Como si fuese la primera vez (Zayn y tu)

Capítulo 14

Capítulo 14:

Ya habían transcurrido ese hermoso fin de semana que tuve con Zayn y toda la semana que me quedaba para comenzar la universidad. Durante esa semana, fui con Zayn a Oxford para poder terminar de hacer bien los trámites y me dieran todos mis horarios; a pesar de hacer la misma carrera, Zayn y yo no compartiríamos clases, solo una de las seis materias, pero me dijo que en las demás estaría con algunos amigos suyos. También, ya había pasado el primer aniversario de la muerte de mi hermana, estuve casi todo el día en mi habitación con mis auriculares puestos, no quería hablar con nadie, ni siquiera con mis padres; no quería probar bocado de nada, pero mis padres me obligaron.

En fin, lunes 6.30 am, sonó mi despertador. Me levanté y fui directo al baño, cepillé mis dientes y lavé mi cara. Volví a mi habitación y para mi primer día elegí un atuendo casual: unos jeans ajustados, una remera básica blanca sin mangas, un bléiser negro y unos zapatos stilettos  con taco ancho y punta abierta color negro. Terminado el atuendo, coloqué en mi cuello un collar que llegaba hasta mi pecho con un medallón antiguo de la Torre Eiffel, e infaltable, mi Birkin color negra. Tomé mi teléfono y bajé. Me preparé el desayuno: dos tostadas con mermelada y un cappuccino. Al terminarlo, dejé la bajilla utilizada en la mesada de la cocina y me dirigí al living a esperar a Zayn, él me llevaría hasta que tuviese mi nuevo auto, luego nos iríamos turnando.

El Giulietta negro se estacionó en mi puerta a las 7.25 am y tocó doble bocina. Al salir, me encontré con un Zayn muy bien vestido, jeans clásicos ajustados, camisa blanca y un bléiser masculino negro, con una par de zapatos estilo parisinos de gamuza grises.  Nada mal. Muy caballeroso, me saludó con un beso en la mejilla y abrió la puerta del copiloto para que yo pueda entrar, una vez dentro él la cerró, dio la vuelta y se montó del lado del piloto. Comenzó a conducir hacia Oxford, nos llevaría alrededor de una hora. Llegamos y eran las 8.35, las clases comenzarían 9.30 regularmente, pero hoy abría una charla de bienvenida a los nuevos estudiantes a las 9. Nos bajamos del auto e inmediatamente comenzamos a caminar hacia el auditorio dónde tendría lugar la charla. Nuestra marcha fue interrumpida por un grupo de 3 chicos, uno ruloso de ojos color esmeralda, uno rubio de ojos azules que parecían rubíes y el otro con cabello castaño y ojos celestes, los tres encantadores, que saludaron a Zayn amistosamente. Esos deben ser sus amigos pensé.

-_______, ellos son mis amigos. Harry Styles – y señaló al ruloso.

-Un gusto _______. – sonreí amablemente.

-Niall Horan – señaló al rubio.

-Gusto en conocerte. – y me dio un beso en la mejilla.

-Y Louis Tomlinson – señaló al castaño de ojos celestes.

-Lindo conocerte, Zayn nos ha hablado de ti muchísimo esta semana, y él estaba en lo cierto, eres muy linda. – reí por el comentario de Louis.

-Gracias – fue lo único que pude decir. OMG, Zayn había hablado de mí con sus amigos!

-Cállate Louis, eso queda entre nosotros. – y comenzó a enrojecerse.

-Uh lo siento, no medí las palabras – se excusó Louis.

-Eso ya nos dimos cuenta Boo Bear – dijo Niall. Ese apodo me causó gracia.

-Qué ocurre? – preguntó Harry.

-Nada, solo que me causó gracia ese apodo.

-Todos tenemos apodos, yo soy Nialler – dijo el rubio – Harry es Hazza y Zayn, bueno, es Zayn. – reímos todos menos Zayn.

-Bueno, estábamos yendo para el auditorio, vamos? – comentó Zayn.

-Sí – dijimos los cuatro. Y comenzamos a caminar hacia dentro de instituto.

Una vez allí, me senté al lado de Zayn, y a mi derecha tenía a Louis, luego estaban Harry y después Niall. Nos dieron la bienvenida a los nuevos alumnos y nos comunicaron que solo por la primera semana  podíamos ir vestidos como quisiéramos, pero que luego deberíamos usar al menos el sweater con el escudo del colegio. Una vez terminada la charla, comenzarían las clases. En la primera cursaría con Harry y Niall. Así que nos dirigimos los tres juntos hacia el aula 37. Al entrar, firmamos en una hoja así las autoridades saben que asistimos a la clase y nos dirigimos a sentarnos, nuestros lugares serían permanentes, así que me senté con Niall en un banco en la cuarta fila. Harry se sentó una fila más adelante, y en eso viene una chica rubia platinada, teñida obviamente, sujetó sus manos alrededor del cuello del ruloso, él la sujeta por su cintura, y el comienza a besarla de forma desesperada, como si no se hubiesen dado cuenta de que estaban en público; nunca me había dado tanto asco un beso, así que dirigí mi mirada hacia Niall, y él comenzó a reír.

-Qué sucede? – le pregunté.

-Tu cara me da risa, igual es asquerosa esa escena, siempre desde segundo año de preparatoria.

-Explícame.

-Ellos “salen” desde segundo año de la preparatoria. Igual, Harry se ha acostado con mil mujeres durante ese tiempo y ella con todo el equipo de fútbol americano y demás chicos también, pero a ninguno de los dos les molesta eso.

-Ah, ya entiendo. Es por algo de popularidad que salen?

-Algo así, aunque creo que algo de amor hay; Harry era el capitán del equipo, y Lucila – ese era su nombre – era la capitana de porristas.

-Es lógico que iban a estar juntos. Y alguna vez te has acostado con ella?

-Uf, varias veces. No es nada mala en la…

-Ya basta! – grité antes de que terminara su oración – ya he entendido.

-Okei, me callo. – reí bajito.

-Sabes? – Niall me miró – yo formaba parte del equipo de porristas de mi preparatoria.

-Y salías con algún chico del equipo? – reí.

-Sí, pero ya hemos terminado. Él me cambió por la capitana del equipo.

-Uh, que feo.

-Sí, me costó superarlo, pero aquí estoy.

-Sí, seguro ese chico no valía la pena, puedes encontrar a alguien mejor. – esas palabras me llegaron, menos de una hora que lo conocía y me daba comentarios motivadores.

-Estoy segura que llegaremos a ser muy buenos amigos – comenté sin pensarlo. Él me miró.

-Yo creo lo mismo. – y en eso la profesora de literatura entró en el salón y todos guardamos silencio, todos menos Harry y “Lucila”, que seguían con su beso y la profesora tuvo que carraspear para que se soltaran de su agarre, y una vez que terminaron con su escena, Lucila dijo bajo, casi susurrando cerca del oído de Harry, pero audible por mí: “como ansío tenerte esta noche bajo mis sábanas”, y le guiñó su ojo izquierdo, y luego sí todo el mundo guardó silencio.