El cielo parecía estar a punto de caerse, la lluvia estaba tan fuerte que me era imposible salir a casa, había terminado incomunicada y la luz había cedido ante los relámpagos y los fuertes vientos, ni hablar de la señal, se había muerto en cuanto la lluvia hizo presencia.
Estábamos encerrados en la agencia sin poder movernos, la lluvia era reciente y los pronósticos de la tarde anunciaron que duraría toda la noche, era muy peligroso viajar con el agua cayendo con tanta violencia.
Los eventos que teníamos se cancelaron y la mayoría del personal se quedó atrapado en el edificio, y así sería hasta que la lluvia diera señales de parar.
Me dedicaba a tomar un café mientras escuchaba el sonido de las gotas caer, el aroma de la lluvia era reconfortante y la soledad de mi pequeño espacio me mantenía tranquila, a pesar de ser una paranoica por las películas de terror que mi madre amaba verlas en compañía de sus hijas, había lugares en los que me sentía segura, o momentos en los que la paranoia y el miedo no cabían, me dedicaba a disfrutar de esos pequeños momentos.
La mayor parte de las personas estaban en la recepción muertas de estrés por encontrar una manera de llegar a casa antes, incluso Hikari que había quedado de acuerdo con Mabuchi-san para salir. Yo preferí alejarme, pues mis años de experiencia me demostraron que el estrés es contagioso, preferí no preocuparme y apartarme.
No tenía ni la menor idea de dónde estaba Shouta, sabía que estaba en el edificio, al igual que Naoka y otros Seiyuus, sin embargo no me moleste en buscarlo, era un lugar muy grande y a diferencia de mi él solía estar en todo el lugar, yo sólo tenía mi pequeño espacio o pasaba al jardín, la azotea o la recepción cuando quería distraer mi mente a menos que me tuvieran buscando a algún Seiyuu.
Terminando mi taza la deje sobre el escritorio, me dirijo al pequeño sofá y me recosté sonriendo, el acolchado mueble me recibió con su cuerpo esponjoso y poco a poco un sueño placentero me inundaba.
Sin embargo mi momento de paz termino al escuchar la puerta abrirse, estaba tan obscuro que apenas si se veía la silueta de los muebles y de la persona que se había atrevido a interrumpirme. Me quede quieta observando con precaución los movimientos del nuevo cuerpo, busque algún objeto con el cual defenderme bien podría ser Hikari, o alguien más, no estaba dispuesta a arriesgarme, al fin mi única arma unas tijeras de punta, algo era algo.
—¿Hanami?— la voz de Shouta me tranquilizo, incluso me hizo reírme de mis pensamientos absurdos de cómo atacar a un posible intruso, podría decir que pude verlo sobresaltarse ante mi risa. Guarde las tijeras en mi bolso por precaución y camine hasta el.
—Casi me matas de un susto Shouta.— le tome las manos dejándolo conocer mi posición.
—Tu hermana me dijo que estarías durmiendo en tu oficina, así que deje de alumbrar pensando en no despertarte.— dice encendiendo la lámpara de su celular.
Parpadeo repetidas veces, estar a obscuras no me ha hecho bien.
—Estaba empezando a dormir cuando entraste.— me permito guiarlo al sofá.— me alegra verte.
—A mí también.— sonríe de esa manera encantadora, que solo él sabe hacer. — me sorprende que no te hayas tropezado con nada mientras estabas a obscuras.
—Suelo caminar por el lugar mientras leo o hago otras cosas así que después de unas cuantas caídas termine aprendiéndome el lugar de cada cosa.— me encojo de hombros, restándole importancia.— también me sé el camino a la recepción, ha sido muy vergonzoso caerse frente a todos.— no puedo evitar que un sonrojo llene mis mejillas recordando aquellos penosos momentos.
—Bueno, con el tiempo esas caídas dieron dieron fruto.— lo siento acariciar mi mejilla con una delicadeza que provoca un cosquilleo, mi corazón se estremece y sonrío casi inmediato totalmente encantada por el contacto.
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My favorite idol (Aoi Shouta) Pausado
FanfictionLo miraba moverse con gracia sobre el escenario, su expresión segura, su voz encantadora, no había nada en el que no fuera genial, su forma de actuar en el escenario era un poco diferente a la que usaba cuando estaba conmigo, sin embargo siempre er...