Los tres amigos junto al muchacho aún permanecían en la habitación que les había servido como comedor.
Porthos era el mayor responsable de que las botellas de Oporto que se encontraban sobre la mesa estuviesen vacías, estaba tan alegre que su felicidad no delataba lo tan borracho que se encontraba.
Athos por su parte no se había dejado llevar por el vino como cuando era joven, si era verdad que había tomado porque tenía motivos para hacerlo pero se limitaba a lo que su cuerpo podía resistía, ya no era joven y hacía años que no tomaba en gran cantidad por lo que su resistencia a aquella bebida de color roja no era la misma de ante años.
Aramis con los brazos detrás de su espalda caminaba de un lado hacia el otro de la habitación. No había bebido como Porthos pero tampoco como Athos. Fuera como fuera el Oporto no había logrado calmar sus nervios
- ¿Y dónde es que se ha podido meter D'artagnan? - la intranquilidad del obispo no paso invertida para sus amigos.
- Vamos Aramis respira y tomate otra botella de vino, sabes que el gascón simplemente fue a dar un paseo. Yo tomo vino y él toma aire - se rio alegre Porthos - y tu caminas que vas a dejar un agujero en el piso.
El conde se sonrío pero no dijo nada, aquella sonrisa la oculto muy bien detrás de una de sus manos aunque no había pasado inadvertida para Porthos quien parecía divertido por la situación.
El obispo muy serio se quedó mirando a sus amigos intentado poner su mejor cara de tranquilidad y paz. La verdad era que Harbley perdía los estribos muy rápido.
Phillippe que de a poco iba conociendo a esos hombres se iba dando cuenta de que cada uno tenía unos caracteres muy distintos el uno del otro. Si eran cuatro hombres, cuatro hombres que eran totalmente diferentes entre sí pero que se complementaban tan bien.
- No entiendo sus risas, hasta que D'artagnan no aparezca ninguno de nosotros tres se puede ir a descansar, necesito rearmar el plan esta misma noche. Es muy importante que charlemos esto señores - Aramis miro hacía donde se encontraba el muchacho - en cambio tu deberás irte a dormir que te esperan días largos y no puedes quedarte desvelado.
Athos quien se encontraba en la ventana diviso la figura iluminada por la luna de su mejor amigo y se giró rápidamente sobre sus talones para tomar lugar en la mesa.
- No tendremos que esperar demasiado para irnos a dormir porque nuestro amigo está regresando - el conde se sonrió de costado - a D'artagnan se lo llama con la mente
Porthos negó con la cabeza ante las palabras del Conde de La Fere mientras agarraba el cuerpo de una de la botella de vino a medio tomar y no encontrar un vaso para servirse alzó su vista para ver a su amigo.
- Eso lo dirás tu porque lo que es yo hace más de cinco años que no lo veo y ya ni si quiera me acuerdo cuando fue... – el obelix hizo una pequeña pausa y tomo del pico de la botella - oh sí, creo que fue en nuestro viaje a Inglaterra - habló el señor de Du-Vallon vertiendo el contenido en el vaso de Aramis. Si algo tenía claro era que tenía que calmar al obispo fuera como fuera.
- ¿Ya hace cinco años de aquel viaje? - Athos dejo escapar un pesado suspiro de los labios y sintió aquella soledad de golpe sobre los hombros. Ahora no tendría a Raúl esperándolo en la casa. Ya nada sería como antes. El conde miró a Porthos para que también llenara su vaso.
Aramis sintiendo los pasos que se aproximaban a la habitación y tomo su lugar en la cabecera de la mesa justo en el momento en que cual D'artagnan hacia su aparición con el rostro mucho más sereno.
El gascón miró a su amigo con una sonrisa de complicidad, no necesitaba que nadie le avisara sobre el estado en el que se encontraba el obelix del grupo. Así que siguiendo aquel juego y ayudándolo a que no terminara en el suelo paso su brazo por la espalda de su amigo para ayudarlo a llegar nuevamente a la silla.
- No es verdad querido amigo, a mí también me pesan los años porque no es lo mismo cinco años más que cinco años menos lo puedes ver la sobrepoblación de canas que me han aparecido - D'artagnan dejo con cuidado a Porthos en la silla y luego se llevó la mano a su cabello para mostrarle que él también la edad le estaba pasando factura.
- Pero aun tienes pelo - sin quererlo o queriendo todos miraron a el conde de La Fere quien se sitio más que aludido en aquel momento y se indignó por ser el centro de la atención por su calvicie.
- Es mejor estar calvo que estar ocupando más espacio dentro de los carruajes señor Du-Vallon ¿O dígame que usted eso no lo había notado? – preguntó Athos un poco molesto
- No es ninguna novedad que yo esté más fuerte que ustedes porque yo disfruto de comer y beber algo que ustedes nunca hicieron. Amo tanto la comida como acostarme con mujeres. No vamos a ocultar eso ¿o sí? - respondió el aludido bebiendo nuevamente de la botella- aunque está claro que si me acostara con más mujeres que comer quizás estuviera tan flaco como Aramis.
D'artagnan se mordió el labio superior para no reírse por la cara de inocencia que colocaba Porthos mientras que Athos colocaba sus ojos en blanco. El vino entre el señor de Du-Vallon y el señor de La Fere no siempre era bueno con ellos menos cuando se ponían a discutir sobre asuntos filosóficos.
Aramis estaba por poner punto final aquella palabrería pero el mosquetero levanto la mano para dar a entender que él lo haría.
- Caballeros por favor no es bueno que el futuro rey de Francia los vea pelear, así que señores un poco de compostura les pido porque la verdad es que todos aquí estamos más viejos – comenzó a hablar D'artagnan en un tono tranquilo y relajado - hasta nuestro querido señor de los cielos le pesan los años como a todos nosotros, es sabido que ya no monta a caballo porque ya su agilidad no lo deja y por eso mismo usa los carruajes con tanta frecuencia – el mosquetero termino de hablar muy serio pero luego de un segundo se rio sentándose al lado de Phillippe, quien no pudo evitar reírse también.
- Podrían dejar ser tan críos todos ustedes – el obispo de Vannes se paró de su asiento bastante fastidiado porque hasta a él le había llegado la revisión sobre su estado físico y en aquel momento estaba allí para tomar las riendas de un plan importante para Francia, no para jugar con sus amigos como si la gente no los necesitaran y todo fuera maravilloso - La edad nos ha afectado a todos en efecto, no discutiré con ustedes sobre esto porque sería negar una verdad, estamos más gordos, calvos y canosos pero seguimos siendo los mismo hombres que hace veinte años atrás asi que pongamos fin a esta discusión absurda.
El gascón sin poder evitarlo alzo una de sus cejas y miró al obispo con aquella sonrisa traviesa digna de cualquier hombre proveniente de Gascuña. La inteligencia para la diversión ante todo.
- ¿Todo eso que has dicho señor padre es por las características que reúnes tú? – el mosquetero hizo aquella pregunta mirando serio a su amigo mientras hundía su nariz en el interior del vaso.
Porthos que estaba enfrente del mosquetero se rio estrepitosamente y saludo con el vaso de vino antes de tomar en honor aquellas palabras.
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El hombre de la mascara de hierro: El secreto de la vida
FanficLos mosqueteros se vuelven a reunir como en viejas épocas por el bien de Francia. Su nuevo objetivo es salvar al pueblo frances de las manos de del joven gobernante, Luis XIV. Athos, Porthos y Aramis ponen en marcha el plan, un peligroso plan p...