Diesciseis

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¿Para qué quiere hablar conmigo?

Me mira fijamente a los ojos.

– ¿Estás ocupada después de clases? – agacha la cabeza.

– No – hago una pausa y hago una mirada de pervertida – ¿Me invitarás a algún lado?

Levanta la cabeza y sonríe – Sí, ya que la última vez no terminamos – hace una cara pervertida, mira mi cuerpo de arriba hacia abajo y se muerde los labios.

Me excita cuando se muerde los labios.

– Claro que estoy disponible después de clases.

– Te espero en tu casillero – asiento y me volteo pero alguien detiene mi mano. Levanto la mirada y es Diego. Se acerca a mi oído y susurra – No me dejes plantado – hace una pausa – No te olvides del castigo – esto último lo dijo tan cerca de mi oído que siento un escalofrío por todo mi cuerpo.

Diego se dio cuenta de esto último y se ríe muy fuerte. Le tapo la boca con mi mano y la lame.

– ¡Oye! – grito y sale un profesor de una clase.

– ¡Paulina, a dirección! – asiento y volteo a ver a Diego y reviso si el profesor se haya volteado y regresó mi mirada hacia Diego y le enseño mi dedo de en medio.

•••

Mensaje no leído

Diego😉
¿Cómo te fue con el director?😂😂😂

Paulina
Ya por eso no iré contigo después de clases a donde sea quieres que vaya😒.

Diego😉
Nooo, eso sí que no... ¿Qué te dije que te haría si no fueras?😌

Paulina
Cállate, estúpido🖕.

Diego😉
Ese dedito te lo meteré en un lugar y no te va a gustar...😉

Paulina
ewwww...
última conexión a las 3:12 pm.

Diego😉
Era broma, Paulina... A menos que tú quieras

•••

Ya se acabó la escuela y dentro de poco me encontraré con Diego en mi casillero.

Me cae muy bien Diego. ¿A quién no le caería bien a un niño guapo, simpático y pervertido?

Voy a mi casillero y veo que Diego ya está allí.

Está volteando por otro lado y veo que es la oportunidad de asustarlo...

Me acerco muy despacio hacia él y alisto mi cámara en el celular.

– AHHH – grita Diego.

Me río como una foca retrasada.

– Ahora sí verás – me levanta y me carga

– ¡Bájame!

No oigo ninguna respuesta, así que golpeó su espalda pero al parecer soy muy débil ya que no se queja.

Me lleva a su carro en el lado del copiloto.

– Estás muuuuuuuuy ligera... ¡No pesas nada! – dice alargando la "u".

– No es mi problema que no coma como elefante como tú – digo en una respiración – Oh, por cierto, ¿me puedes llevar a mi casa? Me quiero cambiar.

Asiente con la cabeza.

En todo el camino la estuvimos es cuando música en la radio... Mejor dicho, estábamos escuchándome cantando...

– Cantas muy mal –

– Si yo canto mal, ¿cómo estarás tú? –

– Pues mucho mejor, nena – me voltea a ver.

Llegamos y nos bajamos del carro.

Abro la puerta de mi casa y le digo a Diego:

– Espérame aquí – lo volteo a ver y noto que tiene su mirada en una foto mía cuando era una bebé.

– ¿Qué te pasó? – dice con el ceño fruncido.

– ¿A qué te refieres? – estoy confundida.

– Estabas más bonita cuando eras una bebé – me voltea a ver y regresa a la foto: me está comparando.

– Ahí regreso.

Subo las escaleras y voy a mi cuarto.

¿Qué me pongo?

Después de tener un desastre en mi cuarto por estar buscando, al final encuentro que ponerme: un short y una blusa tipo béisbol (outfit/conjunto en la multimedia).

Bajo las escaleras y Diego se me queda viendo a mis piernas.

¿Qué trae con mis piernas?

¿Será que siempre cuando sales con él te pones ropa que hacen enseñar tus piernas?

Nunca tiene que faltar mi conciencia.

– Vámonos – digo con una sonrisa.

– Vá-vámonos – oigo que tragó saliva.

Esto va a ser un día misterioso.

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Por fin capítulo!💗
¿Quién de ustedes es #TeamDiego o #TeamSantiago? ¡Comenten!

Más tarde o mañana publicaré un capítulo especial con todas las fotos de los personajes😋 para que vean cómo son(:

Les tengo una mala noticia...

A partir de este capítulo habrá metas...

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Las amoooooooo😍😍❤️

- Ana -

iMessage; amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora