El domingo cuando me levanté recibí una llamada de Nathan, me sugirió pasar la noche ahí, para tomar fotos en la noche, la verdad no quería pasar la noche con el pero las fotos obtendríamos buenas, así que le dije que sí. En el camino paramos por comida, cuando llegamos tomamos nuestras mochilas y nos adentramos al bosque, una vez llagamos al pie de la montaña empezamos a subir.
Nathan se veía realmente bien subiendo la montaña, él estaba con una musculosa que marcaba sus pectorales y un pantalón deportivo, era muy sexy.
Había pasado una hora cuando llegamos a la parte de atrás de la cascada quedamos maravillados, era hermoso. Había una cueva, no era muy grande, pero lo suficiente para que podamos armar la carpa y prender una fogata.
- ¿Te parece si armamos la carpa aquí?
- Claro
La carpa era para dos personas pero se veía chica, quería saber cómo íbamos a dormir los dos en ese espacio tan pequeño, pero nos pusimos a armarla.
- ¿esperamos unas horas más para tener una iluminación diferente?
- Claro
- ¿Anoche te quedaste más rato después de que me fuera?
- No mucho
- Por cierto, bailas bien
- Tú también, ¿quieres bailar?
- ¿Acá? ¿Estás loco?
- ¿Porque no? Somos los únicos aquí y no tenemos que hacer nada hasta dentro de unas horas
- Está bien
Puso música, se acercó a mí, me agarro de la cintura y comenzamos a bailar, hacíamos pasos extraños y nos reíamos sin parar, de un momento para otro, salió una canción lenta, intenté apartarme pero él me tomó más fuerte de la cintura y se pegó más a mí, estábamos bailando lento, nos miramos a los ojos y luego su mirada se desvió a mis labios, yo no pude evitar fijarme en los suyos, tenía unos labios gruesos y carnosos, creo que notó mi mirada porque lentamente acercó sus labios a los míos y los unió en un dulce beso, sus labios eran dulces y suaves, al principio el gesto me sorprendió pero enseguida le seguí el beso, él tenía sus manos en mi cintura y yo en su nuca, nos separamos y nos quedamos mirando a los ojos, tenía una mirada hipnotizaste, no sabía que decir. De repente el hechizo se rompió y nos dimos cuenta de lo que estábamos haciendo. Me aparto de golpe y yo a él.
- Lo siento, fue un error.- dijo. Toda la felicidad que tuve por un momento se fue al escuchar eso.
- No importa- dije desilusionada, ¿se estaba arrepintiendo de besarme? ¡Qué tonta fui al seguirle el beso!-Definitivamente fue un error, también lo siento.
Me puse los auriculares y escuche música, no podía dejar de pensar en ese beso, como alguien puede ser tan dulce y a la vez tan frío, y aun no entiendo porque le seguí el beso, él no me gusta, es atractivo sí, es ardiente, sí, pero es un idiota, a mí no me gustan los idiotas y el no será la excepción. Debe estar cerca mi período y tengo las hormonas alteradas, si, debe ser eso.
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Esperamos que les este gustando la novela, si es así dejen sus comentarios, y si no también para que podamos mejorar, queremos saber su opinión.
- Fer y Tati.
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El bosque de los misterios
Teen FictionLeia Crawford de 21 años tenia una vida tranquila, estudiaba fotografía en la universidad de Portland State University, siempre manteniendo perfil bajo, hasta ese lunes que Nathan Matthews apareció en su clase de fotografía, parecía un chico normal...