A medida que voy encontrando cosas para hacer, voy encontrando menos momentos para estar suelto de tareas. Es como si cada pequeña tarea tuviera como subproducto una nueva tarea y lo entiendo, es como los pensamientos. Cada pensamiento la mayoría de las veces trae más pensamientos también. Pero esto no es lo más importante, la raíz está en el constante hacer, en lo grande y fuerte que se vuelve la costumbre porque siempre estamos haciendo algo. Mentalmente nunca dejamos de pensar y físicamente plasmamos esos pensamientos. No dejamos de hacer ni por dentro ni por fuera, siempre estamos en movimiento, incluso cuando creemos estar totalmente dormidos la mente sigue haciendo, y de ese hacer se generan los sueños. Por esto mismo, si la mente cuando creemos estar durmiendo, está haciendo, y de esto surge lo que llamamos sueños, cuando estamos despiertos si no somos conscientes del hacer de nuestra mente, también estamos soñando pero despiertos.