Ella caminaba hacia el parque, era una tarde fría. Hasta caía un poco de lluvia helada, encendió un cigarro para calmar sus nervios. Un espeso y estupendo abrigo la envolvía y en su bolso izquierdo llevaba un reproductor musical, en el derecho una cajetilla de Lucky strike que parecían no terminarse. Alguien la tomo del hombro.
-Hola, cariño ¿Tienes fuego?- puso un cigarro en sus labios y levanto las cejas y un poco su mentón
-Warren... casi doy un salto del susto- encendió su cigarrillo y ella termino el suyo.
Él la acompaño amistosamente hasta la segunda entrada del parque. Ella le dijo que había salido un poco a calmar los nervios. Tenía la mirada cristalina como si quisiera llorar. Las había contenido desde la última vez que vio a Peter.
-Anda, cariño. Te invito un café
-Mejor un trago
-Más tarde en el 201 ¿Vas?
-Claro
La estrecho despacio en sus brazos y le dijo que no importaba y que llorara un poco. Ella dijo que no podía.
-Él te ama, cariño...solo que es algo...
-¿Inseguro?
-No, pendejo
Ella sonrió.
El camino de regreso a casa lo hizo en solitario. En la radio pronosticaban una fuerte tormenta helada. A pesar de eso ella salió al dar la noche.
Al llegar a la barra inmediatamente recibió un trago de cereza. "De parte del joven de cabello rubio" dijo el barman. Pero Warren aún no había llegado.
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Crónicas (Peter Maximoff)
Hayran KurguSu vida no podía ser más ácida. Ella era demasiado orgullosa para admitirlo y el demasiado tonto para notarlo.
