Las diez y media, la abuela Elizabeth se había ido a casa de su amiga, Los chicos estaban preparando la parrilla para preparar carne, yo luego de darle la comida a Wedlish me quede a jugar con él, Alizz estaba en la pc de la abuela.
-Wedlish estas muy flaquito, ¿Qué te pasa?- dije dándole un toque en la nariz. Me lamió el dedo.-Que cosita más linda, que cosita más linda.
-¿Quién yo?- preguntó John.
-No, Wedlish.
-Yo soy más lindo que ese perrito- dijo sacándome la lengua.
-Eres feo niño- reí- Wedlish es más lindo que tú.
-Ay no!.
-Ay sí!.
-Que no.
-Que sí.
-Abuelo…- gritó John – Alison me está diciendo feo.
-Que chismoso- susurré y reí.
-Alison deja a John tranquilo- gritó el abuelo.
-Yo no he hecho nada- dije levantando las manos en forma de defensa.
-Cállate fea- dijo John y se fue corriendo.
Negué con la cabeza y reí.
-La carne está bien buena, querido viejo- dije topándole por la espalda, con un pedacito de carne en un tenedor.
-Querida vieja, deja que sirvamos la comida te aseguro que podrás comer toda la carne que quieras, pero deja de entrar el tenedor a la parrilla que te puedes quemar- dijo.
-No me quemare soy de acero o algo así- dije sonriendo de oreja a oreja.
-Sí, mi princesa de acero- dijo dándome un beso en la frente.
-Ni tanto, de princesa no tengo nada.
-Para otras personas tal vez no pero para mí sí.
-Viejo cuidado que me harás llorar- dije subiendo un brazo a sus hombros.
-Pues tengo un pañuelo, si quieres te lo presto.
-Mejor no, mejor no- dije alejándome bromeando.
-Abuelo, la carne se quema- dijo John cerca de la parrilla.
-Aléjate John te puedes quemar- dijo yendo hacia allá.
-¿Te has divertido?- pregunté a Liam.
-Sí, mucho- dijo acercándome a él.
-Qué bueno, ¿vamos dentro?.- él asintió.
Wedlish corría detrás de nosotros, su pelaje relucía en el sol al igual que sus ojitos.
Nos sentamos en el sofá y encendimos la tele, Wedlish como siempre se subió en mis piernas y apoyo su cabecita en mis muslos, se veía muy tierno y miraba la tele con nosotros.
-Ya llegue- anunció la abuela, colocando bolsas en la mesa.
-¿Qué me has traído?- pregunté dejando a Wedlish en el piso y yendo corriendo hacia ella, la abracé y besé en la mejilla.
-A ti nada- dijo sonriendo maliciosa, mi cara borro la sonrisa y la deje de abrazar.
-Así que no me has traído nada- dije entrecerrando los ojos.
-No me mires así que tus ojitos se ven más pequeños de lo que son- dijo la abuela besándome el pelo.
-No te quiero nadita, no me has traído nada- dije haciendo puchero.
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¡Tú, siempre serás tú! (COMPLETA.)
RomanceSinopsis: Dos manos agarradas tan fuertemente, dos sonrisas dedicadas a una sola persona. Ellos estaban enamorados. Pero todo lo que unió el hombre, por la mano de Dios puede ser arrebatado. ¿Será que a pesar de todo, el amor lo vence todo? *****...