Capítulo 18.

23 0 0
                                    

Las diez y media, la abuela Elizabeth se había ido a casa de su amiga, Los chicos estaban preparando la parrilla para preparar carne, yo luego de darle la comida a Wedlish me quede a jugar con él, Alizz estaba en la pc de la abuela.

-Wedlish estas muy flaquito, ¿Qué te pasa?- dije dándole un toque en la nariz. Me lamió el dedo.-Que cosita más linda, que cosita más linda.

-¿Quién yo?- preguntó John.

-No, Wedlish.

-Yo soy más lindo que ese perrito- dijo sacándome la lengua.

-Eres feo niño- reí- Wedlish es más lindo que tú.

-Ay no!.

-Ay sí!.

-Que no.

-Que sí.

-Abuelo…- gritó John – Alison me está diciendo feo.

-Que chismoso- susurré y reí.

-Alison deja a John tranquilo- gritó el abuelo.

-Yo no he hecho nada- dije levantando las manos en forma de defensa.

-Cállate fea- dijo John y se fue corriendo.

Negué con la cabeza y reí.

-La carne está bien buena, querido viejo- dije topándole por la espalda, con un pedacito de carne en un tenedor.

-Querida vieja, deja que sirvamos la comida te aseguro que podrás comer toda la carne que quieras, pero deja de entrar el tenedor a la parrilla que te puedes quemar- dijo.

-No me quemare soy de acero o algo así- dije sonriendo de oreja a oreja.

-Sí, mi princesa de acero- dijo dándome un beso en la frente.

-Ni tanto, de princesa no tengo nada.

-Para otras personas tal vez no pero para mí sí.

-Viejo cuidado que me harás llorar- dije subiendo un brazo a sus hombros.

-Pues tengo un pañuelo, si quieres te lo presto.

-Mejor no, mejor no- dije alejándome bromeando.

-Abuelo, la carne se quema- dijo John cerca de la parrilla.

-Aléjate John te puedes quemar- dijo yendo hacia allá.

-¿Te has divertido?- pregunté a Liam.

-Sí, mucho- dijo acercándome a él.

-Qué bueno, ¿vamos dentro?.- él asintió.

Wedlish corría detrás de nosotros, su pelaje relucía en el sol al igual que sus ojitos.

Nos sentamos en el sofá y encendimos la tele, Wedlish como siempre se subió en mis piernas y apoyo su cabecita en mis muslos, se veía muy tierno y miraba la tele con nosotros.

-Ya llegue- anunció la abuela, colocando bolsas en la mesa.

-¿Qué me has traído?- pregunté dejando a Wedlish en el piso y yendo corriendo hacia ella, la abracé y besé en la mejilla.

-A ti nada- dijo sonriendo maliciosa, mi cara borro la sonrisa y la deje de abrazar.

-Así que no me has traído nada- dije entrecerrando los ojos.

-No me mires así que tus ojitos se ven más pequeños de lo que son- dijo la abuela besándome el pelo.

-No te quiero nadita, no me has traído nada- dije haciendo puchero.

¡Tú, siempre serás tú! (COMPLETA.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora