*Formas de Disfrute
Según éste punto de vista tenemos dos formas de disfrute:
Disfrute sensitivo y el Disfrute sutil. Ambas maneras de disfrutar se basan en complacer y en generar una sensación de goce en el cuerpo y en la mente.El disfrute sensitivo es la forma de disfrutar de las sensaciones mentales y corporales generadas desde cualquiera de los cinco sentidos. Y el disfrute sutil es una manera a la que poco estamos acostumbrados debido a que es, se podría decir "diferente" a la forma habitual en la que disfrutamos lo que vivimos.
Lo que hace que se diferencien estas dos formas de disfrutar, son los niveles de sutilidad y densidad que tienen cada uno.
Las formas de disfrute mas sutil nos conectan con un estado más allá del razonamiento. La sutilidad nos hace dejar a un lado la solidez de los pensamientos y nos hace ir soltando de a poco todas las identificaciones que tenemos con las proyecciones de la mente y como efecto de esta des-identificación comenzamos a trascender los sentidos. Existen muchas formas de disfrute sutil, como por ejemplo leer, meditar, estar en silencio, etc. Pero estas formas de disfrutar se ven fácilmente superpuestas por las formas de disfrute sensorial, debido a varios factores. Primeramente estamos acostumbrados desde pequeños a dejarnos llevar por la forma tradicional de disfrutar que justamente es a través de los sentidos. Después también son superpuestas las formas más sutiles por causa de la solidez que tienen las formas sensoriales. Es como si un peso más fuerte cayera sobre uno más débil y el más débil quedara superpuesto perdiendo la poca fuerza que tenía. Y también, lo sutil queda reemplazado por lo más burdo porque está más que claro que hoy estamos en una era en la que la tecnología y todo lo que ingresa por una de las puertas sensoriales llama más la atención que todo el resto, por lo que fácilmente esto, quita importancia a las formas más sutiles de disfrutar.
Según mi experiencia, disfrutar sutilmente es algo que me ayudó y sigue ayudando a poder ver las partes sólidas e intensificadas de mi cuerpo y mi mente para empezar a ablandarlas. También es la forma, para mi, de encontrar paz y armonía saliendo de lo burdo, al menos por un momento.
*¿Porqué a veces agravamos tanto las cosas?No es cómodo vivir tomándose todo tan seriamente que no puedas reírte de vos mismo.
Sufrimos por tanta rigidez que nos lleva de condición en condición sin que ni siquiera nos demos cuenta de ello. Y nos desequilibramos por el simple hecho de que recién estamos aprendiendo a caminar sobre el equilibrio, diría más bien gateando, pero lo importante es que hay una intensión que está siendo impulsada por el sufrimiento mismo, y por el deseo de salir del mismo.Escuché y leí tantas historias del pasado que hablan del esfuerzo por ayudar al pueblo, al país y al mundo. Pero muy pocas veces tuve la oportunidad de oír que me hablaran sobre ayudarme a mi mismo antes que a alguien más. Siempre fue de esa forma; primero a los otros y después estaba yo que solo era quien ayudaba. Nunca escuché historias sobre el sonido del silencio, o cuentos que hablen del Sol. Poca poesía en la educación, ¿qué mas se puede esperar?, si no hay una mínima intensión de estar bien con uno mismo, todo el sufrimiento no se va a erradicar por arte de magia.
*¿Realmente estamos disfrutando?Más allá de tanta espiritualidad, de tanta filosofía, y de tantos ideales que sostienen lo que llamamos personalidad... ¿Estamos aprovechando las experiencias que vivimos con intensidad? ¿Podemos notar la cantidad de posibilidades que tenemos más allá de lo creemos que es correcto o incorrecto?
Se habla mucho sobre la naturaleza y todo lo que tiene que ver con ella, pero poco se la disfruta y aprovecha realmente. No es necesario cultivar la tierra, no me refiero puntualmente a eso; aunque sea una gran experiencia. Hablo y pregunto acerca del sincero goce de la vida, de ese goce que sentimos al llegar tras un largo esfuerzo a la cima de una montaña, o ese disfrute que solo nos pueden otorgar las experiencias peligrosas, de lucha; donde la atención es casi obligatoria y necesaria.Si dejamos a un lado toda identificación, y nos preguntamos honestamente, ¿qué es el disfrute?... ¿Qué responderíamos? ¿Acaso aquello que creemos que es disfrutar, es sentirnos mental y físicamente bien? o en realidad, lo que nutre nuestro "disfrute", ¿es que tengamos la razón ante lo demás y hacer lo correcto?
Cuando decimos que disfrutamos de un paisaje, ¿de qué se trata ese goce que nos lleva a sentir o creer que estamos disfrutando de aquello?, ¿estamos siendo transparentes ante esta situación o solo se trata de un auto-engaño? ¿No será que cuando sentimos una sensación agradable en el cuerpo o en la mente, de manera condicionada creemos que estamos disfrutando y por esto no vamos más allá de una búsqueda placentera en el cuerpo y en la mente? ¿Exploramos que hay más allá de todo esto? ¿Verdaderamente aprendemos que esto de alguna forma también se expresa en nuestro diario vivir limitándonos al disfrute sensorial? ¿Aún no descubrimos en nosotros mismos la cualidad de ser científicos?
Disfrutar lo agradable que se manifiesta en las sensaciones es provechoso, sin dudas; ¿pero no nos volvemos agrios y antipáticos ante lo que nos desagrada generando un tremendo rechazo ante ello que en realidad nos puede hacer aprender si no lo rechazamos?
Cuanto más lejos estemos de realizar una acción; más la vamos a juzgar y a rechazar. Pero no por esto, otros seres, otras personas, tienen que rechazarla y juzgarla de la misma forma que nosotros.
En esto se forma una fuerte confusión, una ilusión tan sutil, que nos sigue haciendo creer que defender lo que creemos es lo más válido en cuanto al entendimiento y el aprendizaje.
Hago un puente entre el juicio y el disfrute sensitivo, porque claramente, en ambas caras, aparecen los mismos gestos de frustración, odio, y agonía anti-artística. Los unifico porque en ellos se manifiestan grandes bloqueos psicológicos que no permiten aceptar las realidades ajenas a la nuestra; y por lo tanto, no nos permiten la libertad en si misma como experiencia y no como creencia ideológica. Y a raíz de todo esto pregunto: ¿Podemos disfrutar de no juzgar o todavía no experimentamos el no-juicio? ¿Se hace claro como el juicio alimenta y sustenta el falso disfrute a través de las sensaciones agradables tanto como para no permitirnos aprovechar lo desagradable como aprendizaje?Se habla y razona, se intenta comprender y defender lo comprendido, pero aún no se nota la aparición sencilla de la amistad que deja ser y además acompaña los procesos externos al propio. Se cree en una escapatoria del ego, pero la misma idea de escapar de la realidad y no aceptarla, es parte del ego mismo.
Entonces, si hay ego, para mi, no hay disfrute del verdadero; de aquel que está detrás de cualquier tipo de manifestación adictiva de necesidad y condición.No me considero capaz de aconsejar a alguien en particular, pero mi forma de disfrutar no es algo que incursiono solo en un momento sensorialmente agradable; de hecho por el contrario, cuando surge lo que no me gusta, aparece una sutil y peculiar forma de aprovechar y disfrutar eso que rechazo automática y mecánicamente. Eso que surge lo llamo Testigo, y me enfoco en la dirección que hace más clara su existencia, eso que atestigua todo lo que acontece sensorial, física, mental y silenciosamente. Esta manera que estoy explorando ahora, y aprendiendo a observar, es en si mismo para mi, el disfrute en su naturaleza no forzada; el verdadero disfrute.
Todo lo que realice desde ese disfrute naciente del testimonio, va a ser en su esencia, dicha y aprovechamiento; ya que de alguna forma, poco a poco, se vuelve todo más claro e integro cuando me vuelvo más consciente de lo que sucede a mi alrededor. Anteponiéndose la falta de atención y el ensueño que no deja plasmar la conciencia a través de un despertar mental.