***Algunas semanas después.***
En estos dias trabajé mucho, ya que la empresa decidió cerrar por refacciones y darnos un respiro a todos los empleados. Por primera vez tengo suerte y todo comienza a acomodarse en mi vida. Hace varias semanas que no veo a Ciro. No me lo he encontrado, no lo he visto, no me ha llamado, ni siquiera he pensado en él.
Mi relación con Jared se ha tornado bonitamente tranquila, salimos a caminar por el puerto, a veces se queda a dormir en mi casa. Todo marcha como hace tiempo debería haberlo hecho.
Hoy me invitado a conocer a su hermana. Debo reconocer que estoy ansiosa por verla. Me ha hablado muy bien de ella. Parece ser una buena chica.
Mike está haciendo de las suyas en la cocina. Lo oigo tener una lucha feroz con un calcetín.
-Mike, para ya.
Él hace caso omiso a mis retos. Lo cojo por la barriga y comienzo a acariciarle el lomo. Esto siempre me relaja. Ha crecido desde la primera vez que lo vi. Sonrío todos los días al verlo, es el recuerdo viviente de que pude encontrar el amor. Un amor que no lastima, al contrario, me hace sentir mejor con cada día que pasa. Estoy enamorada de este hombre. No creo en el destino, ni en Dios, ni en ninguna cosa más en la que cualquier persona común cree. Solo creo en él. Él es mi religión.
Mi gatito comienza a pesarme. Aprovecho que se ha quedado dormido para acomodarlo en el sofá. Me siento unos minutos para disfrutar de la tranquilidad de mi vida. He pasado por tanto para estar donde estoy hoy...
Desde que él esta conmigo, tampoco han vuelto los malos recuerdos. Se ha apaciguado esa manía de mi mente por atormentarme siempre que puede. Ha podido hacer tantas cosas en mi que ya no podría vivir sin su presencia. Sin su existencia.
Observo con detenimiento casa rincón de este calmado cuarto. Me hace un falta un poco de él para desordenarlo. Sonrío sola al recordar cada cosa que hemos hecho en esta casa. Luego mi corazón se llena de ternura. Sobre un estante hay una foto de nosotros juntos. Nos vemos tan felices como siempre soñé. Él está soplándome la nariz, lo que me hace cerrar los ojos. Tiene una mirada especial en esa foto.
Me paro para cogerla. Necesito verla de cerca. Acaricio el marco primero, luego mis manos pasan sobre su rostro. No puedo evitar volver a sonreír al ver su mirada. Ha tomado la costumbre de soplarme la nariz cuando quiere molestarme. Lo que no ha percibido es que nada puede molestarme estando en sus brazos. Amo ese viento que largan sus labios al soplar mi nariz. Amo esa exquisita sensación de sentir algo que proviene de él. Me hace falta.
Comienzo a desvestirme, tiendo sobre la cama un vestido casual que compré para la ocasión. Es de esas telas que vuelan con el viento. Lo tomo por las mangas para observarlo. Hoy por fin me siento libre y lo mostraré al mundo.
De repente lo suelto y corro hacia la ventana.
-¡Por fin soy libre!
Grito desde ella. Comienzo a reír sola. El amor me tiene completamente loca.
Vuelvo al cuarto, Mike esta junto a mi vestido.
-Lo tocas y verás.
Me mira con indiferencia. Comienzo a vestirme, doy una vuelta sobre mi misma. El vestido forma una circunferencia a mi alrededor con este movimiento. Es perfecto.
Camino hacia un espejo nuevo. Este espejo refleja lo que siempre he querido ser. Una mujer feliz, sin complicaciones, sin problemas. Todo marcha bien. Me doy unos últimos retoques, cuando escucho un especial sonido desde afuera. Una bocina, y luego un grito.
Jared-¡He llegado,hermosa!
Sonrío y todo mi rostro se ilumina. Mi pulso comienza acelerarse. Cojo mi bolso y salgo rápidamente.
Al verlo, voy corriendo hacia él y lo abrazo lo más fuerte que puedo. Le doy un gran beso en la mejilla.
Él sopla mi nariz, hago un gesto de enfado, como siempre.
Jared-¿Nunca dejará de molestarte?
-¿Y tu nuca dejarás de hacerlo?
Jared-No.
Lo beso tiernamente. Cuando estoy por soltarme de su abrazo, el me retiene con fuerza.
Jared-Te he extrañado mucho.
No digo nada y le respondo dándole un segundo gran abrazo.
Subimos al auto. Veo peligrosamente un chocolate con forma de corazón en la guantera.
Jared-Ni se te ocurra.
-¿No es para mi?
Jared-Todo lo quieres para ti princesa.
-No todo.
Jared-Ah ¿No?.
-No, solo lo que viene de ti.
Él saca la vista un momento de la calle, toma una de mis manos y la besa.
Jared-Oh, era una sorpresa. Anda, cógelo. Era broma, es para ti.
Lo tomo, saco el envoltorio y lo parto en dos.
Jared-No me gusta lo dulce ¿Lo olvidas?
-¿Estás rechazando mi corazón?
Jared-No puedo contigo.
Come la mitad del chocolate de un bocado.
-¿Es lejos de aquí?
Jared-Te había contado que es cerca. Hoy lo olvidas todo.
-Estoy un poco nerviosa.
Jared-Oh vamos, te agradará.
Jared dobla en una parte de la ciudad que nunca había visto. Esta apartada de los edificios. Parece una ciudad totalmente diferente.
-¿Dónde estamos?
Jared-¿Nunca habías venido ?
-¿Olvidas que no soy de aquí?
El acaricia mi cabeza como a un niño. Parece haber olvidado responderme. Estoy tan enamorada que realmente nada me molesta ya.
Al llegar, comienzo a observar detalladamente la pequeña y pintoresca casa. Esta llena de flores por todas partes, una pequeña fuente ambientando el lugar. Me recuerda a cuando era niña y pasábamos los fines de semana en casa de mi abuela. Si prestas atención se puede oler comida recién hecha en el aire. Muy hogareño.
Cuando bajamos del auto, Jared baja rápidamente. Luego veo abrirse la puerta y salir a una mujer de unos 35. Es bastante parecida a él. Tiene la piel blanca, un tanto bronceada. Unos grandes labios, la nariz respingada. Una gran sonrisa en su rostro sereno. Ya me cae bien.
Los veo abrazarse enérgicamente y esto me llena de nostalgia. Algo dentro mio me hace extrañar a mi familia.
Jared-¡Sal! Ven a conocerla.
Cuando me acerco la saludo con un beso. Justo cuando estoy alejándome, ella me toma en brazos como si me conociera de toda la vida. Toma mis manos y me observa de arriba a abajo. Luego su mirada se dirige a Jared.
Dulce-Es mucho más linda en persona.
Me da un guiño.
Dulce-Pasa, te estaba esperando.
