Capítulo 15

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Me desperté con unos golpes en mi puerta y gritos de mi madre

- ¡Leia despierta! Llegaras tarde y tienes que llevar a tu hermano.

- Ya voy mamá – Dije media dormida

Me levante y me vestí con lo primero que encontré un jean rasgados en las rodillas, un top con cuello alto gris y un saco negro. Bajé y mi hermano ya estaba listo en la puerta con su mochila en la mano, saludé a mi madre, tomé una manzana para desayunar en el camino, fui hasta la puerta, tomé mi bolso y salimos los dos hasta mi auto. Después de dejar a Derek en su escuela tomé camino a la universidad. Entre a la clase de historia del arte del profesor François Bouchard, sus clases siempre eran aburridas, sumado a que no había dormido casi nada, me estaba durmiendo, hasta que escuche que alguien golpeaba la puerta de la clase, cuando miré quien era se me fue todo el sueño que tenía, de repente estaba más despierta que nunca, Nathan estaba en la puerta de mi salón, ¿Qué rayos hacia él en mi salón?

- Disculpe profesor Bouchard, no quiero interrumpir su clase pero el director quiere ver a la alumna Leia Crawford, si es posible, es importante.

- Claro, señorita Crawford puede salir-Miré extrañada a Nathan, algo me decía que no era el director el que me llamaba, pero con tal de salir de esa aburrida clase me creía hasta que los cazadores de sombras me estaban buscando para ir a cazar a un demonio. Cuando salí miré seria a Nathan con la duda plantada en mi rostro.

- ¿Para qué me sacaste de clase?

- Ya lo dije, el director te está buscando – Estaba intentando contener una sonrisa

- Claro, y ahora, ¿Tú eres el director?

- Sí, no te enteraste- Ahora si no pudo contener la risa

- Bueno ya, ¿Para qué me sacaste de clase?

- Tenemos un trabajo pendiente ¿No?- Ya no tenía la confianza de hace unos minutos, ahora se veía un poco nervioso.

- Sí, pero lo podríamos haber hecho después de clase, a no ser que se te ocurriera salir corriendo de mi casa como hiciste ayer – Sinceramente después de lo que había dicho quería pasar el menor tiempo posible con él – Además dijiste que lo haríamos por chat, estuve hasta tarde esperando a ver si te conectabas y no lo hiciste.

- Si, lo siento...Es que...Estuve ocupado – Se veía nervioso

- Tranquilo, no tienes que darme explicaciones, simplemente quiero que me dejes tener mis clases, terminar el maldito trabajo y seguir con mi vida tranquila de invisibilidad.-Soné más molesta de lo que estaba, pero ahora ya estaba dicho.

- Tranquila ¿Si?, sé que estas molesta por lo que dije ayer pero...Enserio que no debería acercarme a ti-Su tono era de frustración, como si quisiera decirme algo.

- Pero...-Empecé a decir y él me interrumpió.

- Déjame terminar, por favor, a pesar de saber que no debo acercarme a ti, cada día que paso contigo se me hace más difícil mantenerme alejado, yo.. debería alejarme de ti, estar cerca de ti es un error, pero no puedo alejarme, no quiero alejarme.

Sus palabras me dejaron en shock durante unos segundos o tal vez minutos, no lo sé, nunca nadie me había dicho algo tan lindo, que justo él, me dijera esas palabras después de decirme que era un error acercarse a mí que debería alejarse no era bueno para mi estabilidad mental.

- ¿Porque debes alejarte Nathan? ¿Qué te impide estar cerca de mí? – Dije suplicándole que me dijera que era lo que sucedía

- Es...Complicado Leia, no puedo decírtelo, sería demasiado peligroso para ti y para mí si te lo dijera.

- Si me lo dices, ¿Tendrás que matarme?

- Tal vez

- Entonces dímelo y mátame porque prefiero morir sabiendo que vivir con la duda, necesito saber qué es lo que te impide acercarte a mí, porque aunque aún no descubrí el motivo, yo también te necesito cerca, estos días te convertiste en una persona importante para mí, y quiero tenerte cerca

Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas, cuando caí en la cuenta de lo que había dicho, ya era tarde, la cara de Nathan era una mezcla de expresiones entre los nervios, la frustración, el miedo, y la alegría, creo que hasta vi que sus mejillas se ponían coloradas, pero yo ya había hablado por demás así que aproveché su mini shock para escapar de su lado, empecé a caminar rápido por los pasillos hasta que perdí a Nathan de vista.

Aún no podía creer lo que le había dicho, no podía creer que le había dicho eso y no podía creer lo que él me había dicho antes. El resto del día nos evitamos efectivamente el uno al otro, creo que ya habíamos hablado suficiente por hoy y no era necesario hablar más.

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Hola, según la gráfica nos leen desde Uruguay, Venezuela, México y Estados Unidos. Muchas gracias por las lecturas y como saben no olviden votar y comentar.

El bosque de los misteriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora