Capítulo 7

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Me removí ya que sentí que algo me mojaba el rostro, abrí los ojos de par en par y me di cuenta de que estaba afuera en el césped, al parecer me quede dormida.

Mire hacia el lado y ahí estaba mi tierno perrito Wedlish moviendo la cola de un lado a otro.

-Hola amiguito, wow, que sexy te vez al parecer John te ha dado un baño.- dije incorporándome y tomando en brazos para colocarlo sobre mi regazo.

-wau, wau- respondió. Lo malo es que solo él y los perros entienden su lenguaje. Lo acaricie por varios minutos y luego lo baje de mi regazo y me puse de pie.

-Vamos Wedlish, hay que darte algo de comer- Recogí mi mochila y me adentré a la casa con Wedlish detrás de mí.

Le di su comida y empezó a comérsela, subí escaleras arriba y fui al cuarto de John.

-Gracias por darle el baño a Wedlish, John.- dije dándole un beso en la mejilla.

-Sabes que me encantan los perros, Ali, ¿Mañana me lo puedo llevar a casa de los abuelos mientras estas donde tú amiga?.

-Oh claro, al abuelo Tom le encantan los perros y más si es Wedlish, bueno... aunque no creo que a la abuela le guste mucho porque la última vez que lo llevaste lo dejaste entrar a su cuarto y le daño la entapizada de los sillones.- dije sonriendo, recordando la cara de la abuela cuando fuimos a recoger a John y me lo dijo.

*****
-Abue!! ¿Cómo os la has pasado con John y Wedlish?- dije entrando a la casa sonriendo.

-Con John bien, de Wedlish no puedo decir lo mismo- dijo con la cara roja del enojo, no la había visto así desde que mi abuelo Tom le rompió sin querer una pequeña estatuilla de cristal que era de su madre, o sea mi bisabuela.

-¿Qué pasa abue!?- dije preocupada por lo que pudo hacer Wedlish y porque se enojará también conmigo.

-Es que Wedlish me ha dañado el entapizado de mis antiguos muebles los que tu abuelo me regalo el día de navidad.

-Oh, cuanto lo siento abuela, el en casa no hace esto, cuanto lo lamento- dije apenada.

-Ya no importa princesa, ya los mandaré a arreglar- dijo resignada.

-Gracias abuela.- le di un abrazo y detrás vi a John con Wedlish en brazos.- Oh, aquí está el perrito malo, Wedlish no vuelvas a hacer eso, la abuela está muy enojada contigo.- le regañe, este bajo sus dos orejitas apenado.

-Lo siento se me olvido entrarlo en la casita- se disculpó John.

-Ya mandaré a arreglar el entapizado, no se preocupen- nos calmó la abuela- Gracias por haber venido a acompañarnos a estos dos viejos.

-No hay porque abuela- dijo John.- Me encanta venir.- dijo feliz.

-A mi también me encanta que vengas Johnny- se acercó y beso su mejilla al mismo tiempo que acaricio la cabeza de Wedlish.- A ti también Wedlish, eres un chico travieso.- dijo e instantáneamente este movió su cola de alegría de que la abuela ya no estuviera enojada con él.

-Bueno abue! Ya nos tenemos que ir, mamá nos espera en el auto- dije despidiéndome de ella.- adiós abuelo- grité para que me escuchara, ya que estaba en el piso de arriba viendo el televisor.

-Adiós niños- se despidió.

-Adiós abuela, abuelo, los queremos- dije.

*****

-Pero no dejes que haga muchas travesuras y llévate la casita- ordené.

-Sí Ali.

-Bueno ya me voy, tengo cosas que hacer- me despedí con la mano.

¡Tú, siempre serás tú! (COMPLETA.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora