Después de clases me encontré con Nathan en el estacionamiento, subimos a su auto.
- Debo recoger a mi hermano, ¿Podrías llevarme a su escuela?
- Claro, dime donde es-Le indique como llegar, paró en la puerta y yo baje-Espérame aquí, enseguida vuelvo.
Fui por mi hermano, y cuando volví, mi hermano miró sorprendido el auto de Nathan
- ¿Y este auto?
- Es de un amigo, me llevó hoy de mañana y se ofreció a traerme de vuelta porque tenemos que hacer un trabajo en casa
- Ah.-Dijo mientras subía al coche, cuando el subió, también subí yo
- Derek, te presento a Nathan, Nathan, él es mi hermano Derek
- Hola- Dijeron los dos al unísono
Nadie habló más hasta que llegamos a casa.
- ¿Tienes tu computadora o necesitas que te dé la mía?
- Tengo la mía
- Ok, si quieres siéntate en el sofá y empieza a editar, yo debo hacer algo de comer para mi hermano
- Claro
Él se sentó en el sofá como le dije y yo me fui a la cocina, no tenía ganas de cocinar así que hice unos fideos con una salsa que había en la heladera, cuando acabé los puse en 3 platos, le llevé uno a mi hermano a su habitación y llevé los otros dos al living para que comamos mientras editamos. Estábamos editando las fotos cuando de repente vi que en una de las fotos nocturnas que yo había tomado salía la luz que había visto la noche anterior en el bosque.
- ¿Has visto esa luz?
- Sí, es la de mi flash
- No, esa luz no es de flash, mi cámara no hubiera podido captarla por la velocidad de captura.
- Tal vez fue justo en el momento que sacaste la foto
- Nathan, esa luz no es de flash, créeme, reconocería la luz de un flash
- Leia, creo que estas imaginando cosas
Sabía que no lograría convencerlo así que me di por vencida, ya averiguaría de que se trataba esa luz pero definitivamente tenía que investigar más sobre esa luz, estaba convencida de que esa luz no era de un flash, tal vez si buscaba en internet encontraría algo relacionado, decidí esperar para buscar información sobre eso. Seguimos editando y cuando terminamos de editar estábamos muy conformes con nuestras ediciones.
- Bueno, sólo falta hacer el informe- Le dije
- ¿Te parece si nos tomamos un descanso?
- Claro
- ¿Quieres mirar una película?
- ¿Una película?
- Sí, es eso que miras en la televisión donde hay personas que fingen que hacen cosas.
- ¡Se lo que es una película!
- ¿Entonces?
- Ok, veamos una película, elige tú
- ¿Te apetece una de terror?
- No –Odiaba las películas de terror
- ¿Tienes miedo?
- ¡No tengo miedo!-Si tenía miedo, pero nunca se lo diría
- Entonces miremos una de terror
- No quiero ver una de terror
- Entonces admite que tienes miedo
- ¡Por supuesto que no!
- Veamos una de terror y demuéstrame que no tienes miedo, si no creeré que si tienes miedo
- Ok-Accedí para que no descubra que si tengo miedo.
Puso la película y nos acomodamos en el sofá.
En medio de la película estaba tan asustada que sin darme cuenta que me acerqué a él y me escondí en su pecho.
- Leia, ¿Qué haces? ¿Estás asustada?-Dijo burlón, en ese momento me di cuenta de lo que estaba haciendo e intente apartarme pero él no me lo permitió.
- ¡Claro que no! Solo fue un acto inconsciente-Lo miré a los ojos y su mirada me hipnotizó, me perdí en sus ojos verdes, noté que estaba mirando mis labios, y mi mirada se desvió a los suyos, lentamente nos acercamos y quedamos muy cerca, con el más mínimo movimiento podríamos besarnos, mi mirada pasaba de sus ojos a sus labios y viceversa, al igual que los de él, todo había desaparecido por un momento, solo estábamos él y yo, pero ninguno se movía, vi que se movía de una forma casi imperceptible, como si tuviera miedo de hacer cualquier movimiento cerré mis ojos y de un momento al otro...
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Holaaaa!! Se que en estos momentos quieren matarnos por el suspenso, pero prometo que si comentan y votan los capítulos no dejaremos tantos suspensos.
Besos!!!
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El bosque de los misterios
Teen FictionLeia Crawford de 21 años tenia una vida tranquila, estudiaba fotografía en la universidad de Portland State University, siempre manteniendo perfil bajo, hasta ese lunes que Nathan Matthews apareció en su clase de fotografía, parecía un chico normal...