No soy tu amigo

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Las lluvias congeladas. En el estado del clima habían dicho que iban a continuar.

"Buenas noches, Houdini. Si quieres algo de acción nocturna dime y voy al 201 en menos de lo que puedes decir: vodka tonic"

"Creo que quiero algo de acción nocturna"

"Por cierto, tengo algo para ti"

Ella arreglo su cabello que estaba algo alterado. Como esos días inciertos. Encendió un cigarrillo en la oscuridad y se pintó los labios.

Por las aceras rumbo al 201 se veía una ligera capa de lo que había dejado la brisa congelada. Las estrellas ya comenzaban a aparecer y en el exterior ya se escuchaba la estridencia loca y se veían las luces felices en la cuadra.

En esa calle no había ni un alma, las calles estaban solitarias y no eran habitadas desde hace mucho tiempo. El 201 era dueño de todo, de la oscuridad de la calle y de los momentos ácidos.

Afuera estaban un par de chicas besándose y un auto color rojo se estacionaba.

Peter estaba en la entrada con su chaqueta brillando en la oscuridad. Ella se acercó y encendió un cigarrillo para ambos.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que tienes para mí?

-Lo tengo un mi bolsillo interno, pero no puedo dártelo aún

-¿Qué es?

-No puedo decírtelo

-Que misterioso

Él le sonrió y le quito el cigarrillo de los labios que habían estado compartiendo. Entraron y estuvieron de acuerdo en pedir tragos. La miro por debajo de las luces y su sonrisa era encantadora. Tomo su mano y ella recargo su cabeza en su hombro.

-Nena...he estado pensando

-¿Sobre qué?

-Lo que dijiste si algún día podríamos estar juntos

Él metió su mano a su bolsillo interior izquierdo y escucho una voz grave.

-¿Quieres que te invite algo, muñeca?-

El corazón de ella se congelo y vio cara a cara de nuevo a Alex. Él sonreía y se sentó a su lado. Peter lo miro extrañado.

-¿Quieres algo?

-No quiero nada de ti- dijo ella mirándolo a los ojos para asegurarse que lo escuchara bien

Peter se levantó poniéndose a su altura.

-¿Te importa, amigo?- dijo Alex retándolo con la mirada

-No soy tu amigo

-¿Qué dijiste?

-Lo que escuchaste, idiota estúpido

Alex lo sostuvo de la chaqueta con ambas manos y él las sujeto con fuerza. Los ojos de ella ardieron y observaron como las manos de Peter las apretaban para salirse del aprieto.

El barman intercambio señas con Warren que se encontraba en la puerta. En un instante Warren ya estaba frente a ellos.

-Todo bien, hermano...te invito una cerveza- dijo Warren apartando a Peter y dándole una palmada en la espalda.

Alex era un cabrón muy alto. Ella lo abofeteo una vez y él sostuvo su brazo.

-Dile que vendrás conmigo

-No iré contigo a ningún lado, vete al demonio

Regreso abrazándose de Peter en la salida. Warren los acompaño a la puerta.

-¡Eres mía, preciosa! Dile a ese idiota que lo estaré esperando

Crónicas (Peter Maximoff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora