Escalera al cielo

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Ella iba en el autobús contemplando el espesor gris de las nubes .Era miércoles...para variar. Es tarde se hizo de día menos mal que está nublado.
Su intención era lavar sus pensamientos con el agua próxima de lluvia.

-No...No puedo...-

Se bajó del autobús y camino sin rumbo por dos horas. Por los charcos, por la brisa, la lluvia de mariposas que se concentraban en aquella calle inclinada. Comenzó a correr, sus botas raspaban el pavimento.
Cuando abrió la puerta él estaba ahí, en el sillón, con las piernas separadas y jugando con sus pulgares...mirando al piso.
La recorrió con los ojos ennegrecidos por el cansancio, siguió hasta sus piernas humedecidas de lluvia, su cadera revoltosa, su pecho desesperado, su rostro confuso y su cabello de stairway to heaven. Aterrizo a sus ojos en una vuelta en v...clavó su profundidad ennegrecida en ellos...muy enérgico como un cuchillo atravesando un pan francés.
Subió el volumen del rock que había en esa mirada, lo remontó al máximo.
Loco de su mirada escurrida igual que la suya, del ensordecedor movimiento pequeño y fragante de su iris. Fue una canción muy corta...luego empezaron los cuestionamientos. Él vio el reloj de su padre, iban a dar las 8 de la noche.

-Ayer dijiste que me amabas

-Y también dije que eras un maldito estúpido

-Lo soy...pero a pesar de ser como soy te amo

-Me tengo que alejar de ti...- ella bajo la mirada

Él guardo silencio y sostuvo su mano.

-¿Por qué?

-Porque ya no quiero hacerte daño

-Tengo que decirte esto...aunque digas que soy un maldito estúpido

-Por favor...

Él vio de reojo que en uno de sus floreros estaban ya marchitas las dos margaritas que le había regalado. Estaba de un color sepia y una de ellas ya se había secado por completo y tenía pocos pétalos.

-¿Por qué las conservas? Están muertas

-Peter...yo- su labio tembló

-¿Si ya no me quieres ver por qué las conservas?

-No se...

-Es por que aún me quieres cerca.Di que ya no me amas

-No te amo...

La estrecho fuertemente junto a su cuerpo y la beso con una pasión absoluta y lastimera.

-Tú dices que soy un maldito estúpido...tu eres una mentirosa y una orgullosa increíble

-No te puedo mentir...

-Eres todo lo que quiero... no te vayas nena

-Si me quedo nunca te dejare

-No me dejes.

Crónicas (Peter Maximoff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora