* ¿Cómo dejo de pensar?
-Experimentar el pensamiento también es bueno. Muchas veces surge la idea de que dejar de pensar sería la solución de algún problema, y buscamos dejar de pensar, pero en las raíces de esta búsqueda solo hay deseo y ansias de cambiar el estado natural que se nos ha proporcionado para vivir.
Lo importante es observar desde donde accionamos. Si el estado de mi Mente es un sostén de puros deseos, no va a existir la misma claridad que existe cuando se sale del *Constante Desear. Por esto es positivo atraer la *Aceptación la *Observación y también la volición de salir de este *Constante Desear para erradicar el sufrimiento.
Aceptar es una forma más de permitirle a la existencia que se exprese con total libertad, a través de la Mente y del cuerpo, sin bloqueos ni condiciones, fluyendo naturalmente.
Si se acciona hacia fuera desde la buena voluntad interna, la simplicidad y el afecto, todo funciona. Pero también hay que ver desde dónde actuamos cuando estamos en Silencio, accionando hacia dentro.
¿Acciono de la misma forma para con los demás que para conmigo mismo?
Ya con esto tenemos algo más que observar con aceptación y voluntad por salir del constante sufrimiento.
* Busco Soledad
En todo momento lo más normal, parece ser que es estar acompañado por alguien, sin importar quién fuere, nos gusta a la mayoría de las personas, relacionarnos con las demás personalidades, puede ser un hombre, una mujer, un perro, un gato, o cualquier otro animal; también con las plantas, árboles, en general con todos los seres vivos. Con aquellos que llevan una personalidad, dependiendo de como sea, nos relacionamos creando un *Vinculo.
Es muy claro que un hombre o una mujer, se relacione menos con un árbol que con otro hombre o mujer. La personalidad de un árbol es demasiado sutil en comparación a la personalidad del hombre arquetípico. Casi que un árbol no lleva personalidad más que la que nosotros le damos a través del juicio. Por esto tendemos a generar vínculos con las personalidades que más similitud tengan a nuestra propia persona y los árboles o plantas se relacionan más genuinamente con los de su misma especie debido a esa similitud que nos pone a todos a vibrar en la frecuencia que nos toca según la sensibilidad que tenemos a nivel mental, físico y emocional. Así las personas más sensibles, debido a esto mismo, pueden entablar una relación y crear un vínculo con seres que presentan personalidades aún más sensibles que la del hombre y la mujer normal.
Cuanto más entendamos a los seres más sensibles, más vamos a entender nuestra propia sensibilidad y asi nos vamos a volver más y más sensibles hasta frecuenciar en sintonía con experiencias, personalidades y seres que también frecuencian en la misma sintonía.
La raza humana se motiva entablando relaciones y generando vínculos entre personalidades para alcanzar entender su personalidad y la personalidad colectiva.
Pero el vínculo que más nos cuesta facilitar, es el vínculo con nosotros mismos, con nuestra personalidad. De esta forma seguimos creando vínculos y relacionándonos en todo momento, en toda situación, para así tener algunos destellos de claridad o información más clara respecto a como somos o cómo estamos actuando en la actualidad.
A medida que este vínculo con nuestra propia *Identidad se empieza a manifestar con más y más fuerza, a base de esa misma fuerza se crea una amistad preciosa con todo lo que hacemos, y lo empezamos a realizar con la *Intensión de vivir con buena voluntad, en conjunto con la transparencia y con la sinceridad.
Es tan nutridor vincularse con uno mismo y que desde ese vínculo nos reencontremos con la felicidad, con la alegría altruista y con el crear desde el amor y las buenas intensiones.
Pulso a través de la intensión; que todo y cada cosa se vincule de forma armoniosa entre sí, y que se pueda apreciar la experiencia como expresión del Vínculo con la Vida a través del Cuerpo y de la Mente.