Mentiras

732 88 22
                                    

Solo un poco más cerca...

para que mi reflejo se estremezca en tus ojos.

ahora que lo sabes, definitivamente jamás te dejaré escapar.

Y como un acosador.

Te seguiré.

Yuu se desmoronó ante estas palabras y en su llanto afligido cedió.

Sus miradas se encontraron,

sus labios se encontraron,

Y mientras sonreían cerraron sus ojos para sentir el amor entrar muy despacio en cada uno de ellos.

El aliento de Yuu gritaba ante las incesantes embestias que ejercía Mikaela, tanto tiempo sin tocarle...

Fue como una cruel condena para él.

Sosteniéndo sus manos al mismo tiempo, solo para aferrarse fuertemente el uno a el otro.

Ver sus lágrimas decorar su cuerpo.

Era entender que donde en sea que estuvieran, los únicos testigos de este doloroso sentimiento, serían ellos dos.

-Yuu-chan... dejáme sobrepasar tus límites...

Suelta tu voz.

Dijo Mikaela cegado en la excitación.

Sonrojado, desbordando en sudor y inevitablemente entregado, Yuu respondió:

-N-No te-tengo otra opción...

Porque tú...

Tienes mi corazón.

Y en ese momento, la última pizca de lo que quedaba de ella, desapareció.

Como un frío viento que entraba por la ventana,

Como un sincero adiós.

Decidió que jamás seguiría viviendo en el pasado.

-"Gracias por aceptarme..." -pensó mientras lo envolvía tiernamente en sus brazos-

Por un instante Yuu no entendió, pero se sentía muy bien...

Ya que... era la primera vez que veía a Mikaela sonreír.

Yuu yacía echado sobre la cama de Mikaela, tan acogedora y tan cálida.

Y sobre él, su nueva perdición estaba sonriendo.

Iniciando desde un gentil y desesperante beso, éste comenzó a perderse en sus labios y mejillas, segundos depués recorría muy despacio por su cuello para luego acariciar su clávicula hasta llegar a la unión en sus hombros; pero nunca soltó sus manos.

-Gh.. An... Nn...

-Todavía, es-espera ...

-Nn.. Ah.. Ah...

Cada movimiento traicionaba la cordura de ambos, ya que la posición en la que estaban era tal cual como en una noche de bodas, pero a pesar de no corresponder al género...

El sentimiento era mutuo.

Yuu gemía cada vez que Mikaela entraba en él, lo que le hacía incapaz de parar.

Ya que su cuerpo estaba acostumbrado a ello.

Mikaela no quería que él llegasé primero, por lo que mordió su cuello en señal de advertencia, pero esto solo provocó lo inesperado.

Yuu era de los que se excitaba con el dolor, pero no era lo correcto.

Al escuchar el gemido desgarrador que desprendió con aflicción, rápidamente lamió la herida y la besó suavemente.

HYAKUYA.COMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora