XIV: Duquesa.

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—Ojala...— la muchacha respiro hondo y continuo:— existieran esas maquinas del tiempo que tanto mencionan los del bajo barrio. Podría ir atrás y cambiarlo, para evitar el futuro...

—Oh, mi niña— su consejero la miró con una sonrisa.

—O no sé—Jeyne seguía con la mirada hacia las nubes, con expresión soñadora—¿que tal si alguien me escribiera desde el futuro y me dijera que hacer o no hacer? Me gustaría saber antes que hacer para no arrepentirme o lo contrario. Seria genial, imagina...

—Seria maravilloso— Samwex inclino la cabeza-, todo es posible, recuerde.

—No todo— la voz de Katherine ronca por no hablar en horas sonó.

Todos giraron la cabeza hacia ella, esta miraba aún hacia su jardín, tenía una postura elegante (hay dos tipos cuando alguien toma postura recta: la arrogante y la elegante. Oh, como detesto la arrogante ¡solo se ve bien en demonios!)

Ladeo la cabeza y los miro.

—¿No deberías ser más inteligente, Jeyne? No existe nada de eso, y probablemente no pasará, ¿y que harás? ¿Esperar a que alguien venga y te diga tus errores? —la comisura de su labio se levanto en una media sonrisa.—¿Que tal si piensas antes de actuar? ¿Hacerlo por ti misma?

Jeyne la miraba a los ojos, pero no pudo retenerla mucho. Que mirada mas fuerte.

—Yo...—cerró la boca de nuevo.

—Nadie vendrá a decirte que no hagas tal cosa, o viceversa—se levanto y abrió la ventana suavemente, volvió su cabeza hacia ella de nuevo— tu misma deberías saber las consecuencias de lo que haces. Estén bien o mal.

Y salió mientras sus sirvientes se miraban entre sí, y continuaban sus deberes.

15 Nota: Cada uno debe saber que hacer y si no sabe, descubrirlo.

Los malos modales siempre completan a un demonio aburrido, conocen cada regla de etiqueta y así fallan de vez en cuando. Cuando escribo esto para que la gente conozca la verdad siempre se complica con la llegada de nuevas almas, me distraigo. Y tengo mucho que contar, esto en alguna manera, es bueno para que sepan, el caso tiene que esperar un día más.

La noticia de Katherine siendo nombrada como duquesa fue algo polémico. Primero, había heredado el título de Condesa, y no era parte de la familia real, no estaba casada con nadie de la realeza, ni siquiera comprometida, pero la Reina Victoria pidió darle ese titulo, y nadie podía negarle nada. Ademas se rumoreaba que daría presencia en la pequeña ceremonia, y tras la muerte del príncipe consorte Alberto ella no había salido al publico.

—Su itinerario es simple para hoy y mañana, joven ama. La reina puso las mejores habitaciones para usted y su servicio, llegaremos al atardecer y será recibida por la Princesa Victoria. — Agnellys hablaba mientras el carruaje se movía. Katherine miraba por la ventana con curiosidad mientras pensaba en los papeles del caso.—Mañana temprano la ceremonia será en la sala del trono, la corte estará presente y ciertas personas del Parlamento para dar testimonio en un futuro.

Sonrió disimuladamente, oh, Kava, ambos sabíamos que ese futuro no llegaría nunca.

—¿Y la tarde?— Katherine la miro de reojo.

—El jardín del palacio, que es extenso, tendrá a su disposición cualquier actividad que desee hacer. En la noche tendrá lugar un baile, hay rumores que dicen que la Reina podría pedirle un momento a solas, quizá ya lo confirmé.

—Tiro— fue todo lo que dijo. Agnellys asintió con la cabeza.

Katherine movió la mirada a la ventana de nuevo, y se estremeció un poco. Agnellys le dirigió una sonrisa encantadora de servidora leal.

Kava' a demon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora