Maddie's POV
~ dos años más tarde ~
Recuerdo ese día como si fuera ayer, treinta de septiembre, mi cumpleaños número diecisiete. Cada vez quedaba menos tiempo para alcanzar la mayoría de edad, y finalmente podría ser totalmente independiente.
La vida me había tratado muy bien en el lado monetario durante los últimos años, papeles de protagonista en películas, portadas de revistas, más videos musicales con Sia, y un montón de cosas más.
Pero todo esto se hacía cada vez menos importante, la única excepción era el proyecto en el que había estado trabajando hace unos meses. Doné una gran suma de dinero a la clínica de rehabilitación en que había estado varios años atrás, y se había encargado de regresar mi cordura. No solo eso, con el dinero se haría una completa remodelación, se construiría un espacio más cómodo para la gran cantidad de adolescentes que sufrían de desordenes alimenticios, y se podría contratar a más enfermeras. Habría pronto una ceremonia de inauguración, y yo iría a hablar con las chicas internas para darles algo de apoyo, ayudarlas a darse cuenta de que no todo estaba perdido y que si se esforzaban en recuperarse, entonces todo cambiaría y saldrían adelante, podrían ir tan lejos como sus sueños y metas les propusieran.
Para esto faltaban un par de días, pero me moría de ansias por ir a la ceremonia y ver como había quedado la clínica. Además quería conocer a las chicas, y brindarles apoyo. Y otra cosa importante, ir a saludar a las enfermeras y doctores que me habían ayudado tanto.
— ¡Feliz cumpleaños! — Escuché un fuerte estruendo desde fuera de mi enorme habitación, seguido de varias personas entrando con regalos, globos y otras típicas cosas de celebración y cumpleaños. El último en aparecer fue Alex, con un enorme pastel en sus manos.
Me arreglé el cabello con mi mano derecha, y refregué mis ojos, Mackenzie venía grabando con la cámara de su teléfono y probablemente lo subiría a las redes sociales, más tarde mi manager podría decir algo por que había un video de mí rondando en pijama. Sí, era muy exagerado e insoportable.
— Muchas gracias. — Solté con una enorme sonrisa luego de que me cantaran la canción del cumpleaños.
— Pide un deseo, princesa. — Me dijo Alex, tenía el pastel con diecisiete velas encendidas a pocos centímetros de mi rostro. Hice caso y luego soplé. — Bien hecho, ¿debería aventarte ahora el pastel en la cara?
— Ni se te ocurra. — Le advertí. Pero él definitivamente no hizo caso y terminé cubierta de crema.
Todos los presentes, mi madre, hermana, y un par de amistades rieron fuerte. Me causo gracia también, por el simple hecho de que era mi cumpleaños.
— Te amo, Maddie. — Habló Alex mirándome a los ojos, rodeándome la cintura con sus fuertes brazos. Tragué saliva en seco, era la segunda vez que me veía sometida a un momento tan incómodo como ese. Yo no estaba segura de si lo amaba incondicionalmente como para decirlo, habíamos sido pareja por tres meses, pero todavía no estaba lista para decirle esas dos importantes palabras.
Nuestra relación en un comienzo iba a ser algo más comercial. Él era un famoso modelo, yo una exitosa actriz y la bailarina adolescente más conocida de toda América. Además, según nuestros exigentes agentes, nos veíamos excelente juntos y las cámaras nos adorarían. Lo sé, yo misma me decepcioné de mi misma por caer tan bajo como para salir con alguien por conveniencia, pero finalmente Alex era un gran chico y ambos terminamos sintiendo cosas por el otro, aunque él aparentemente tenía sentimientos más fuertes y se había encariñado rápido. Por mi parte creía que jamás existiría otra persona en mi vida que me hiciera sentir las cosas que Hunter me hizo sentir. El primer amor nunca se olvida ¿Saben?
