-Saca esa cara Leia- Dijo Sarah- Vallamos a la pista de baile- mientras me agarraba la mano y me llevaba hasta allí.
Bailamos unas canciones, saltamos y nos divertimos, al cabo de un largo rato decidí volver a la barra para tomar algo.
-Sarah iré por algo de tomar – le dije a mi amiga
-Está bien- respondió ella.
Caminé hacia la barra y espere mi turno.
-Una cerveza, por favor.- le dije al barman.
Me dio la cerveza y la tome lentamente mirando el entorno, localice a Sarah que bailaba con un chico, me gustaba verla disfrutar.
Reviso mi celular y veo la hora.
Termino de beber la cerveza y voy hasta dónde está mi amiga.
- Es hora de irnos Sarah- le digo.
- ¿Qué hora es?- dice ella.
- Son más de las 6- le digo.
Me agarro la mano y caminábamos entre la gente hacia la salida.
Tomamos un taxi hasta mi casa y en cuanto llegamos nos dormimos.
Desperté y vi que ya era pasado del medio día porque el sol ya se veía muy arriba a través de la ventana, miré la hora en mi celular y vi que eran las 2 de la tarde.
-Oye, Sarah, ¿estás despierta? –Le dije bajito.
Como no contestó supuse que aún dormía, decidí dejarla dormir un poco más y me fui a bañar. Cuando salí Sarah se estaba despertando.
-Buenos días, ¡al fin despiertas!-Le dije en tono de broma.
-Buenos días-Dijo aún media dormida.
-Vamos a desayunar a Starbucks?
En cuanto dije "Starbucks" se levantó y se fue al baño, enseguida escuche la ducha, ella ama el café y medialunas de allí.
A los 10 minutos salió. Nos arreglamos y bajamos, mi madre estaba mirando televisión en la sala.
-Buenos días mamá. –La saludé.
-Buenos días Elizabeth.
-Buenas tardes querrán decir- Nos saludó ellas en tono de broma- ¿Cómo se la pasaron anoche?
-Muy bien mamá, iremos a desayunar a Starbucks.
- A la vuelta ¿podrías pasar a buscar tu hermano por la casa de tu padre?-
- Claro mamá.-
-Bueno, que les vaya bien chicas.
Salimos y conduje hasta el Starbucks. Yo pedí un mocca con 2 muffins y Sarah un espresso con medialunas.
Después de desayunar fuimos al mall del centro y empezamos a recorrer las tiendas.
-Oye, mira esos chicos que están por allí. –Me dijo Sarah.
-Son unos chicos normales Sarah.
-Si, pero son lindos.
-Parecen ser muy egocéntricos y mujeriegos.
-¿Que tiene que ver?
-No me gustan ese tipo de chicos, y lo sabes muy bien.
-Yo no tendría problema en domar a esos mujeriegos.
Seguimos caminando y no vimos más a esos chicos, cerca de las seis de la tarde lleve a Sarah a su casa y fui hacia lo de mi padre. Estuve allí 2 horas tomando café y comiendo galletas con chispas de chocolate que hicieron con Derek. Volví a mi casa. Mi madre estaba preparando la cena, me dijo que me avisaría cuando estuviera lista. Subí a mi habitación e hice la tarea para el lunes. Cuando mi madre me llamo para cenar baje. Había hecho costillas de cerdo con papitas noisetts. Luego de cenar revisé Facebook y twitter. A las diez y media me fui a dormir.
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El bosque de los misterios
Teen FictionLeia Crawford de 21 años tenia una vida tranquila, estudiaba fotografía en la universidad de Portland State University, siempre manteniendo perfil bajo, hasta ese lunes que Nathan Matthews apareció en su clase de fotografía, parecía un chico normal...