Maddie's POVAl llegar al aeropuerto, sentía mucho frío.
Mi madre me acompañaría hasta Florida, me dejaría en aquella casa de rehabilitación para otras personas como yo.
No mentiré, sentía terror. Sabía que allá me enfrentaría a mis peores miedos, sabía que allá no tendría otra opción que comer y engordar. También sabía que necesitaba ganar peso, lo sabía, pero no quería entenderlo, no quería admitirlo.
Por otro lado, sabía que debía marcharme lo más pronto posible y dejar de lastimar a los que estaban a mi alrededor. Yo era la única que podía tomar esa decisión.
Antes de entregar mis maletas, mi madre me dijo que sacara algo para abrigarme. Abrí una de estas y encontré una sudadera que no era mía, la saqué y reconocí el aroma de Hunter al instante, sentí que mi corazón se detuvo. La saqué y luego entregué las maletas para que se las llevaran.
Mi madre fue a comprar un café y yo me quedé sentada con la sudadera entre mis manos, quería llorar. No me había despedido de él, de la única persona que había estado allí para mí. Entonces encontré una nota.
Luego de leerla, no pude contener las lágrimas. Me daba mucha pena pensar que Hunter creía que todo era su culpa. Era todo mi culpa, era mi culpa no quererlo de la manera en que el me quería, era mi culpa no habérselo dicho y al contrario, hacerlo quedarse junto a mí, viéndome desvanecer.
En el avión, cuando mi madre se durmió, me puse la sudadera varias tallas más grande que la mía, y por un segundo sentí a Hunter un poco más cerca. Tomé un lápiz y un papel del bolso de mi madre y comencé a escribir algo para él.
Hunter, de verdad no quería que esto pasara.
Yo no quería herirte y ahora no puedo parar de hacerlo.
Verte lo hace todo más difícil,
y sé que encontraras a alguien mejor,
alguien que no te haga sufrir tanto como lo hice yo.
Sabes que te quiero demasiado,
te quiero lo suficiente como para dejarte partir.
Quiero que sepas que no importa por donde tomemos este camino,
pero uno de los dos tiene que irse.
Y también quiero que sepas
que no pudiste haberme amado más,
pero quiero que sigas adelante
así que por eso me voy.
- Maddie
Le pedí a una de las asistentes de vuelo si tenía un sobre, y ella me dijo que buscaría. Sin embargo no volvió y pensé que no lo haría nunca. Pero si lo hizo, cuando estábamos por aterrizar llegó con el sobre y yo le agradecí, guardé mi carta y se la di a mi madre para que se la entregara a Hunter.
Probablemente, si mi estado hubiese sido otro, si no hubiese estado enferma, si mi cerebro hubiera actuado como la vieja Maddie, yo le habría dicho que lo sentía y que solamente me esperara, que lo quería demasiado. Hubiesen sido distintas mis palabras y mi manera de expresarme habría sido menos dramática.
Pero si hubiese sido así, no habría historia que contar.
Al llegar a la clínica de rehabilitación, no pude evitar sentirme incomoda, solo quería marcharme y volver a casa. Había un montón de chicas mirándome extraño y las enfermeras le explicaban todo a mi madre mientras yo me acomodaba en mi nueva habitación, la cual compartiría con otras dos chicas que aún no conocía.