Capítulo 3: Miyavi x Kai

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Me llama. Una vez más el maldito teléfono vuelve a sonar. ¿Cuántas veces van ya hoy? ¿Quince? ¿Dieciséis, tal vez? Ya he perdido la cuenta. No me deja en paz. Desde hace dos largos meses que consiguió mi teléfono. Aún no he averiguado de dónde lo sacó. La primera vez que me llamó fue de lo más cortés:

''¿Kai...? Discúlpame...no me conoces, pero yo a ti sí...veo tu programa todos los días...soy un gran admirador...Me...gustaría saber...si querrías venir a cenar conmigo...''


En un principio esas palabras no me molestaron, incluso me sentí halagado. Así que traté de ser amable a la hora de declinar su oferta:

-Lo siento señor...-


-Miyavi-


-Bien, Miyavi...verá...es que ahora mismo estoy muy ocupado como para salir con nadie...-


-Puedo esperar...-


-Me temo que no es algo temporal, lo siento mucho, gracias de todas formas-


Colgué el teléfono, pensando ingenuamente que todo se acabaría ahí. No podía estar más equivocado... Desde ese día me llamaba, cada día,cada hora, antes y después de mi programa... Sin embargo un día todo fue a peor... Cuando salía del estudio me lo encontré en una esquina, esperándome...

-Kai, soy Miyavi-sonrió

Era un chico mucho más alto que yo, de apariencia desaliñada, con tatuajes por todo su cuerpo. No paraba quieto un segundo, no sabía si estaba nervioso o era así normalmente. Lo miré durante unos segundos antes de hablar.

-Oh, encantado-

-I...igualmente-me abrazó y me sentí incómodo, ¿cómo se tomaba esas confianzas?-Qui...quizá sea un poco pesado pero...me...me ha costado mucho decidirme a venir a verte...-

-Ah,sí... Muchas gracias por seguir el programa...-hice una leve reverencia

-Antes no...no me gustaba la cocina pe...pero tú... Haces que parezca...divertido y...fácil...-

-Me alegra que te guste, ahora debo irme, tengo muchas cosas quehacer...-me dispuse a irme

-Espera...-dijo Miyavi-La...la semana que viene...tengo entradas para el teatro...¿Te...gustaría venir conmigo?-

-No sé si estaré libre...-

-Te llamaré-

Me alejé. Y vaya si me llamó, estuvo toda la maldita semana llamándome. Al final cedí y acepté su oferta. Por eso estoy aquí ahora, a falta de dos horas para ir al teatro y con el maldito teléfono sin dejar de sonar. ¿Qué demonios quiere ahora? Ya le dije que sí, quedaré con él una vez y luego cambiaré mi número de móvil...

***

Eso me hubiera gustado hacer... Sin embargo no fue así, en cuanto llegué al lugar acordado me encontré a Miyavi en traje, se notaba que le incomodaba bastante esa ropa. Se acercó y me abrazó de nuevo.

-Hola...-saludó-No contestas a mis llamadas...tenía miedo de que no vinieras...-

-Sí,lo siento, estuve ocupado...-

-No importa... ¿vamos?-

-Claro...-

Entramos al teatro. Vimos la obra. Uno al lado del otro. Su mano sobre la mía.Me incomodaba, de verdad, pero no aparté mi mano. No pasamos de eso,y me alegró ver que no se sobrepasaría conmigo. Cuando salimos, se ofreció a acompañarme a casa, pero pensé que si le decía dónde vivía el acoso sería peor, así que debía declinar su oferta de manera educada.

-No,muchas gracias, prefiero volver solo-

-Pero...no me perdonaría que te pasara algo por el camino-

-No me pasará nada, gracias de todas formas-

-Kai...-

-¿Sí?-

-¿Podríamos ir a tomar una copa? Me gustaría hablar contigo...-

-Claro-acepté para que me dejara en paz

Fuimos a un bar cualquiera y mientras bebíamos comenzó a preguntarme cosas.

-Mm...qué interesante-sonreía a cada respuesta que le daba-Y dime, Kai...a ti...-se sonrojó un poco-¿Te interesan los hombres?-

-¿Qué clase de pregunta es esa?-

-No tienes que responder-desvió la mirada

Pensé unos segundos, ¿debería decirle que sí? ¿Debería darle un rollo de una noche para que esto acabara? No soy ese tipo de persona, solo he tenido relaciones con dos hombres antes, y ambos eran mi pareja estable. Sin embargo...había algo en Miyavi que despertaba mi deseo...Quizá llevaba demasiado tiempo sin practicar sexo...

-Me gustan los hombres-respondí, finalmente, y pude ver su cara de ilusión-¿Podemos irnos de aquí ya?-

-Claro-se levantó con una sonrisa que no me gustó nada

Caminábamos por una calle no transitada cuando se detuvo.

-Kai...¿puedo hacer algo?-

-¿Mm?-

Se acercó a mí y me besó, tomándome de la nuca. Le correspondí sin pensármelo...era tan... apasionado... Nuestras lenguas jugaban juntas y tardamos un rato en separarnos.

-Podemos ir a mi casa...-murmuré, en su oído

-No creo que aguante tanto-me apegó a él y pude sentir que ya estaba duro-¿Alguna vez lo has hecho en la vía pública?-

¿Hablaba en serio? Negué con la cabeza.

-No...-

-Pues esta será tu primera vez-me besó de nuevo y me acorraló contra la pared-Mm...no sabes cuanto me pones...-comenzó a lamer mi cuello,dando pequeños mordiscos de vez en cuando

-Ah...ah...-

-No gimas tan alto, nos oirán...-me susurró, mientras me bajaba los pantalones-¿Prefieres de frente o contra la pared?-mordió mi oreja,y gemí de nuevo

-Con...contra la pared...-

Me dio la vuelta y me apoyé en el muro, esa posición realmente me excitaba... Se apoyó en mi hombro y le escuché bajarse los pantalones.

-Allá voy, Kai...-

Apreté los puños contra la pared mientras entraba en mí. Dios...esto era...genial... La sensación de que en cualquier momento alguien pudiera vernos... Y sentirme lleno por dentro, totalmente completo...no podía pedir más.

-¿Se siente bien, Kai? ¿Hace cuánto que no te la metían así?-

-Ah...mucho...mucho...-

-¿Quieres más?-aferró sus manos a mis caderas

-Ah...sí...sí...-

Comenzó a embestirme de una manera que no recordaba que nadie más hubiera hecho. Ni siquiera me había tocado y sentía que me correría en cualquier momento.

-Ah...Miyavi...Miyavi...más...más...-

-Ah...Kai...eres perfecto...aah...-

-Ahh...¡Justo ahí! Ahh.. ¡Ah! ¡Aaah!-me corrí en aquella maldita pared,y tras un par de embestidas más sentí como un líquido caliente me llenaba por completo-Ah...-jadeé

-Eso...estuvo bien-salió de mí y se colocó los pantalones, yo hice lo mismo

-Podríamos repetirlo-propuse

-Claro, te llamaré...-

No sé que fue de él después de eso...pero nunca volvió a llamarme...

Al menos me dio el mejor orgasmo de mi vida...



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