Epílogo.

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Me levante de la cama, es domingo no tengo que trabajar hoy, me encanta mi trabajo, soy psicóloga de un instituto, los niños son muy buenos conmigo y mis compañeros de trabajo también.

-Cariño, baja a desayunar te he preparado tu desayuno favorito.

-Ya voy cariño.- grité de vuelta. Me coloqué una bata y baje a la cocina.

En la mesa veo un plato con panqueques, sirope, fresas picaditas y un vaso de jugo de naranja. –Que rico.- dije sonriéndole.

-Todo lo rico y bueno para ustedes.- dijo dándome un beso en la mejilla y mi pancita, sentándose a mi lado. Él se había preparado lo mismo pero sin fresas, le encantaba comerse las mías.

-¿Qué te ha pasado esta mañana?- preguntó confuso.

-Fue algo tan raro mi vida, luego te cuento sí, ¿Nuestros amigos vendrán hoy?- pregunté.

-Sí, sabes que esa fiesta no se puede suspender de nuevo.- dijo tomándome la mano.

-Sí, te amo cariño, gracias por todo esto tan hermoso.- dije acercándome para besarlo.

-Gracias a ti mi vida, me vas a regalar lo más hermoso en este mundo.

-Se está moviendo, toca aquí.-le acerqué la mano a mi vientre, tengo seis meses de embarazo, lo más hermoso de este mundo, todavía no sabemos el sexo del niño pues lo hemos querido dejar de sorpresa.

-Te amo, eres mi gran regalo, ambos son lo más importante en mi mundo.- dijo arrodillándose a mi lado y abrazándome.

-Nosotros también te amamos mi amor.

A las dos de la tarde mi amado se había ido a comprar algunas cosas que faltaban para la fiesta. Haley me llamó y me dijo que las chicas venían en camino para preparar todo pero que ella iba a llegar un poco más tarde porque tenía que pasar a casa de sus suegros con Axel.

-¡Hola Ali!- dijeron Ashley y Jade al unísono.

-Hola.- me abrazaron.- ¿Dónde está ese diablito?

-Viene más tarde con su padre.- respondió Ashley.

-Vamos a ponernos manos a la obra.- dije.

-Tú no harás nada, déjanos eso a Jade y a mí.- dijo Ashley negando con el dedo.

-Pero quiero ayudar a preparar la fiesta.- dije haciendo puchero.

-Ya deja de comportarte como si tuvieras dieciséis.- dijo Jade riendo.

-Les tengo que contar algo pero cuando estemos todos.

-Cuenta, cuenta.- dijo Ashley.

-Dije cuando todos estén aquí. Cálmate.

La casa estaba bomba, las chicas se esmeraron decorándola, habían muchos globos, cortinas de colores, cintas colgando, luces coloridas, estaba muy bonito todo.

-Cariño, no sería mejor que vayas y te cambies- dijo abrazándome con cuidado por detrás.

-Está bien- dije dándole un pequeño beso y subiendo las escaleras.

Cuando salí del cuarto de baño vi a las chicas sentadas en la cama esperándome.

-Estas tan hermosa con esa pancita.- dijo Haley.

-Anímate, a que consigues una.- dije riendo.
Cogí mi ropa interior y entre al baño de nuevo, me la coloqué y salí.

-Estas hermosa.- dijo Jade.

-Deja de burlarte de mí gordura, ok no… Vale la pena, por esta criaturita.- dije tocándome el vientre.

-¿Puedo tocarlo?- pregunto Haley.
-Claro, no pidas permiso, es tu sobrino o sobrina.- dije acercándome y riendo.
Sus manos se posaron en mi vientre y lo acaricio, Jade y Ashley también lo hicieron, estaba tan feliz de tenerlas y que siempre estuvieran conmigo.

¡Tú, siempre serás tú! (COMPLETA.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora