Gerard no sabía como comenzar. Sus manos le sudaban, su estómago se sentía gracioso, sentía que vomitaría en cualquier momento y lo peor era que Frank le sonreía. No sabía porque le sonría mientras él se estaba muriendo de los nervios y sus mejillas estaban rojas como el fuego. Su abuela siempre le había dicho que cuando se sonrojaba su cara parecía un tomate maduro, rezaba para no parecerlo en aquella ocasión.
Había ordenado una hamburguesa con papas y una bebida, mientras que Frank se decidió por una pizza puesto que era y de acuerdo con sus propias palabras: 'un vegetariano empedernido.' La camarera había traído sus pedidos y la breve conversación que había surgido entre ellos permaneció atascada allí, un silencio algo incómodo reinaba ahora en la mesa. Gerard desearía tener la confianza que Frank parecía tener en sí mismo, él era todo nervios mientras que el otro parecía estar en calma.
— Entonces... ¿Te dedicas a algo? —preguntó Frank, quizás en un intento de iniciar algún tipo de diálogo, un paso que Gerard obviamente no se atrevía a dar. Se sintió algo aliviado de no tener que ser él quien lo iniciase.
— Estudió Bellas Artes en la universidad. Estoy en mi tercer año —su voz sonaba algo ronca, quizás por no haber hecho uso de esta en mucho tiempo. No había tocado su hamburguesa, la cual probablemente ya se encontraba fría. De todos modos tenía el estómago revuelto— ¿Qué me dices de ti? ¿Estudias algo?
— Trabajo con mi tío en su taller —explicó— Ganó lo necesario, me resulta cómodo, y no tengo que viajar mucho para llegar al trabajo; resulta que vivo a solo seis calles de distancia. Además, me gustan los autos.
— Debe ser... Interesante. No el asunto del viaje, sino los autos. A mi también me gustan... Bueno, no tanto...
Gerard literalmente quería que se lo tragase la tierra por ser tan idiota. ¿A mi también me gustan pero no tanto? ¿Qué estupidez había sido esa? Temía haber caído en vergüenza, pero para su sorpresa Frank solo dejó escapar una risita divertida.
— No tienes porque estar nervioso. Sólo somos dos personas que se conocen por primera vez a base de una cita arreglada. Por lo que sé podría avergonzarme a mí mismo en cualquier momento y hacer el ridículo, pero trato de no pensar demasiado en ello —le aseguró, bebiendo un sorbo de su bebida azucarada.
— ¿Cómo has sabido que estoy nervioso?
— Tu cara literalmente está ardiendo. Y puedo notarlo en tu voz, tengo algo así como un don especial para detectar el nerviosismo en las personas y saber cuando están asustadas o no. Dime Gerard, ¿disfrutas del asustar a las personas? ¿Tener el control sobre ellas y hacer lo que se te plazca?
Su cara era muy seria y se encontraba iluminada por las sombras uniformes provenientes de la iluminación de afuera. En algún punto se había arremolinado aún más hacía la mesa, Gerard solo debía extender el brazo y podría tocarlo.
— Yo... Pues... ¿No? —titubeó, no muy seguro de lo que había querido decir. Le miró de forma extrañada, de pronto el ambiente se volvió muy frígido para su gusto.
— ¡Solo estaba bromeando! ¡Quita esa cara de espanto! —rió Frank, al parecer divertido con su inocente 'broma.'
Gerard trató de reír pero lo único que le salió fue un sonido parecido al de una gaviota retrasada. Pidió otra bebida a la camarera para aligerar el entorno y a los pocos minutos le fue traída a su mesa. Miró de reojo al chico en frente suyo y no pudo evitar pensar que era demasiado apuesto para él; piel tostada, rostro bonito, buena personalidad, divertido, confiado... Frank parecía ser todo lo que él jamás podría llegar a ser y más. Si los ponían juntos y los comparaban Gerard sería calificado en un nivel inferior por no poder alcanzarle los talones. Se merecía a alguien mejor. Con aquel pensamiento en mente estuvo socializando toda la noche.
— Ray me dijo que has pasado por un fea ruptura —comentó monótamente Gerard, y quizás no debería de haber preguntado algo tan personal en la primera cita. O nunca, si es que de aquello salía algo. Lo dudaba.
El rostro de Frank vaciló, Gerard casi temió que le mandaría directamente a la mierda pero al parecer se equivocó.
— Así es. Ella y yo teníamos nuestras diferencias, más de las que creímos —ella, así que era bixesual— Creíamos que lo nuestro funcionaría pero... No fue así.
— ¿Ella te abandonó?
— No, la asesiné y enterré en mi jardín.
Gerard se le quedó mirando, lo dijo con tal naturalidad que parecía hablar en serio. Pero Frank pronto se deshizó en carcajadas.
— ¡Lo siento! ¡Tengo que dejar de jugarle bromas a la gente o me creerán un psicópata! Debes odiarme en este momento —se balanceó en su asiento mientras reía y por poco cayó al suelo. Algunas personas se voltearon para mirarlos.
— No, está bien. Es bueno... Tener sentido del humor —murmuró, jugando con las papas en su plato. Suponía que lo era, no podría decir si era cierto puesto que él no tenía.
— Ella se fue —confirmó Frank, dejando de lado toda risa— Se fue y no volverá.
— Lo siento —se sentía un tonto por indagar en aquel tema, era obvio que a Frank no le gustaba hablar mucho de ello.
— Descuida, es mejor así. Estoy mil veces mejor sin ella. Soy nuevamente un hombre libre para salir con quien quiera. Contigo, por ejemplo. Eres muy hermoso, ¿ya te lo habían dicho?
Mikey se lo había dicho, pero él era su hermano y no contaba. Así que se soprendió considerablemente cuando oyó aquellas palabras salir de su boca. Espero que en cualquier momento próximo las cámaras salieran de donde sea estuvieran escondidas o Frank dijiese que solo era otra broma suya. Pero nunca sucedió.
— No es justo —dijo Gerard, mirando hacia su regazo puesto que no se atrevía a mirarlo a la cara— Decir que soy bonito cuando en realidad no lo soy.
— Lo dije muy en serio—Frank extendió un brazo y levantó su barbilla, en consecuente obligando a mirarlo. Sintió sus mejillas arder cuando avellana se encontró con avellana— ¿Qué es lo que te hace creer lo contrario?
— T-todo —balbuceó— Solían llamarme gordo ballena en la escuela. Sé que no soy alguien atractivo, así que no me costó mucho procesarlo y entender que era verdad. Jamás me invitaron a citas, de hecho está es la primera y ni siquiera creo que este yendo bien. Le dije a mi hermano que era mala idea, lamentó haberte hecho perder el tiempo...
— Lo que unos chicos tontos decían sobre ti en la escuela no significa que sea cierto —aseguró— Tú eres precioso para mí, y creéme cuando te digo que me gustaría tener algo contigo. Solo si tú sientes lo mismo por mi... Yo no daría por concluida está cita.
Se oía honesto, Gerard no detectaba ni un astibo de mentira o duda en su voz. Pero cuando toda tu vida te han dicho que eres feo, uno comienza a creer que es verdad.
Quizás con el mero fin de comprobar su punto o por saber cual era el sabor de sus intrigantes labios, Frank se impulsó a sí mismo hacia adelante, ignorando los platos de comida en la mesa y atrapó sus labios en un beso.
Aquel era el primer beso para Gerard. El primero que jamás había recibido y no sabía cuales eran sus sentimientos al respecto. Acababan de decirle que era bonito y luego lo habían besado como nadie lo había hecho en su mísera vida. Sin embargo, se encontró disfrutando de la sensación de sus labios sobre los suyos.
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Third Wheel ↠ Frerard
FanfictionGerard siempre acompaña a su hermano menor a sus citas. Gerard siempre ha estado deprimido. Gerard siempre ha estado solo. Gerard siempre ha sido la tercera rueda. Cansado de esta situación, su hermano Mikey junto con la ayuda de su novio Ray decid...