twenty-eight

1.3K 157 86
                                    


Maddie's POV

Cuando desperté con mi cabeza descansando en el pecho desnudo de Hunter, me sentí en el lugar más seguro, era como estar en mi hogar. Sentí que le pertenecía a alguien, y no quería dejarlo ir jamás.

Él aún dormía plácidamente, el sonido de su tranquila respiración era como una canción de cuna, me relajaba. Y por un momento, parecía que nada malo había ocurrido entre nosotros, que jamás nos habíamos lastimado ni roto el corazón.

Entonces, mi teléfono vibro y la realidad me dio una bofetada. Intenté levantarme de la cama sin despertar a Hunter, y él tenía el sueño pesado, así que funcionó. Tomé mi ropa —la cuál estaba repartida por toda la habitación—y me vestí rápidamente.

Cuando me vi en el espejo, me veía igual que antes, solo un poco despeinada y con menos maquillaje, pero nada que pudiera delatarme. Aquí me armé de valor y decidí tomar mi teléfono, que se encontraba en mi bolso.

20 llamadas perdidas de 'mamá'

10 llamadas perdidas de 'boyfriend'

7 llamadas perdidas de 'kenzie'

50+ mensajes sin leer.

Ya eran las cinco de la tarde, había estado desaparecida por más de cinco horas y no había dado señales de vida a nadie. Ni siquiera mis amigas sabían que me había marchado con Hunter. Fue un mal día para revelarme y seguir a mi corazón, porque esa noche era mi fiesta de cumpleaños y debía encargarme de organizar todo y verme bonita.

Respiré hondo para mantener la calma, y me acomodé el cabello hacia atrás unas cinco veces seguidas, solo del nerviosismo.

— ¿Qué ocurre, princesa? — Me preguntó un somnoliento Hunter seguido de un bostezo y luego de un par de segundos se ubicó en el momento y recordó todo. — Nos quedamos dormidos ¿Cierto?

Yo asentí preocupada. — Necesito que me lleves a casa. — Me senté junto a él en la cama.

Él bajó la mirada algo decepcionado. — Lo haré, pero ¿Qué va a pasar con nosotros ahora? — Preguntó de manera tímida.

Y la verdad es que no tenía ni la menor idea, solo sabía que quería estar con él, pero antes tenía que ordenar algunas cosas en mi vida. Pero no podía decirle eso, no quería hacerlo esperar, hubiese sido horrible de mi parte. — Vamos a estar juntos. — Lo miré directo a los ojos y acaricié su suave mejilla.

Una sonrisa se formo en su rostro y me besó la frente. — Te amo, Maddie.

Les mentiría si dijera que entramos a esa habitación de manera legal y que pagamos por ella antes de irnos, ya que Hunter había logrado abrir la puerta con un alambre que encontró en el piso, y si alguien me veía allí entonces se formaría mucho drama.

Nos subimos a la moto y Hunter condujo rápido, mientras yo me aferraba fuerte a él, no porque estaba asustada, sino porque así lo sentía más cerca. No tardamos más de media hora en llegar a unas dos calles de mi casa, en cuanto se detuvo la moto nos bajamos y yo le entregué su casco.

— Te veré pronto. — Dije tomando su rostro con mis manos. — Gracias por no darte por vencido conmigo.

— Jamás lo haría, Maddie. — Me abrazó fuerte. — Ahora ve a dar excusas y verte bonita, eso sabes hacerlo bien.

Yo simplemente me reí y asentí, para comenzar a alejarme, pero nuestras manos seguían unidas con los dedos entrelazados, lo que me hizo regresar y besar sus labios de manera rápida. Luego de esto caminé apurada hasta mi casa.

FRAGILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora