Capítulo 15.

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-Ali, Ali, Alison...

-No, no, no, Liam no, no me hagas esto yo te amo, no lo hagas, no con ella, ámame a mí no a ella, yo te amo de verdad, no...- grité retorciéndome.

-Cariño despierta, estoy aquí, yo también te amo a ti- dijo Liam, no podía abrir los ojos me sentía encerrada.

-Liam no, no Liam, no por favor no...- grité.

-Alison, mi amor estoy aquí, despierta- dijo Liam agarrándome los hombros y sacudiéndolos.

Abrí los ojos y lo vi, las lágrimas salían sin parar, Liam tenía la cara pálida y los ojos grandes con la mirada preocupada, me lancé a sus brazos y lo abracé fuerte.

-Alison ven a buscar tu desayuno- gritó Alizz desde la cocina.

-Espera que den comerciales- grité, estábamos viendo una película.

-Liam ven a buscar tu desayuno- gritó Alizz de vuelta.

Liam se levantó del sofá y se fue a la cocina.

-Toma Ali- dijo Liam minutos después.

-Oh!... Gracias mi vida- dije dándole un pequeño beso en los labios.

-De nada- dijo sentándose de nuevo.

Corte un poco del panqueque y lo metí en mi boca, Alizz sabe lo que me gusta por eso cada vez que hace panqueques me pone una tasita de fresas picaditas y jugo de naranja.

-El tuyo se ve más bueno que el mío- se quejó Liam- yo también quiero fresas.

-Pues te doy de la mía- dije riendo.

-Solo la quiero si es de tu boca- dijo.

-Pero mira que pervertido me ha salido este necio -dije, Liam rió y asintió lentamente, tomé y pedazo de fresa y la coloque entre mis labios, Liam se acercó y ladeó la cabeza hacia la izquierda y luego a la derecha pero terminó frente a frente, chupo el pedazo de fresa junto con mis labios y luego la mordió.

-Umm... que rica esta esa fresa.- dijo señalando mi boca.

-Pervertido- le dije entornando la mirada.

-Tu pervertido- dijo.

-De veras, eso es bueno, solo mío- dije.

-Siempre tuyo, siempre yo- dijo.

-Siempre tú- dije, unió nuestras manos. -¿Quieres más?- pregunté.

-Pues claro- dijo.

Tome otro pedazo de fresa y panqueque con el tenedor y lo lleve a su boca.

-Ya no te daré más, quieres demasiado -dije.

-¿Cómo cansarme?, si eres tu quien me lo das- dijo con una sonrisa, le devolví el gesto.

-Ya déjame desayunar.

-Déjame tú, desayunar a mí.

-Sí, cierto que soy yo la que pido la fresa.- dije rodando los ojos.

-Sí, tu misma.

Nos miramos y sonreímos, luego procedimos a comernos el resto del desayuno, viendo la televisión.

Lavamos los platos entre los dos y nos juntamos con Alizz en la sala de juegos.

-Alizz la abuela ha llamado, dice que si queremos ir a la playa- dije.

-Oh claro, busca lo que necesites para ir.

Fui al cuarto y saqué uno de mis bikinis, este era de color morado con bolitas de color rosa fucsia, busqué una toalla, las sandalias, la cámara, el protector solar, una crema, un labial hidratante y lo entre todo en una mochila.

¡Tú, siempre serás tú! (COMPLETA.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora