Sólo un espacio vacío.

La castaña abre sus ojos de golpe y observa el espacio vacío junto a ella. Él se había marchado a pesar de lo que ella le había dicho.

Corre las sabanas a un costado y se viste rápidamente para así salir del hotel en busca de Erik. Atenea concentra su energía para buscar a Erik a través de su telepatía y comienza a correr sin rumbo alguno.

―¡Idiota! ―grita frustrada al darse cuenta en dónde él estaría.

En el yate de Shaw.

Corre hasta el puerto de Miami, que para su buena suerte no se encuentra muy lejos de allí y busca en las penumbras el yate de Sebastian.

«Erik» grita mentalmente al poder encontrar sus pensamientos psicóticos.

A paso apresurado corre entre los árboles y se tira al agua sin pensárselo dos veces. Atenea crea una barrera protectora en la mente de Erik y este logra zafarse del dolor que le estaba provocando Emma Frost. Atenea nada hasta acercarse al Yate y se hunde en busca de Erik.

«¡Erik!» vuelve a gritarle pero este no le contesta ya que se encuentra ocupado, destruyendo el barco con su mutación. «¡No lo hagas! ¡Erik! ¡Escúchame!» le demanda ella.

De pronto, un submarino comienza a salir por debajo del yate y Atenea queda estática al verlo. Erik comienza a ser arrastrado por el submarino y Atenea debe hacer un gran esfuerzo de su telequinesis color escarlata para poder tratar de frenar el submarino.

 Erik comienza a ser arrastrado por el submarino y Atenea debe hacer un gran esfuerzo de su telequinesis color escarlata para poder tratar de frenar el submarino

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―¡Déjalo! ¡Tienes que dejarlo! ―vocifera Charles Xavier pero este es ignorado por ambos.

«¡Te vas a matar!» chilla ella, en la mente de Erik. El submarino aumenta su velocidad y a ella no le queda otra alternativa que dejarlo ir. Atenea nada hasta Erik lo más rápido posible y lo abraza por la espalda para así forcejear con él para poder intentar sacarlo del agua antes de que se ahogará.

SCARLET GODDESS | ERIK LEHNSHERRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora