II: El primer caso.

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Una cosa que no deje claro antes: si estan leyendo esto, leanlo con mi voz grave y profunda, pero relajada.

Dejenme serles honesto. Al principio Katherine no llamo mi atencion completamente. Pero, sus decisiones en unos segundos llamo la atencion de todo el mundo de las Tinieblas.

Kava en parte se ocupo de eso, el queria eso. A veces los demonios son frivolos.

3 Nota: Llamar la atencion no siempre es lo mejor.

El caso de los hombres colgantes. Como cerdos. La preocupacion de los reyes, la risa de los demonios, el tormento del Señor. ¿Quien haria algo asi?

Katherine viajo dos dias deteniendose en cada sucursal de recuerdos, entrando sola, mientras Agnellys esperaba en el coche. No entendia en esos momentos porque Katherine coleccionaba cosas, y ustedes no lo entenderan hasta despues de un tiempo.

Finalmente llegaron a Bristol, el aire estaba muy frio, y corria brisa. Nevaria pronto, Katherine bajo del carruaje con ayuda de Agnellys. Ese dia ella se veia maravillosa, tenia un vestido hasta las rodillas de un color verde mas oscuro que sus ojos, unas botas negras hasta la mitad de su pierna. Se veia elegante. El cabello recogido en un moño con algunos mechones cayendo al frente. Y esa mirada fria.

Agnellys, como siempre, en un traje negro de sirvienta, de mayordomo, pero completamente nitida. Sin dejar esa sonrisa macabra, esa sonrisa y esos ojos frivolos.

Lux Justeivan la miro con dureza, cuando ella cruzo la cinta que rodeaba el perimetro. 

—No se permiten niños— dijo, y cuando estiro la mano para apartarla, Agnellys casi le parte la mano protegiendo a su ama.

—Basta— la reprendió su ama. — Mi nombre es Katherine Dravax.

Lux Justeivan se sorprendió. La miro de arriba abajo y tuvo un pensamiento que oi claramente ‘’Es una niña’’. 

Al decir su nombre llamo también la atención del hijo del teniente Justeivan. Ese chico era muy guapo, levanto la mirada de su cuaderno de aprendiz y miro a Katherine.

—¿Usted es ‘’la guardia del rey’’?— pregunto.

—Lo soy— respondió Katherine. Y lo miro.

No les voy a decir que fue amor a primera vista, pero si les dire que el se sorprendió de cuan linda podía ser ella. No, no era eso. O quizás si en parte.

Solo tenía catorce años. ¿Cómo podía tener un titulo tan alto?

—Entonces discúlpeme, señorita Dravax— Lux Justeivan hizo una reverencia.

—¿Que esta pasando aqui?— pregunto Katherine esquivando el respeto de Lux.

—Bue-bueno, supongo que la corte le hizo llegar un recado diciendo mas o menos lo que pasaba acerca de este caso— contesto rapidamente el chico.

—¿Y tu eres?— enarco una ceja Katherine.

—Frederick Justeivan— se inclino en reverencia y beso su mano.

Katherine se estremecio, como siempre hacia cuando alguien que no fuera Agnellys, la tocaba. Incluso se sonroso, luego aparto la mano con desden. Frederick sonrio. Que alegria.

—Un placer— casi sonrie, pero no lo hizo.

Les dije que cuando Katherine sonrio honestamentre fueron tres veces unicas en su vida.

Se movio con Agnellys detras como su sombra. Le quito los papeles a Lux de su mano, y luego miro mejor a su alrededor.

Estaban frente a una carniceria, y la sangre caia a chorros del techo, en el suelo, otros guardias cubrian el cuerpo rechoncho de Martin Gax. Su alma cayo en mis manos.

Fue mala persona, pero les contare luego porque.

—¿Aparecio colgando?

—No. Este caso fue diferente, aparecio en el techo— Lux señalo hacia arriba.

Katherine se cubrio los ojos con la mano y miro hacia arriba. La cantidad de sangre que habia era algo exagerada.

—¿No es mucha sangre para una sola persona?— miro a Agnellys, y le dijo:— sube y averigua.

—Si, mi señorita— en unos segundos desaparecio.

Lux le dijo a Katherine que acompañaria a Agnellys, pero ella se nego.

—¿Puedo ver el cuerpo?

—¿Enserio deseas verlo?— Frederick abrio los ojos sorprendido.

—Vine por algo, ¿no?— hizo una mueca y camino.

Los guardias la llevaron hacia dentro de la carniceria donde se habian llevado el cuerpo. Frederick miraba con una sonrisa a Katherine, mientras esta lo miraba de vez en cuando.

Ella misma quito el trapo que tapaba el cuerpo. Y cuando lo vio, le dio casi igual como se veia. Mientras que Lux y los guardias, se tapaban la boca casi vomitando.

Frederick tampoco reacciono mal, se puso de cuclillas junto a ella, y dijo:

—Genial, ¿no crees?

—Es... interesante— su mano toco la de Frederick cuando acomodo el trapo. Y esta vez no se estremecio tanto.

El cuerpo de Martin lucia mas o menos asi: estaba palido, y realmente gordo, una espuma verde le salia de la boca, y sus ojos lucian dulzones abiertos de par en par. Tenia una cortada desde el cuello hasta su genital. Y abierto con un olor del asco.

—Genial, pero huele terrible— Frederick solto una media risa.

—Supongo...— se mordio el labio.

Agnellys aparecio unos segundos despues, agarrado por el tobillo tenia el cuerpo de una mujer rosada que tenia vomito regado en el cabello y la boca. Ew, me dio asco hasta a mi.

—¡Sueltelo! ¡Es evidencia!— dijo Lux, los guardias le quitaron el cuerpo.— ¿Donde lo encontro?

Kava miro a Katherine. Solo respondia a lo que ella ordenaba.

—¿Donde?— Katherine paso sus dedos en el guante por el estomago del gordo.

—Estaba en el atico, señorita.

—El atico... uh, que miedo— bromeo Frederick levantando las manos en gesto de miedo.

Katherine fingio reirse. Era buena demostrando esa risa con su familia.

—Sabia que tenias una bonita risa— halago el.

—Freddie, por favor— su padre rodo los ojos.

Agnellys se tapo la boca en una risa dulzona y tranquila. El sentido del humor no era tan fuerte en los demonios, pero aun asi, tenemos un sentido del humor.

Katherine no era exactamente una persona con sentido del humor. 

—¿Y?— Katherine se acerco al otro cuerpo sin mirar a ninguno. Los mechones que caian en su cara, le daban aspecto joven, mas joven.

—El atico esta completamente nitido, señorita, no hay sangre, solo vomito y espuma— informo Agnellys, señalo el cuerpo—, tiene algo en la espalda.

—¿Que es?— Frederick y Lux preguntaron.

—Una escritura— respondio Katherine.

Su sentido de percepcion era muy bueno, era increible. Como si leyera las mentes.

Se acerco al otro cuerpo y lo volteo con una mano.

—Es fuerte— susurro Frederick.

Este chico estaba encantado con ella. Como yo tambien lo estaba. Como el cielo y el infierno lo estaba.

—Dice... gula— leyo un guardia.— ¿El pecado capital?

Kava- Agnellys se estuvo riendo por dentro.

—¿No es interesante, señorita?

—Lo es. ¿Os parece si me llevan a las demas escenas?

Kava' a demon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora